La juez Iveth Pineda, titular del Juzgado Sexto Local Penal de Managua, declaró culpable este 12 de agosto al doctor David Páramo por la muerte de la paciente Lizandra Jarquín, a quien el procesado le practicó una cirugía plástica de liposucción y aumento graso de glúteos, el 17 de junio de este año.
Según la judicial, el procesado violó las normas elementales del debido cuidado, no cumplió con el consentimiento informado, valoró mal a la paciente, sobrepasó el límite de extracción de grasa y aumentó el riesgo de muerte de la paciente.
“La falta de cuidado debido durante el proceso quirúrgico realizado por el doctor Páramo está íntimamente ligado al deceso de Lizandra Jarquín, en consecuencia lo declaro responsable de homicidio imprudente de Lizandra”, dijo la juez Pineda, después de tres días de juicio.
“NO HAY SORPRESA”
Los familiares del médico procesado manifestaron que no estaban sorprendidos del fallo, porque provenía de un juicio parcializado, donde Páramo se había quedado en indefensión.
“No es sorpresa. Ya sabíamos que lo iban a declarar culpable, desde el momento que le eliminaron los ocho testigos, si no te permiten defenderte ¿cómo vas a ganar?”, dijo María Fernanda Páramo, hija del procesado.
Mientras tanto, Karina Duarte, abogada de Páramo, dijo que el fallo de culpabilidad también lo esperaba. “No me asombra. Fue un juicio parcializado y contra eso no se puede. Desde el momento que me eliminaron los testigos, que no quisieron que el especialista en Cirugía Reconstructiva, director de Operación Sonrisa, viniera a declarar, había intención de condenarlo. ¿Cuál fue el miedo?”, se preguntó la defensa.
Duarte también agregó que apelará el fallo e insistirá con las irregularidades que considera existieron durante el proceso, como la incorporación de un médico cirujano que no cumplía los requisitos para participar en la auditoría médica practicada al expediente clínico de la paciente Lizandra Jarquín, quien murió producto de una embolia grasa masiva, después de ser intervenida quirúrgicamente por el doctor Páramo.
Lea: Médicos a favor de Páramo en el Cenidh
SATISFECHOS
Al otro extremo de la Sala de Juicio, Sandra González, mamá de la víctima y el viudo Léster Rodríguez se mostraban satisfechos por los resultados del proceso, pues consideran se está sentando precedente al castigar a un médico que cometió negligencia médica, para que no existan más casos como el de Lizandra.
La fiscal Kenia Jirón, quien llevó el caso en representación de la víctima, también se mostró contenta con el resultado obtenido.
ALEGATOS FINALES
Durante los alegatos finales, la fiscal Jirón se concentró en los resultados de la auditoría médica y el dictamen de junta médica realizada por los médicos forenses, pues las dos coinciden en que el médico Páramo falló a las normas del debido cuidado y provocó una embolia grasa masiva a la paciente, lo que conllevó a un edema pulmonar y cerebral, causando la muerte de la joven.
Además aseguró que el médico procesado no informó a la paciente sobre el proceso a practicarle y los riesgos. “Le informó de una liposucción y le practicó una megaliposucción, cuando su cuerpo no estaba apto para esto por su masa corporal de 71 kilogramos”, sostuvo la fiscal.
También señaló otros errores, como el no haber especificado el grado de concentración de la solución Klein que el cirujano inyectó a la paciente, así como haberle inyectado 7 litros de esta sustancia y haber sacado 8.2 litros de grasa del cuerpo, cuando lo que establece la norma internacional es del 3 por ciento del peso total de la paciente.
Los argumentos finales de la defensa de Páramo se centraron en la ilegalidad de la auditoría médica, por no cumplir requisitos normativos y considerar que el dictamen forense es incompleto, porque no estudió la inyección de grasa en los glúteos de la paciente y solo se centró en la liposucción.
La pena máxima por el homicidio imprudente es de cuatro años de cárcel más la inhabilitación de la profesión por el mismo período de la condena, según el Código Penal de Nicaragua.
PÁRAMO SUGIRIÓ EXHUMACIÓN
El doctor David Páramo, antes de ser declarado culpable, tomó la última palabra y sugirió la exhumación de la joven Lizandra Jarquín, para estudiar la cirugía que se le hizo en los glúteos y ver si ahí se dio la causa de la fatalidad, pues considera que el dictamen forense está incompleto. También señaló a los médicos forenses de “empíricos” y de “satanizar” su proceso quirúrgico. Sin embargo, la juez Iveth Pineda respondió que lo que no fue ofrecido como prueba en el juicio no podía ser valorado.
El galeno también dijo que él había sacado grasa de ocho partes del cuerpo de Lizandra, entre estas piernas, brazos, abdomen, pero que lo había hecho por parte y no de una vez y si inyectó 7 litros de solución Klein y extrajo 8.2, quiere decir que solo extrajo 1.2 litros de grasa corporal, lo cual es aceptable.
Además dijo que sí informó a la paciente del procedimiento a realizar y que le explicó que debía llegar con un acompañante y nunca vio ni a la mamá ni al marido de esta acompañarla a la clínica.