Canada Life se convirtió ayer en la sexta firma financiera británica en suspender las operaciones de su fondo de inversiones inmobiliario para frenar la retirada de capitales por el Brexit.
La firma canadiense explicó su decisión por “la incertidumbre” de sus valores inmobiliarios y el “incremento reciente de las demandas de redención” tras la victoria de la salida británica de la Unión Europea en el referéndum del 23 de junio. A Canada Life le precedieron Columbia Threadneed, Henderson Global Investors, M&G, Aviva Investors y Standard Life, que tomaron antes la misma decisión, en un contexto de fuerte caída de las acciones de las empresas inmobiliarias en la bolsa de Londres.
Los fondos suspendidos gestionan miles de millones de libras, y están siendo víctimas del temor a un frenazo en el sector del ladrillo tras años de gran expansión, sobre todo en Londres.
La demanda extranjera fue uno de los factores que explicaron este enorme crecimiento.
Solo firmas Henderson Global Investors, Canada Life, M&G Investments, Aviva y Standard Life, manejan fondos por más de 13,000 millones de libras (15,080 millones de euros) y con cuya medida pretenden evitar una fuga de inversiones provocada por la incertidumbre que ha seguido a la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea (UE), tomada en el referéndum celebrado el pasado 23 de junio.
Henderson Global señaló que la decisión de suspender la cotización de su fondo, con un valor de 3,900 millones (4,524 millones de euros), responde a una presión “excepcional” sobre su liquidez.
“La cartera continúa bien posicionada” y la dirección del fondo “continúa centrada en asegurar una fuente de ingresos atractiva”, señaló la compañía en un comunicado.
Canada Life, por su parte, suspendió un fondo valorado en 222 millones de libras (257 millones de euros) para “proteger los intereses de todos los inversores”.
En una nota dirigida a asesores financieros, la firma argumentó que no ha tomado la decisión “a la ligera”. “Entendemos cómo esto puede afectarle a usted y sus clientes. Procederemos a levantar la suspensión tan pronto como sea posible en la práctica”, añadió la firma, que detalló que dejará de aceptar retiradas de capital de su fondo inmobiliario durante seis meses.
SE DERRUMBA LA LIBRA
Por su parte, la libra esterlina volvió a caer ayer hasta un nivel mínimo en más tres décadas, por debajo de 1.30 dólares, ante las consecuencias adversas que amenazan la economía británica tras el “Brexit”.
La construcción sufrió en junio su mayor frenazo en siete años, debido al temor a que los británicos pudieran votar por el “brexit” el pasado día 23, un escenario que se terminó confirmando y que, según los analistas, puede llevar a nuevos indicadores negativos en las próximas semanas.
“Hemos visto cierto efecto dominó en los activos expuestos a la libra esterlina 2, señaló el analista de CMC Markets Michael Hewson, para quien “algunos de los efectos del brexit ya han comenzado a cristalizar”.
“La suspensión de los reembolsos en los fondos inmobiliarios de algunos grandes actores ha precipitado las ventas en otros ámbitos del sector de la propiedad en el Reino Unido, como constructoras y gestores de activos”, indicó Hewson.
FED TEMÍA AL BREXIT
Miembros de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos temían el Brexit y consideraron prudencial no aumentar las tasas de interés, según las actas de la reunión de la Fed realizada una semana antes del pronunciamiento británico.
La mayoría de los miembros del banco central estadounidense estimaron que los resultados del referendo “podrían generar turbulencias en los mercados financieros que a su vez podrían afectar el desempeño de la economía” del país.
En esa reunión, que ocurrió también bajo el impacto de un frustrante informe sobre el desempleo del mes de mayo, la Fed se pronunció de forma unánime por dejar intocada la tasa básica de interés en un nivel de entre 0.25 por ciento y 0.50 por ciento, en que se encuentra desde diciembre de 2015.
Diversos integrantes de la Fed que participaron de la reunión inclusive pusieron en duda que las condiciones económicas permitan en el corto plazo un alza de las tasas de interés.