La deforestación, el avance de la frontera agrícola, el tráfico ilegal de madera y la ganadería darán como resultado, “y siendo optimista, que en 15 años no habrá Bosawas”, aseguró el ambientalista Jaime Incer Barquero, asesor presidencial en temas ambientales.
Mientras tanto, los mayangnas, sufren de amenazas de muerte e invasión de sus territorios.
Según Incer Barquero, en los últimos diez años “un tercio de la reserva ha sido invadida y destruida, sobre todo en la parte sur colindante con Siuna, en el Caribe Norte y desde el sector de Ayapal al sureste de Bosawas”.
Emilio Bruno, presidente del territorio Mayangna Sauni As, uno de los cuatro territorios mayangnas en Bosawas, aseguró que “hay amenazas de muerte, ya en los años anteriores hemos perdido vidas por los colonos que entran en nuestros territorios”.
Incer Barquero mencionó que los campesinos que llegan a invadir Bosawas proceden de la zona del Pacífico y Centro de Nicaragua.
COMPLACENCIA POLÍTICA
Lo que ocurre en Bosawas es una “complacencia política”, respecto al problema de las invasiones y la creciente deforestación que afecta a la mayor reserva de bosque tropical húmedo y de nebliselva que posee Nicaragua, consideró Incer Barquero.
En Bosawas se encuentran cuatro territorios mayangnas y dos territorios miskitos. Bruno aseguró que la situación de invasión y deforestación es similar en el resto de territorios mayangnas.
El territorio Sauni As tiene un área de 1,638.10 kilómetros cuadrados y de esto se ha perdido el 60 por ciento de la cobertura boscosa.
Bruno aseguró que el territorio Sauni As ha recurrido en varias ocasiones a autoridades regionales y nacionales; sin embargo, hasta ahora no han sido escuchados. Incluso elaboraron un estudio con el apoyo de la Unión Europea para diagnosticar cuántas familias de colonos viven en su territorio y la cantidad de daño ambiental, pero “hasta la fecha no nos han llamado”, dijo Bruno.
BOSAWAS ES MÁS QUE ÁRBOLES
Eduard Müller, encargado de Reservas de Biósfera de la organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), destacó que a nivel centroamericano se ha perdido el 52 por ciento de la biodiversidad.
“Bosawas no es solo árboles, pájaros, es el futuro de la vida en Centroamérica”, dijo Müller.
Tanto Incer Barquero como Bruno y Müller emitieron sus criterios sobre Bosawas durante el ciclo de conferencias Bosawas de Nicaragua y la Amazonía Peruana, comparación de dos casos de ecosistemas tropicales latinoamericanos, organizado por la Universidad Centroamericana (UCA).
Este ciclo de conferencias continúa hoy y está previsto que a las 5:00 p.m. se presenten las conclusiones de las mesas de trabajo integradas por expertos.
8,101 kilómetros cuadrados es el área total de la Reserva de Biósfera Bosawas. Esta reserva debe su nombre a una composición derivada del río Bocay, el cerro Saslaya y el río Waspuk.
