La producción acuícola en América Latina y el Caribe proyecta a mediano plazo una recuperación significativa y alcanzar los 3.7 millones de toneladas en 2025, un crecimiento que representaría 39.9 por ciento sobre el nivel de 2013-2015, período en que se produjeron 2.7 millones de toneladas, en promedio.
Esa es una de las proyecciones que muestra el estudio El Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura 2015, que publicó recientemente la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Según el informe de la FAO, la producción total de pescado de la región (acuicultura más capturas) alcanzaría los 16.2 millones de toneladas en 2025. Esta cifra sería 12.6 por ciento más alta que el nivel de 2013-2015 cuando alcanzó 14.4 millones de toneladas.
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CON TECNOLOGÍA
Esa proyección de la FAO trae a Nicaragua una expectativa sobre cómo con inversión en tecnología se puede hacer frente a los bajos niveles de producción que se ha experimentado desde 2014, por los efectos negativos que ha tenido en los mares el fenómeno climatológico El Niño.
Armando Segura, director ejecutivo de la Cámara de la Pesca de Nicaragua (Capenic), ha expresado en reiteradas ocasiones que con inversión en tecnificación de procesos se prevé que este 2016 se instalen nuevas empresas de capital extranjero “que también traen nuevas formas de aprovechamiento de los recursos que el mar ofrece y que podrían darle mayor valor agregado”.
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El director ejecutivo de Capenic sostiene que la inversión de las empresas exportadoras que ya están presentes en el país consiste en la adquisición de maquinarias para instalar sistemas de producción bajo techo, donde puedan controlar las condiciones climáticas en las que se desarrollan las especies.
Los datos más actualizados del Banco Central de Nicaragua (BCN) sobre producción pesquera en el país reflejan que el camarón de cultivo y el pescado han caído 52.4 por ciento y 27.6 por ciento, respectivamente durante el primer trimestre de 2016, comparado con los mismos tres meses de 2015.
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De camarón de cultivo se ha producido durante el primer trimestre 2.07 millones de libras, mientras que en el mismo período del año pasado fueron 4.35 millones de libras.
Y en cuanto al pescado, la producción ha sido de 3.4 millones de libras el primer trimestre de este año, mientras que el año pasado fueron 4.7 millones de libras.
EN EL MUNDO
El estudio de la FAO muestra que la producción podría crecer hasta 195.9 millones de toneladas en 2025, un incremento equivalente a 17 por ciento en comparación con la producción de 2013-2015 que fue de 166.8 millones.
Esto significa que al año 2025 el mundo producirá cerca de 29 millones de toneladas más de pescado que en 2013-2015 y casi todo este incremento se dará en los países en desarrollo y a través de la acuicultura.
“De las 29 millones de toneladas extras, América Latina y el Caribe responderían por casi tres millones de toneladas”, dice Alejandro Flores Nava, oficial principal de pesca y acuicultura de la oficina regional de la FAO en América Latina y el Caribe.
25.1 %
ha sido la reducción de las exportaciones de productos pesqueros entre enero y mayo de este 2016, frente a los mismos cinco meses de 2015, informa el Banco Central de Nicaragua.
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Tras compras públicas
Actualmente América Latina y el Caribe producen 2.7 millones de toneladas de pescado en acuicultura y extraen alrededor de 11.7 millones de toneladas en la actividad de captura. Sin embargo, el consumo promedio per cápita en la región alcanza diez kilos de pescado al año, la mitad del promedio global, señala el informe de la FAO.
Razón por la que incentivan programas de compras públicas de pescado para abastecer a los programas de alimentación escolar en la región.
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De momento parlamentarios mexicanos están debatiendo un proyecto de ley para incorporar estos productos en la alimentación escolar del país, con iniciativas similares desarrollándose en Paraguay y Guatemala y “a futuro se busca expandir la iniciativa a Belice, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá”, destaca el informe.
Cabe mencionar que el comercio internacional desempeña un papel importante en el sector de la pesca y la acuicultura al crear empleo, proveer alimentos, generar ingresos y contribuir al crecimiento y desarrollo económicos, así como a la seguridad alimentaria y nutricional.