Zoilamérica Ortega Murillo, la hija de la primera dama Rosario Murillo que vive en el exilio en Costa Rica, dijo que la candidatura de su madre a la Vicepresidencia es una muestra de debilidad y de la violencia interna del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
“Es una candidatura impuesta. No había otra manera de darle ese lugar. Dentro del FSLN es una persona temida”, dijo Ortega Murillo vía correo electrónico.
Ortega Murillo denunció en 1998 al presidente inconstitucional Daniel Ortega —quien es su papá adoptivo— de abuso sexual. Su madre, la hoy candidata a la Vicepresidencia apoyó a su marido y tildó a Zoilamérica de “mitómana”.
“Me corresponde observar cómo la candidatura es la extensión de la complicidad del mismo abuso que yo viví, hoy extensivo a la práctica política”, dijo Ortega Murillo.
Según Ortega Murillo, su madre es quien más divisiones genera en el FSLN por la destitución de funcionarios y alcaldes.
“Yo hice una denuncia contra Daniel Ortega, y respondió Rosario Murillo. Daniel Ortega se escondió tras la figura de ella y del partido para no enfrentar los tribunales. De eso nace una suerte de complicidad”, expresó Ortega Murillo.
Ortega Murillo dijo que la candidatura de la primera dama a la Vicepresidencia la define. “El tiempo ha confirmado mi denuncia… Hay evidencias, hechos, responsabilidades sobre la situación actual de Nicaragua, que la caracterizan”, resaltó.
“Pretende legitimar su forma de ejercer el poder. Su estilo de liderazgo. (Es) la justificación a una forma de conducción que repite patrones de violencia. Y de las violencias más lamentables. Las de una mujer que necesita recibir de un hombre el poder. Solo con el poder que Daniel Ortega le ha otorgado, ella ha podido llegar hasta donde hoy está”, dijo Ortega Murillo.
FEMINISTAS SE PRONUNCIAN
Las feministas y defensoras de derechos humanos también se pronunciaron sobre la candidatura de Murillo.
“Es un discurso que pretende maquillar sobre la base de la impunidad, una violación de derechos humanos y particularmente la vida y el desprecio que se ha hecho de una denuncia tan grave de violación sexual como es la de Zoilamérica Narváez”, sostuvo Juanita Jiménez, del Movimiento Autónomo de Mujeres, al referirse al discurso de Ortega el martes por la noche resaltando la equidad de género.
“No me siento de ninguna manera, representada por Rosario Murillo”, señala la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez.
En cuanto a las pretensiones de continuismo de Ortega en el poder y esta vez llevando como compañera de fórmula a su esposa, Núñez apuntó: “Es una experiencia inédita”, y aunque dijo que si bien es cierto que en América Latina han habido antecedentes de nepotismo “nunca se había dado una situación de que un hombre al frente del poder ejerciendo de la manera más arbitraria y autoritaria como lo está ejerciendo, decida otra arbitrariedad mayúscula en una muestra de desconfianza total y absoluta a toda la gente del Frente Sandinista… y solamente confíe en la persona (con la) que duerme todas las noches (…) eso es paranoia, eso es miedo”.
La periodista y defensora de mujeres, Patricia Orozco, reaccionó: “Nosotros aspiramos a que las mujeres que obtengan cuotas de poder sean mujeres que defiendan los derechos de las mujeres”.
PREOCUPA MODELO
La feminista Luz Marina Tórrez refirió: “A nosotras no nos preocupa la candidatura de la Rosario como mujer, a nosotros nos preocupa una candidatura de irrespeto a la democracia, de continuar en el poder y de continuar en este modelo que se está implementando, que en relación de las mujeres deja mucho que desear”.
DEBATE JURÍDICO SOBRE CANDIDATURA DE MURILLO
Para el jurista José Pallais Murillo, está inhibida de ser candidata a la Vicepresidencia de la República porque afirma que la Constitución Política establece entre las prohibiciones para optar al cargo “la relación familiar directa” con quien ocupe o haya ocupado la Presidencia en el período previo a una nueva elección general.
Pallais explicó que esa prohibición se incorporó en la reforma constitucional de 1995, y fue dirigida por los sandinistas para evitar que el yerno (q.e.p.d.) de la entonces presidenta, Violeta Barrios de Chamorro, y exministro de la Presidencia, Antonio Lacayo, fuese candidato presidencial y se enfrentara a Ortega.
En la reforma constitucional de 2014 el artículo 147 no se modificó en lo referente a las prohibiciones para optar a presidente y vicepresidente. Lo que eliminó la mayoría de legisladores sandinistas, que controlan la Asamblea Nacional, en esa reforma fue la prohibición a la reelección consecutiva para permitir a Ortega retener el gobierno sin obstáculos legales.
Pallais explica que la legislación moderna acabó con la interpretación que se hacía bajo el Código napoleónico: el matrimonio por ser un contrato, los cónyuges no eran familia. “Eso ya fue superado ampliamente por las legislaciones modernas y ya se reconoce que la familia se constituye desde el mismo matrimonio o relación de hecho estable”.
Sin embargo, Óscar Castillo, también especialista en temas constitucionales, sostiene que no hay prohibición para la candidatura a vicepresidenta de Murillo porque la palabra “cónyuge” no fue incluida en el artículo 147 de la Constitución Política, como parte de los parientes del presidente imposibilitados de ser candidatos.
“No se dejó una prohibición expresa para los cónyuges y por eso considero que ella (Murillo) no está inhibida de ser candidata a la Vicepresidencia, a la Presidencia, para ser alcaldesa, diputada, ni siquiera para ministra”, afirmó Castillo.
La explicación de Castillo es que hay un vacío “intencional” dejado en el artículo 147 de la Constitución para quienes se les impide buscar la Presidencia y Vicepresidencia de la República.
“Esta gente calcula todo fríamente, recuérdese que incluso doña Rosario ya ha venido reclamando esa cuota de poder. Ya tenía la mitad del poder en teoría, por arreglo con Ortega, ahora lo tendrá por disposición (legal) porque (las elecciones) están más que arregladas, y ella va a tener más cuotas de poder”, analizó Castillo.