El sábado se cumplieron cinco años del asesinato de Facundo Cabral en Guatemala, luego de un atentado perpetrado contra el empresario Henry Fariñas, quien en 2014 fue declarado culpable de narcotráfico, lavado de dinero y crimen organizado.
“Gracias por la amistad de tantos años. Sepan que fueron una parte importante de mi felicidad. Sepan que los voy a llevar en mi corazón hasta el momento final”, así se despidió Cabral dos días antes en su último recital ofrecido en el Teatro Roma de Xela de Guatemala.
En 1996 fue nombrado Mensajero Mundial de la Paz por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés). Escribió más de 20 libros, entre los que destacan: Paraíso a la deriva, Conversaciones con Facundo Cabral, Mi abuela y yo, Salmos, Borges y yo, Cuaderno de Facundo, Los papeles de Cabral, La magia de Cabral, entre otros.
En honor a su trayectoria recibió tres discos de oro y dos de platino y en la noche de la ceremonia, para volver a su hotel, tomó un taxi y le regaló al conductor esos premios (Cabral volvería a encontrarse azarosamente con aquel hombre, que lo invitó a su casa para mostrarle los discos colgados en una pared, como una suerte de altar). El universo de Facundo Cabral está lleno de historias curiosas. Por caso, el llamado telefónico que le pusieron al aire en un programa de radio, sin decirle que se trataba de María Teresa de Calcuta.