La mayoría de periodistas japoneses están sorprendidos por lo callado que es Keyvin Lara. Lo escriben en Japan Times y Boxing News, después del chequeo médico donde el campeón Kazuto Ioka y el nicaragüense pasaron sin problemas las revisiones. Sin embargo, Lara alberga el apetito de hacer ruido en medio de su silencio y aunque no es favorito, está relajado y como dice su preparador Wilmer Hernández: “No haya las horas que sea 20 de julio para arrebatarle la corona al campeón”.
“Vi a Kazuto Ioka muy pesado y temeroso, no quiso verme cara a cara”, señaló el retador a la corona, quien además se refirió a la adaptación. “ Estamos en un buen hotel, he estado descansando. No vine a pasear, estamos yendo al gimnasio a la hora que decimos, el pesaje será cerca y todo está accesible. Pensamos que nos harían la vida imposible, pero estos japoneses son bien amables, para el cambio de horario estábamos preparados, corríamos de noche y dormíamos de madrugada para asimilarlo desde Nicaragua”, agregó Lara.
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Lara ya terminó la preparación y solo mantiene el peso. Ayer marcó 112.1 y la pelea es en 112, pero también está haciendo sesiones de cuerda, estiramiento suaves y tres asaltos de mascoteo, indica Hernández, quien también trabaja con Román “Chocolatito” González.
“Keyvin hace sus ejercicios como si estuviera en un peso superior, como si estar en las 112 libras no lo debilitara, por eso creemos que ahí se basará su capacidad para hacer historia. Puedo asegurar de lo bien que se entrenó y por eso se siente sin problemas y con mucha fuerza”, aseguró el adiestrador.
“En un comienzo hablaban más de Ioka, pero después de ver los entrenamientos de Lara la gente ha reaccionado”, concluyó.