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Virgilio Gurdian

Zelaya ante la historia

Estudiar y formarse un criterio sobre la personalidad de quien transformó y modernizo el país es sin duda motivo de reflexión y ponderación para dar el verdadero reconocimiento. La historia o quienes la escriben, en nuestra idiosincrasia y estilo analítico, algunas veces no es más que la percepción, apasionamiento político o criterio muy personal, cuando lejos de cualquier opinión  precipitada, en pro o en contra, debe ser el legado de los gobernantes basado en la documentación existente, real y concreta. Con Zelaya hay que hacer un alto en el camino y calificar sus acciones y obras públicas, dentro el contexto de la verdad e imparcialidad.

En su autobiografía Rubén Darío al referirse al general Zelaya escribe:  “El Presidente era hombre de fortuna, militar y agricultor, mas no se crea que fuese la reproducción de tantos tirano y tiranudo de machete como ha producido la América española. Zelaya fue enviado por su padre desde muy joven a Europa; se educó en Inglaterra y Francia, sus principales estudios los hizo en el colegio Hoche de Versalles…” El inmortal bardo, conoció de cerca al presidente Zelaya, y en sus estadías en Nicaragua visitaba al gobernante con quien tenía amplias conversaciones. Cumplió funciones diplomáticas bajo su administración, sobre todo en España e incluso ya habiendo dejado la presidencia Darío lo visitó  en su exilio, en Barcelona.
Es precisamente los estudios cursados por Zelaya, en Europa sobre todo en Francia que influyeron enormemente en su formación ideológica y militar y posteriormente así lo plasmaría cuando le correspondió gobernar a Nicaragua, en aquellos momentos importantes, pero también difíciles pues la hegemonía  territorial de otros países estaba en su apogeo.

El general Zelaya fomentó decididamente el respeto mutuo entre las naciones pequeñas y grandes, siendo pilar de su administración un auténtico nacionalismo. Fue este eje central de su gobierno casi único en América Central y aún en Latinoamérica, haciendo prosperar sus actuaciones y decisiones gubernamentales al amparo de un criterio y convicción nacionalista. Como muestra palpable de esto, para solo mencionar algunos tenemos la reincorporación de los mosquitia, ejecutada recién llegaron al poder en 1894, lo que nos dio una verdadera unidad territorial. Cuando se suscribió el tratado Sánchez – Merry, en diciembre de 1901 sobre la intención de construir el Canal Interoceánico, el gobierno del general Zelaya fijó cláusulas de interés y respeto a nuestra soberanía. Zelaya fue fiel partidario, y así lo demostró,  de la unión centroamericana; también recuperó los bienes nacionales. Quizás error del gobernante, en acción de extremo nacionalismo, fue el juicio sumario y posterior fusilamiento de los mercenarios norteamericanos Lee Roy Cannon y Leonard Groce  que dio pie al envío anticipado de la famosa Nota Knox (1 de diciembre de  1909) que obligó al presidente a renunciar. Algunos han argumentado por qué Zelaya no entabló resistencia en esta circunstancias, pero el sentido común y la lógica nos indican que lo que se hubiera provocado era violencia y destrucción completamente innecesaria; el mismo general en su mensaje a la Asamblea Nacional, el 16 de diciembre de 1909, manifestó que renunciaba “deseando evitar mayor derramamiento de sangre y contribuir eficazmente a la pacificación del país…”

En el aspecto de la educación pública, Zelaya transformó el sistema.  Esta transformación tuvo carácter de contemporaneidad; además que la educación primaria era completamente gratuita y obligatoria, no se dejaba a niño fuera de la escuela y se contaba para eso con la inspectoría escolar. En su obra “La educación durante el liberalismo Nicaragua (1893-1909)” la eminente educadora Isolda Rodríguez Rosales, refleja con singular atinó  desarrollo e implementación del sistema educativo, que incluía el litoral atlántico, con un tendido escolar de primer orden, con presupuesto significativo y salarios dignos para los maestros. La política educativa era sólida, basada en “la Ley fundamental de instrucción pública” promulgado por Zelaya junto a otros decretos. Se estructuró una educación moderna.

Otro factor de avanzada en la administración de Zelaya fue el progreso en el desarrollo agrícola, de infraestructura en ferrocarriles, correos, electricidad, telégrafos y edificios públicos, así como el fomento positivo de nuestra exportaciones sobre todo la del café; antes de 1893, este proceso fue incipiente y lento; hubo en definitiva gran avance económico y material dejando las bases fortificadas para futuras administraciones. En su ya citada autobiografía Darío manifestó: “Durante su presidencia Zelaya hizo progresar el país, no hay duda alguna…”

La legislación en el gobierno del general Zelaya fue amplia, diversificada en diferentes ramas: económicas, gremiales, de trabajo, agrícola, instrucción pública, civil, etc. Merece especial mención el código civil y de procedimiento civil, ambos vigentes durante 110 años; actualmente un nuevo código de procedimiento civil entrará en vigencia en octubre del presente año con la modalidad de la oralidad, siendo esto un  gran paso para la agilización de los procesos.
El general Zelaya fue declarado héroe nacional por la asamblea legislativa, mediante decreto número 6332 del 2 marzo del 2011, que en su artículo primero dice: “Reconocer y declarar al General José Santos Zelaya Lopez, Héroe Nacional, por sus relevantes servicios a la Patria, ejemplar voluntad patriótica y nacionalista, gobernante, doctrinario, militar y ciudadano destacado, paradigma de la generación futura”.

El autor es Magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

Opinión historia Nicaragua Zelaya archivo
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