José Pallais es uno de los estrategas de la Coalición Nacional por la Democracia, donde se concentra la oposición nicaragüense que se quedó sin la posibilidad de participar en las elecciones cuando el poder judicial que responde al orteguismo, le arrebató el Partido Liberal Independiente a Eduardo Montealegre.
Ex viceministro de Gobernación, exdiputado y expresidente de la Comisión de Justicia y Gobernación, Pallais ahora sin un cargo público viaja desde León para discutir en la Coalición cuál es la mejor manera de sacar al presidente inconstitucional Daniel Ortega.
En esta entrevista Pallais analiza el contexto internacional para Ortega. Asegura que ya el escenario le es adverso al mandatario.
También cuenta cuáles son los pasos que la Coalición seguirá: denuncia internacional y protesta social, asegura.
¿El contexto internacional es adverso para Daniel Ortega?
Está comenzando a serle adverso. Ortega está paranoico desde luego porque también sabe leer y él lee más lo internacional que las realidades locales y él sabe bien lo que ha pasado en Suramérica, está preocupado por lo que esté pasando en Centroamérica y él ya se ve como el único líder de izquierda que está quedando en América Latina. Y eso le preocupa porque dice: si solo yo quedo, yo soy el objetivo. Los Castro tienen un arreglo (con Estados Unidos), sabe que los días de Maduro están contados… Y a Nicaragua quien la ha puesto en el radar es él por sus errores y por sus alineamientos con la Rusia de Putin. Nadie se estaba preocupando por Nicaragua.
¿Qué papel juega el sector empresarial en este contexto político que vive el país?
Ya hay una preocupación por el futuro del país que antes no existía. Se miraba un gobierno que atendía los asuntos macroeconómicos de forma responsable, que era autoritario, que la justicia no funcionaba como quisieran pero que el país marchaba y ellos podían hacer negocios, ya hoy están dudando del futuro de sus negocios por la inestabilidad que la posición de Ortega está provocando, fundamentalmente les preocupa también la confrontación que está llevando este gobierno con el de Estados Unidos y otros gobiernos que son los principales socios económicos de Nicaragua en un contexto en que el segundo importador de productos nicaragüenses como es Venezuela ya no ocupa ese rol.
¿Esto sería una fisura de las buena relaciones de Ortega con el sector privado?
Mirá, Ortega y el mismo Cosep van a tratar de recomponer esta relación. No tengo la duda de que lo harán, pero ya no va a ser en el mismo nivel que existía anteriormente porque ya el cuestionamiento y las dudas van a existir, aunque por conveniencia de los negocios tengan que llegar pues a un entendimiento. Ya no será un entendimiento profundo, igual como con Somoza ese entendimiento irá rompiéndose porque cada vez Ortega con su familia y sus negocios son una competencia desleal que ya
empieza a preocupar a importantes sectores del empresariado.
La Coalición comienza hoy una gira internacional para denunciar a este gobierno, ¿qué esperan conseguir?
Nosotros estamos alentando la solidaridad democrática que están obligados a brindar los países que son suscriptores de la Carta Interamericana, que son parte de la OEA, de las Naciones Unidas… lo importante para nosotros es informar cuál es esa realidad y tener los ojos abiertos de la comunidad internacional hacia Nicaragua.
¿Cuál es el futuro de esta Coalición opositora, se quedarán nada más con la denuncia internacional?
El futuro está abierto para una lucha muy difícil, muy compleja y me atrevería a decir incluso larga. El objetivo de la Coalición es lograr el restablecimiento de la democracia que con los últimos acontecimientos de Ortega ha retrocedido enormemente en cuanto a su calidad y el respeto a los derechos de los ciudadanos. El hecho de habernos quedado sin casilla y sin personería jurídica no es algo que asusta a los nicaragüenses, ya ha pasado en nuestra historia. La oposición a Somoza que representaba Pedro Joaquín Chamorro nunca tuvo ni partidos políticos, no tuvieron casillas y mantuvieron la lucha e incidieron enormemente en el cambio.
¿Cuándo usted habla de una lucha larga a qué se refiere? ¿Qué puede pasar en esa lucha larga?
Nosotros lo hemos planteado como una lucha no violenta, de ejercicios de civismo, de reclamo, de protesta social, de rescatar la democracia, de una presencia permanente, no estamos pensando en grandes movilizaciones que son como llamaradas de tusas que se encienden y no hay continuidad, se trata de irnos posicionando, de ir haciendo conciencia de que Nicaragua debe de vivir con institucionalidad, Estado de derecho y con democracia. Nuestra lucha está basada en organización, presencia ciudadana aunque sea en pequeños grupos… y en esta etapa de elecciones continuar con nuestra campaña que nosotros hemos llamado en la sombra y que viene desarrollándose con mucho éxito.
Ustedes dijeron que las protestas ahora iban a ser en todo el país y hasta ahora esas protestas no se han visto.
En Managua se han dado varias (protestas) los miércoles.
Pero los miércoles de protesta se venían haciendo desde hace más de un año.
Sí, pero a los miércoles de protesta se decidió ponerle fin porque ya no tiene sentido estar pidiendo observación electoral internacional para lo que ya hemos declarado que es una farsa… ahora la lucha se ha denominado una luz para Nicaragua con el ánimo de mantener encendida esa vela de la libertad y que vaya encendiéndose. La semana pasada hubo protestas en otros municipios, hay videos, fotos, no ha sido recogido en la mayoría de los medios… La idea es continuar permanentemente con la llama encendida buscando cómo incendiar de ánimos, de convicciones a los nicaragüenses y convencerlos de que valen la pena luchar por la libertad.
Usted decía que no priorizan la protesta social porque eso es una llamara de tusa, hay otras personas que pudieran pensar que es porque no tienen ustedes poder de convocatoria.
Yo no he dicho que no priorizamos la protesta social, sí priorizamos la protesta social.
Pero dijo que era una llamarada de tusa.
No, las grandes marchas, las grandes concentraciones, invertís vos una gran cantidad de recursos en eso, salió una foto, un video y después se olvidó. Nuestra estrategia es sobrevivencia en el tiempo, constancia, de concienciar y de convencer a los nicaragüenses. Hay un temor en nuestra idiosincrasia de reeditar los tiempo de guerra. Entonces ese temor paraliza a muchos… La nuestra es una estrategia de mediano plazo.
¿Ustedes creen que Ortega va a ceder a esas presiones o necesitan de un jugador externo que presione?
Está demostrado en nuestra historia que es fundamental el rol que juegan los nicaragüenses en contra de las dictaduras que hemos vivido, pero también es importante la solidaridad democrática internacional, nosotros estamos convencidos que es necesario avanzar en varios aspectos en la denuncia internacional y en la organización y motivación y en las actividades en la calle de los nicaragüenses.
Luis Callejas y Violeta Granera continúan con sus giras de campaña, Moisés Hassan está a la espera del CSE, ¿ustedes aguardan alguna esperanza de participar en las elecciones?
Ninguna. La campaña de Luis y Violeta va a continuar muy activa. Este fin de semana estuvimos en Río San Juan, no es una campaña para pedir el voto, es una campaña para explicar lo que Ortega ha hecho a la democracia, como nos ha excluido, como ha cerrado los espacios democráticos, como ha dejado sin opciones a los nicaragüenses, como las elecciones se han convertido en una farsa y para que los nicaragüenses conozcan que tienen derecho a abstenerse, a protestar a reclamar…
¿Van a pedir una personería jurídica?
Claro que sí, es un derecho que tenemos, Ortega decidió destruir el principio del pluralismo político, eso confirma que nuestra lucha es cívica, que nuestra lucha no es violenta, sino por restaurar la democracia y el primer paso es obtener la personería jurídica.
