Le escribo esta carta abierta porque como diputado electo bajo la bandera del PLI, a raíz de que la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, tras cinco años y medio de “deliberaciones” lo designara presidente y representante legal de dicho partido, usted me hizo una invitación por correo electrónico a dialogar a su casa entre otros diputados de mi bancada, a la que solo el diputado Adolfo Martínez Cole asistió.
Como dicha gentil invitación y nuestra inasistencia fue ampliamente divulgada a la prensa, con la franqueza y el respeto que me caracterizan en mis relaciones con mis semejantes, le contesto mis razones también en forma pública, más ahora que usted nos ha amenazado con declararnos “tránsfugas” por el hecho de no asistir o en el caso hipotético que nos declaremos independientes.
Le recuerdo que el diputado Martínez Cole se declaró independiente poco antes del fallo de la Corte.
Si por cambiarse de opción política uno es tránsfuga —lo que no hemos hecho nosotros— me obliga a pensar qué sería usted, que en el 2011 según consta en La Gaceta No 113 del 20 de junio de ese año corrió en la tercera posición para diputado propietario por Managua por el partido ALN, junto con 11 miembros del actual CEN del PLI, que ahora usted preside.
¿Recuerda cuantos votos sacaron a nivel nacional? 10,003 votos, equivalentes a un mísero 0.4 por ciento. Fueron las mismas elecciones del actual período legislativo en que nosotros, encabezados por don Fabio Gadea, constituimos la verdadera oposición bajo la bandera Alianza PLI y a pesar del fraude obtuvimos un 31 por ciento de la votación y 26 diputados, quedando como segunda fuerza política con casi 800,000 votos.
Como resultado, de acuerdo a la Ley Electoral, en las próximas elecciones de noviembre nos corresponderían la mitad de los miembros Consejos Electorales Departamentales, Municipales y Regionales, pero usted don Pedro, lo primero que hizo antes de citarnos fue renunciar a ellos para que el Frente Sandinista pudiera llenarlos, empañando aún más un proceso ya viciado, al guillotinar la opción electoral a la verdadera oposición.
Extrañamente, cuando usted corrió por ALN para tercer diputado por Managua, eso fue precisamente lo que su partido hizo, entregarle al Frente el tendido electoral que en el 2006 se había ganado como segunda fuerza cuando este partido era liderado por Eduardo Montealegre.
Otro anuncio suyo muy importante, que ha llamado la atención y ha sido ampliamente publicitado en los medios de comunicación, es la compra de ocho camionetas para la campaña, tres nuevas y cinco usadas. Afirmación de la que se deriva una pregunta elemental: ¿De dónde sacará los recursos?
Ciertamente don Pedro por disposición de cinco votos de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia en la Resolución 299, a usted le trasladaron los sellos del PLI, pero no el liderazgo. El liderazgo no se entrega por decreto, se hace en la calle y con acciones claras que demuestren que uno es opositor y merece llevar esa estrella blanca que tanto sacrificio ha costado.
A usted no lo vimos en ninguna de las más de 62 protestas de la Coalición Nacional por la Democracia encabezada por el PLI, reclamando elecciones libres y observación internacional para que el voto del pueblo en estas próximas elecciones sea contado.
Pero sí lo vemos nuevamente haciendo noticia autoproclamándose candidato a la Presidencia por el PLI, al no poder conseguir que Noel Vidaurre le aceptara. Le deseo mucha suerte, pero más que suerte, tendrá que conseguir muchos, muchísimos votos y ciertamente no serán los votos de los opositores.
Esos 778,889 votos que son la voluntad de los ciudadanos que nos eligieron, no se los puede trasladar o adjudicar la CSJ o el CSE. Tendrá que esperar don Pedro a que pasen las elecciones a ver cuántos logra captar con su liderazgo.
Luego lo vemos nuevamente en los medios, esta vez en pleitos con quien apareció a su lado celebrando el fallo de la Corte, don Venancio Berríos. Todo esto es una farsa.
Si usted pretende que con su breve ejecutoria al frente del PLI, nosotros los diputados electos, aceptemos su liderazgo, o de alguna manera formemos parte de esa farsa, se equivoca. Por eso no asistí a su gentil invitación y no asistiré a la próxima.
El autor es diputado electo bajo la bandera del PLI opositor.