Con el avance de la edad se producen cambios negativos o involución por disminución de todos los metabolismos.Por ejemplo, en adultos mayores se da la disminución de estatura, especialmente en mujeres, por la disminución del tamaño de las vértebras con osteoporosis. A esto se asocia a sarcopenia o disminución del grosor de las fibras musculares esqueléticas.
Sabemos que con el paso de los años se detecta un encogimiento del cerebro o disminución del volumen que en promedio normal es de 1,440 gramos, lo que produce pérdida de la memoria y de las capacidades cerebrales.
La Universidad de Escocia realizó una investigación con 638 personas de 70 años de edad a las cuales se les realizó Tomografías computarizadas (TAC) para confirmar la sospecha de que la edad conlleva disminución del tamaño o encogimiento del cerebro.
La investigación duró tres años en adultos mayores que practicaban y en quienes no practicaban actividad física. Se tomaron en consideración la edad, sexo, salud e inteligencia antes de la investigación.
Cuando tenían 73 años se les realizó un estudio de imágenes más avanzado que es resonancia magnética nuclear (RMN) para analizar cambios en el cerebro.
Se demostró que quienes practicaban ejercicio regular evitaban o retrasaban la aparición de la demencia tipo enfermedad de Alzheimer. La explicación es porque se incrementa el flujo de sangre al cerebro, y por lo tanto el oxígeno y nutrientes.
A través de la RMN se detecta incrementado el volumen de la sustancia gris del cerebro donde se originan las percepciones, emociones y hasta la memoria a corto plazo.
La importante conclusión es que caminar varias veces a la semana (150 minutos) logra el anterior efecto beneficioso de evitar el encogimiento del cerebro y mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.
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