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Cartas al Director

Cartas al Director

En muchos países las contiendas electorales dan lugar a eventos confrontativos y muchas veces violentos entre partidarios de una u otra opción política

ELECCIONES Y SEGURIDAD CIUDADANA

En muchos países las contiendas electorales dan lugar a eventos confrontativos y muchas veces violentos entre partidarios de una u otra opción política, lo cual suele ser interpretado por amplios sectores de la ciudadanía como algo peligroso, para su integridad física, psíquica y patrimonial.

Es seguro que  estos acontecimientos no involucran a todo el conglomerado social de manera directa, pero sí irradian  temor de manera indirecta a amplios sectores de la población, produciéndose una percepción de inseguridad.

Nicaragua no  escapa a esta situación por varias razones. Un  factor asociado a la inseguridad, generada en esta  coyuntura, es la incertidumbre que los partidos políticos proyectan sobre el futuro  de nuestro país, pues en su mayoría  realizan sus campañas proselitistas ausentes de ofertas claras, exponiendo rostros e ideologías,  pero ningún  proyecto concreto que beneficie a las familias.

Otro factor relevante es que la ciudadanía percibe el proceso electoral como la manifestación exacerbada de una pugna histórica entre sectores de poder que se declaran opuestos en sus interpretaciones del mundo y del desarrollo social y económico. Bajo este escenario las  personas pueden presumir el riesgo de sufrir crisis en su  modo de vida en algún momento y no siempre visualizar oportunidades.

Aumenta la inquietud en el ambiente la publicación de  encuestas, sondeos de opinión, programas candentes en los medios de comunicación, noticias parcializadas en algunos medios escritos y  mensajes ansiosos en las redes sociales.
Por su parte, los políticos no logran presentar un diagnóstico que muestre las principales determinantes de la criminalidad y sus posibles abordajes, para modificarlas de manera estratégica en determinado período de gobierno. Entonces, ¿cómo pretenden alcanzar seguridad para casi 6 millones de nicaragüenses si los partidos no muestran su lectura del problema de la inseguridad?
La Ley de Seguridad Soberana es lo único firme ahora como política en este campo específico. Esta supone una propuesta de prevención; sin embargo queda lejos todavía de resolver a la población sus conflictos cotidianos ocasionados por la actividad delictiva en el nivel primario.

El robo con violencia, intimidación y fuerza es solo un ejemplo de ello. Muchos ciudadanos han resultado víctimas de robo en sus propias casas, pero las denuncias no prosperan y numerosos  de estos delitos quedan en el anonimato de la cifra oculta, pues prevalece entre la población la idea generalizada de que exponer estos  casos ante las autoridades es perder el tiempo.

La seguridad ciudadana de Nicaragua es una de las mejor valoradas en la región, pero a lo interno existen importantes demandas. Quien las escuche podrá presentar alternativas para producirla  como un bien que la propia población aún no logra garantizar por sí misma.
Gustavo Hernández García.

¿SE TERMINA O CONSOLIDA LA ALIANZA TÁCTICA?

Para organizar una alianza, sea táctica o estratégica, siempre hay que fijar los objetivos, medidas de ejecución, métodos de trabajo, metas, responsabilidades, compromiso de recursos y el respeto entre las partes. En una alianza táctica es importante saber que la misma es muy frágil. Sencillamente porque las partes se aceptan por una necesidad urgente y no necesariamente con una visión de largo plazo, tampoco de confianza absoluta ni estratégica.

Todas las alianzas entre sectores, seres humanos, grupos de interés son evidentemente útiles y oportunas. No necesariamente exitosas. En la Nicaragua de la última década (2007/2017) asistimos a un acercamiento entre la clase política y la clase económica, (gremio empresarial y Gobierno) entre ambos se ha desarrollado una alianza táctica.

Estos dos actores sociales acordaron una alianza táctica para convivir en un mismo país, con intereses diferentes y modalidades desiguales. Coincidiendo en algunos aspectos, pero, con diferencias sustanciales. Mismas que se pensó arreglar en el camino, sin ideas de cómo hacerlo con precisión y seguridad mutua, pero hacerlo en algún momento.

Desde fuera del espacio de los aliados me permito preguntar ¿está llegando a su fin o se consolidará la alianza táctica entre los empresarios y la élite gobernante?

Al parecer las actitudes y modalidades del gobernante no son del gusto de los empresarios. Estos últimos han expresado su deseo de un proceso electoral transparente en el 2016; mientras que el primero, desea un ambiente irregular y sin transparencia. Parecieran ser puntos opuestos e irreconciliables. Gustos diferentes y visiones disímiles. Pero, al final del día se muestran soportables temporalmente.

Las acciones del gobernante alteran el silencio económico con el ruido político. Evidentemente los empresarios se muestran preocupados, no por el país, sino por las condiciones de estabilidad social y política beneficiarias del espacio propicio para los negocios, las inversiones y las ganancias. Estas últimas demandan tranquilidad ambiental, vecino ordenado, mutismo político y obediencia social.

Las inquietudes empresariales y el panorama del país obligan a tres preguntas indispensables:  ¿Llegó a su fin la alianza táctica?  ¿Qué deben esperar los nicaragüenses de las acciones sectoriales y sus demandas? ¿Una década es suficiente para una alianza táctica o falta tiempo?

Cirilo Antonio Otero.

 CAMPAÑAS PARA LA REFORESTACIÓN

Nicaragua a nivel internacional se destaca por la hermosura que posee, es una ventura  en lo general, geográficamente es  una nación pequeña, pero es inmensa e intensa en virtudes  de belleza femenina, de poetas, cantautores, escritores, novelistas, ensayistas, etc. “es la cuna del folklor y de la grata artesanía’’, es variada y deliciosa su gastronomía y sobre todo su paisaje es precioso, nuestra patria es un encanto singular que cualquier extranjero queda feliz al conocerlo.

Nicaragua también se enorgullece por la variedad y elegancia de su flora y fauna, pero últimamente muchos se han encargado de destruir esas plantas preciosas que en cualquier lugar que ellas estén realzan la belleza de la naturaleza, en las montañas del norte, del sur  y de la costa Caribe, esos eran los lugares donde había más plantas, que ahora parecen un desierto.

A través de este medio insto a la población entera, pero en especial a la empresa privada y al Gobierno, que por favor hagan más campañas para la reforestación de esta nación, a través de los medios radiales, televisivos y escritos. Plantar árboles es para vivir mejor y saludable. Las plantas son indispensables para el “ser’’ vivo, en especial el ser humano.

Hay que ponerle punto final al despale. Las máximas autoridades que se encargan de eso deben aconsejarles a los que trozan las plantas, que si cortan un árbol, que siembren cien, eso sí que no sean plantas artificiales, sino reales. Que no sean como las que hay en nuestra capital eso es una befa a la Madre Naturaleza.

Un país como el nuestro, donde la mayoría de su población gana poco y muchos viven desempleados, no debe darse el lujo de gastar el dinero en lo innecesario.  Les dejo esta tarea de reflexión.
Si continúa esta destrucción/  nuestro corazón /  quedará sin respiración/  y esta nación.
Será un infierno/de genuino fuego/ Los políticos son solo juego /más ahora que no hay invierno…
Qué pesadilla/  poco a poco / se muere la maravilla/  por tan solo un loco.

Carlos Javier Jarquín.

Cartas al Director reforestación seguridad ciudadana archivo

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