La situación del derecho al saneamiento en Nicaragua es preocupante pues un elevado porcentaje de familias no tienen acceso mejorado a instalaciones higiénicas y en otra parte de las comunidades se observa la defecación al aire libre, da a conocer un informe de la organización ONGAWA Ingeniería para el Desarrollo Humano.
Dicho informe coincide con la Organización Panamericana de la Salud (OPS-OMS), que indica que en los últimos años Nicaragua no ha superado el déficit en la cobertura del sistema de alcantarillado sanitario, lo que representa un problema para la salud pública, afirma Sergio Gámez, de la Red de Agua y Saneamiento de Nicaragua (Rasnic).
Gámez explicó que en las zonas rurales no hay alcantarillado solo letrinas, que son insalubres porque se convierten en criaderos de ratones y cucarachas, pero es muy difícil cambiar esta realidad cuando ni la parte semiurbana de las ciudades a nivel nacional cuentan con alcantarillado sanitario.
En el estudio que realizó ONGAWA además informa que una proporción elevada cuenta con instalaciones en condiciones sanitarias o de infraestructura deficientes poniendo en riesgo la seguridad de las familias.
“Hay una proporción considerable de familias que ha expresado una baja privacidad o incomodidad al usar las instalaciones de saneamiento no mejorado (letrinas), así como insatisfacción con la localización de la instalación. Además sólo una de cada tres familias cuenta con instalaciones para el lavado de manos con jabón”, se lee en el informe.
CENTRO EDUCATIVOS AFECTADOS
Otro problema que refleja el estudio es que también los centros escolares son afectados por el desabastecimiento de agua potable y el déficit de saneamiento.
“Uno de cada cinco centros educativos no cuenta con instalación de saneamiento, situación que es incluso es peor en los centros de salud, donde cerca de la mitad no tiene ningún tipo de instalación sanitaria” se lee en el estudio.