14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Venezuela
Ramón Maldonado García

Santo Domingo de Guzmán

En relación con las fiestas de Santo Domingo de Guzmán en Managua, su inicio no se remonta al año 1855, cuando fue encontrada la pequeña imagen de 20cm por un leñador de apellido Aburto, en la corteza de un árbol en Las Sierritas de Managua. Escritos dicen que estas festividades existían desde el año 1853. Se hablaba de la celebración de esas fiestas en la recién erigida capital de Nicaragua, que en ese tiempo era una aldea de pescadores, que pasaron por Acahualinca y se ubicaron en las riberas del lago de Managua.

En Las Sierritas se cultivaba maíz. Aquí se originó la creación de un culto a una de las deidades de la cultura mesoamericana: la del maíz, culto practicado aquí. Y como los cazadores y pescadores de Managua complementaban su alimentación con maíz, al final de la cosecha se dirigían a Las Sierritas para traer la imagen de Santo Domingo, la que llevaban de regreso después de una breve temporada en Managua.

Por eso, cada primero de agosto los creyentes de Santo Domingo de Guzmán van a Las Sierritas y traen en procesión su imagen hasta la iglesia de su nombre en el centro de la vieja Managua. ¿Por qué Santo Domingo de Guzmán es considerado el patrono de Managua? Uno de los grandes escritores e historiadores de Nicaragua, don Jorge Eduardo Arellano, en un fragmento de un artículo suyo dice: “Porque el patrono implantado por el proceso de dominación española fue otro: Santiago, el santo conquistador”. No se olvide que se halla esculpido en el frontis de la primera Catedral de Managua, a los pies de la imagen de Cristo, montado y blandiendo la espada contra los moros.

“Pero la población indígena de Managua, por el sustrato primitivo y dentro del sincretismo operado de la época colonial, prefirió de patrono al santo católico y fundador de la Orden de los Predicadores”, afirma don Jorge Eduardo Arellano.

En la celebración se incluye un pequeñísimo perro que acompaña a la imagen de Santo Domingo, y que representa al dios del maíz Xolotl. Y el barco representa la canoa en que transportaban a Xolotl los indios y caciques de las tribus establecidas en la Managua prehispánica.

Pero con el tiempo esta celebración ha sufrido transformaciones y se ha distorsionado su verdadero contenido. ¿Por qué muchos de los que van en la procesión bailan al santo y algunos lo hacen en estado de ebriedad?

En lo que se sabe de la vida de Santo Domingo, no tuvo que ver nada con el baile. ¿Por qué la costumbre de pintarse la cara de color negro y pintar a los demás con ese mismo color? ¿Por qué algunos políticos, sobre todo en tiempos preelectorales, les gusta asistir y formar tribuna en un acto de esta naturaleza?

Se ha alterado la pureza de la tradición primitiva indígena, y el verdadero contenido y sentido de esta popular y grandiosa fiesta de Managua y Nicaragua entera. En la multitud podemos ver personas que no parecen creyentes ni devotos de la verdadera tradición y obra de Santo Domingo.

Hoy predomina lo comercial, lo publicitario, lo irreverente y hasta imágenes de carnaval. La religiosidad y la fe han sido minimizadas. Pienso que deben separarse los conceptos verdaderamente tradicionales de lo demás, sin excluir nada ni a nadie, ni limitar la libertad de culto y expresión, mucho menos irrespetar la fe católica y lo grandioso de esta tradición nicaragüense.

 El autor es médico.

Opinión Managua Santo Domingo Santo Domingo de Guzmán archivo
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí