A Wilfredo Blanco le gusta tener un pelotero a la vez. Ahí es donde se emplea a fondo para transmitir todo sus conocimientos. Ha tenido las dos firmas más altas para un pelotero nicaragüense, a Cheslor Cuthbert por 1.35 millones de dólares y a Jesús López por 950,000 dólares. Sin embargo, el adiestrador no se muestra ostentoso. Uno lo ve y no cree que ha recibido más de 500,000 dólares por el trabajo puliendo a estos peloteros. No le gustan las excentricidades, su vestimenta es la de alguien común y corriente, solo que su ojo clínico y su pericia para manejar negociaciones valen oro.
Actualmente tiene a Milkar Pérez, de 14 años, dice que dará mucho de qué hablar en años venideros, pero más allá de eso, Blanco habla con orgullo cuando le tocan el tema de Cheslor Cuthbert, es como si recordara todo lo que pasó con el pelotero desde los 14 años. Una sensación de sentimientos le recorre las venas a Blanco, sin embargo brinda su opinión objetiva de lo que pasa con su pupilo en el mejor beisbol del mundo.
¿Qué le parece el momento que vive Cheslor Cuthbert?
Desde que vino aquí con 14 años el trabajo ha sido para eso, para que mentalmente se acomode, no creo que haya tenido problemas para estabilizarse, todo ha sido muy despacio desde rookie hasta las Grandes Ligas, si hubiera saltado rápido podría afectarle, ha venido madurando poco a poco, por eso este momento no me sorprende.
¿Qué hizo diferente este año?
Cuando nosotros estuvimos entrenando cuando él vino de República Dominicana, nos planteamos que este año era el último que podía estar en el róster de 40, o Kansas lo subía o lo perdía, poniéndolo en waiver, así que se entrenó bien para atacar Triple A y ser el mejor para cuando lo llamaran a las Mayores.
¿Cómo trabajó la parte mental?
Cuando uno empieza a trabajar con los niños por años es más fácil, esto no se puede hacer de un día para otro, he venido enseñándole como es el beisbol profesional, los momentos difíciles, las frustraciones y eso es el porqué los tengo tres años en mi casa, cuando no están conmigo es porque están en la escuela. Así trabajé a Cuthbert.
¿Cómo vaticina a Cuthbert en esta campaña?
Cheslor es de aquel tipo que batea hit en todos los juegos, siempre busca el imparable con mucha garra, la inconsistencia es de aquel tipo que batea cinco hit hoy y luego falla hasta 10 turnos. Cheslor no es así, cuando encuentra el primero busca el segundo, él juega 162 juegos y si batea 162 hits es casi uno de .300 y está preparado para cuando vienen los malos momentos.
¿Con cuántos jonrones podría terminar?
Con el poder es lo más difícil de vaticinar, no puedo decir que este muchacho va a tener poder, uno mira la distancia, una cosa es la distancia y otra es el jonrón en el juego, podés medir la fuerza en la práctica pero no en el juego, las proyecciones es en lo que han hecho, lo que yo creo es que será un jugador de 20 a 25 jonrones.
¿Cómo valora el guante y el correr sobre las bases de Cheslor?
Nadie pone a robar a un corredor promedio, es el corredor average. En la parte del guante ahorita el equipo lo tiene como un 60 que es un grado superior al que fue firmado que era un 50. Él ha hecho muchas jugadas, ha realizado seis errores en casi una temporada, normalmente entre 15 y 25 errores son los que se hacen y los que ganan guante de oro hacen entre 1 y 10.
¿Qué le ha comentado que ha sido lo más difícil para él?
Nada, la idea es que llegue y juegue sin presión, este es un juego, yo siempre le decía cuando íbamos en el auto que asusta saber que es un juego y que pagan tanto por divertirte. Es fuerte mentalmente, ese es un deporte que te lleva frustraciones. El beisbol es el más difícil de todos, te aplauden por el fracaso. Podés dar tres hits en 10 turnos y sos una estrella.