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Alicia Pilarte. LA PRENSA/URIEL MOLINA

Alicia Pilarte actriz y directora de teatro que ha incursionado en el cine y la televisión

Como directora ha trabajado con diversos grupos universitarios y profesionales: Drugos, Las hijas del maíz y actualmente los Talleres de Teatro de la Universidad Centroamericana.

Alicia Pilarte nació el 18 de julio de 1959 en Granada. Se define como una persona muy sensible, capaz de llegar a amar mucho y también de odiar intensamente cuando la decepcionan.

Es apasionada en todas las esferas de su vida. Presenta una personalidad imponente, erguida y segura de sí misma.

Habla de manera suave y pausada, es afable y siempre tiene una sonrisa.
Afirma ser un poco supersticiosa y nunca pasar debajo de una escalera.
Sus hijos forman parte esencial en su vida y admite amarlos sobre todas las cosas.

Lo que más odia es la traición y lo que no puede tolerar son las desigualdades y la discriminación en todos los sentidos.

Pilarte ha sufrido en el pasado desigualdad laboral por ser mujer y afirma que en uno de sus trabajos tomaban más en cuenta la opinión de los hombres que la de las mujeres, admite haberse sentido discriminada.

EL PRIMER CONTACTO

Los escenarios han sido para Alicia Pilarte su segundo hogar. Desde que estudiaba en su colegio ella se paraba sin temor frente del público, declamaba, hacía fonomímicas y bailaba sin vergüenza alguna, pero nunca hizo teatro mientras estaba en la escuela.

“En el colegio me llamaban la estrella. Recuerdo que un año no quise participar en ninguna actividad y una de las hermanas me dijo que se había apagado la estrella”, relata Pilarte con humor.

En 1979 ingresa a un taller de teatro convocado por el desaparecido Sistema Sandinista de Televisión. Posteriormente realizó varias escenas en Los Invasores, obra en la cual se inició como actriz.

Asimismo, estuvo metida en la producción cubana El regreso de David, la cual se grabaron muchas escenas en Nicaragua. Por esa misma fecha, ella estaba involucrada en talleres de danza moderna, pasión que la acompañó desde muy pequeña.

En 1982, toma rumbo hacia Checoslovaquia, gracias a una beca que obtuvo a través del Sistema Sandinista de Televisión con fondos de la televisión de dicho país. Llega a Praga e inicia un episodio de su vida que la marcaría para siempre.
Entre los jóvenes

Como directora ha trabajado con diversos grupos universitarios y profesionales: Drugos, Las hijas del maíz y actualmente los Talleres de Teatro de la Universidad Centroamericana.

Inicia la dirección artística con las universidades del país. En 1998 dirige una adaptación del poema Los motivos del lobo, de Rubén Darío junto con alumnos de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).

Pilarte ama trabajar con jóvenes estudiantes y apunta la experiencia de “magnífica”. Se entiende muy bien con todos los muchachos y ellos ven en ella una excelente maestra. Confiesa haberse topado con muchos talentos en las universidades, pero le duele el alma cada vez que, al terminar su carrera, la mayoría de los jóvenes con talento explotable se retiren de la escena artística.

Para ella, la importancia de fomentar el teatro en los jóvenes radica en el desarrollo de habilidades orales y corporales, la visión, el conocimiento y el pensamiento crítico que provoca analizar un texto dramático.

EL CINE

Pilarte ha colaborado en series como Sexto Sentido y Contra Corriente y no ha tenido dificultadas para adaptarse al formato televisivo y de cine. Afirma que hay una mínima diferencia entre estos dos, pero que se queda con la experiencia del escenario, con aquella comunicación directa con el espectador que resulta enriquecedora.

Actualmente Pilarte se dedica a la docencia y a la dirección de teatro. Se ha retirado como actriz y solo forma parte del elenco de Sopa de Muñecas, obra que se presenta todavía en el Justo Rufino Garay y en otros departamentos del país.

La obra ha terminado, el telón baja y se encienden las luces. Las emociones recorren el auditorio, pasan por el público e invaden a los actores. Ellos dan por finalizada una dura jornada de ensayos, prácticas, sudor y drama.

Los actores se colocan en fila, llaman a Alicia Pilarte, su directora y maestra, se toman de las manos y hacen una reverencia al público. El auditorio aplaude, Pilarte baja los hombros y se llena de una gran satisfacción, de un sentimiento que ella describe como “lo más bonito que te puede pasar”.

EL VIAJE

En Praga inicia sus estudios de cine y televisión con la modalidad de realización de documentales. Quedó sorprendida con el desarrollo cultural de aquel país socialista y la belleza de sus teatros, las danzas, los conciertos clásicos, los museos y toda la vida cultural tan amplia. Todo esto cambió la visión del arte de Pilarte y aportó un gran bagaje a su educación como artista.

Regresa a Nicaragua en 1991. En 1996 se integra a sus labores artísticas y empieza a dar clases de actuación en el Justo Rufino Garay. En 1998 comienza a actuar nuevamente en algunas obras de teatro.

 

Cultura Alicia Pilarte teatro Nicaragua archivo

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