14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Gsustavo Porras

El diputado sandinista Gustavo Porras, junto a la pareja presidencial, en un acto partidario en la capital, celebrado en 2010. LAPRENSA/ ARCHIVO

La cuota de poder del sindicalista Gustavo Porras

Gustavo Porras exigió aumentos de salario, promovió huelgas, levantamientos contra el sistema y cultivó un discurso tan agresivo contra el capital contra el imperialismo norteamericano.

Durante dieciséis años sin tregua (1990-2006), el rostro de las huelgas impuestas por los sindicatos contra los gobiernos de turno, un repertorio que incluyó el estallido de morteros, amenazas y quemas de llantas en las calles, fue un médico sandinista, que ahora tiene 62 años, a quienes sus enemigos políticos llamaban “desestabilizador”.

En nombre del Frente Nacional de los Trabajadores (FNT), una de las centrales sindicales más grandes del país, o de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetsalud), Gustavo Porras exigió aumentos de salario, promovió huelgas, levantamientos contra el sistema y cultivó un discurso tan agresivo contra el capital como en un día fueron los de su jefe, Daniel Ortega, contra el imperialismo norteamericano.

Diez años después del ascenso al ejecutivo del caudillo sandinista, Porras cumplirá 14 años ejerciendo como diputado, veinte años al frente del FNT y otros tantos no precisados en su biografía oficial como parte de la Dirección Nacional del FSLN.

Las arengas son asunto del pasado en su currículum, que se ha alimentado en cambio por casos de corrupción de allegados y por el incremento de sus bienes desde 2007, lo cual nunca ha explicado.

“Se callan, porque ahora su negocio es callar, para eso los alimentan con recursos económicos”, dice el escritor Onofre Guevara, coautor del libro El Movimiento Obrero en Nicaragua, al analizar la situación de ese sistema de organización que tiene 94 años de existencia si se toma en cuenta que los primeros sindicatos se fundaron en 1922.

Guevara ni siquiera recuerda la última protesta pública de los sindicatos de Porras, la que ocurrió el 25 de julio de 2016 en un hospital en Managua. Decenas de trabajadores cerraron las puertas —también a la ministra de Salud—, de la sección de emergencias, porque se solidarizaban con una afiliada de Fetsalud, señalada de encubrir el robo de un bebé a principios de junio.

Para Ana Quirós, directora del Centro de Información y Servicios de Asesoría de Salud (Cisas), el papel de Fetsalud se mostró distorsionado, dado que no actuó con base en la defensa de los derechos laborales de sus afiliados, sino “en defensa frente a un delito común de uno de sus dirigentes”.

Huérfanos hasta ahora de una declaración oficial de la Federación, Quirós se acuerda que lo único público fue la visita de Porras a la dirigente investigada en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial en Managua.

LA LISTA DE DIPUTADOS

El 2 de agosto pasado, cuando se vencía el término para inscribir las candidaturas de los partidos políticos, horas antes de que se conociera que la primera dama Rosario Murillo sería la candidata a vicepresidenta de Ortega en la búsqueda de su reelección en noviembre, el FSLN reveló su lista de candidatos a diputados.

En las filas de ese partido no sorprendieron los nombres de algunos candidatos que siempre han estado ahí, pero sí llamó la atención que 18 provienen de los sindicatos. Los postulan como titulares o suplentes.

“Leí la lista de diputados ‘sindicalistas’, y encuentro que aparte de Porras, (José Antonio) Zepeda, (Luis) Barbosa, (José Ángel) Bermúdez y (Freddy) Franco, que son viejos zorros, los demás son nuevos y desconocidos para mí. Eso significa, que esos nuevos son menos confiables, porque son hechura de los viejos oportunistas. Pudiéramos decir también que ya fueron hechos con el molde y el sello orteguista al ciento por ciento”, dice Guevara.

En este gobierno, el sindicalismo vive sus horas bajas. Según el escritor, los mismos vicios de antes son los que hoy persiguen al movimiento obrero. “Cuando se produjo la expulsión de los interventores (1933) y el asesinato de Sandino (1934) apenas se había iniciado el período de organización sindical, surgió la dictadura de Somoza García, con la cual comenzó un período histórico en que la lucha sindical se vio obligada a enfrentar varias formas de agresión con las que se pretendió ser desnaturalizada o destruida: la represión militar; la atracción e infiltración política ideológica en el sindicalismo; la corrupción de algunos dirigentes sindicales atraídos por medio del dinero, empleos públicos de menor cuantía y su conversión en agentes políticos del somocismo dentro de los sindicatos. Esas siguen siendo las mismas formas de lucha por la independencia o por la dependencia del sindicalismo hasta hoy frente a sus adversarios de clase, desde luego, con otro actores y en otras condiciones. Por desgracia, y por ahora, esta lucha la está perdiendo el sindicalismo”, lamentó Guevara.

Para los dirigentes de los sindicatos, sin embargo, el rumbo del país va por el camino correcto. Fueron los primeros en proclamar la reelección de Ortega en abril pasado, mientras celebran un mayor número de agremiados. Según Luis Barbosa, secretario de la Central Sandinista de Trabajadores (CST), existen más de veinte organizaciones sindicales en el país.

Barbosa es candidato a reelegirse como suplente en la Asamblea Nacional, está en el puesto número ocho de la lista de candidatos a diputados nacionales, pero quizás lo anterior se explique en que, junto a su cargo en la CST, participa de la cúpula de la FNT de Porras. Uno de los ejes discursivos de Barbosa, con los que ensalza al Gobierno, es el diálogo entre la empresa privada, el ejecutivo y los trabajadores, lo que atribuye a Ortega.

Se muestra además entusiasta con la reelección del caudillo sandinista y la cuestionada candidatura de la primera dama Rosario Murillo como vicepresidenta del FSLN. El sindicalista hasta se extraña que le pregunten cuáles son las cualidades que ven en Murillo para respaldarla.

“¿Cualidades? ¡Todavía las preguntás! (Murillo) las tiene todas. Es una mujer abnegada, una mujer que ante cualquier desastre está al pie del cañón. ¿O es mentira que cuando hay una inundación está ahí monitoreando? Una mujer comprometida. Cualidades tiene de sobra y principalmente es mujer con capacidades y la mujer necesita un espacio en nuestro país. Se lo ha ganado a pulso”, exalta Barbosa.

Murillo divide sin embargo opiniones en el FSLN. Alabada por unos, otros la señalan como autoritaria por ejercer de facto una cuota del 50 por ciento del poder por designio de su marido.
Los señalamientos, sobre la complicidad de los sindicatos con el actual régimen, son rechazados por el veterano sindicalista Barbosa, quien dice ser “respetuoso de los señores de la tercera edad, a veces atrofian su pensamiento”, dice en referencia a Guevara.

 

Reconquistado el poder, (Daniel) Ortega captó y neutralizó a los líderes y los utiliza para frenar cualquier actividad reivindicativa independiente de los sindicatos

ONOFRE GUEVARA, historiador del movimiento obrero.

 

A LA DEFENSA DEL RÉGIMEN

Barbosa dice que el número de trabajadores afiliados a los sindicatos aumentó de 65 mil a 116 mil en el área de textiles bajo la gestión de Ortega. Dice que se respeta el salario mínimo y hace hincapié en las diferencias con la situación del país en el período 1990-2006.

“¿Cuántas veces se negoció el salario mínimo en los tres gobiernos liberales (1990-2006): seis veces? ¿Cuántas veces se ha negociado en los últimos diez años: veinte veces? Se cumple con la ley. Vos le tenés que dar el mérito a quien está respetando la ley. Somos leales a quienes son leales con los trabajadores. El comandante Daniel ha demostrado su lealtad”, dice Barbosa. El sindicalista es de quienes afirma que la selección de los candidatos a diputados, que son sindicalistas, obedece a un reconocimiento al trabajo que realizan.

Sin embargo, Guevara reitera que en la actualidad los sindicalistas son “instrumentos del orteguismo”. En los años ochenta, el FSLN intentó secuestrar el movimiento obrero. El historiador dice que eso ocurrió cuando se erigió la Central Sandinista de Trabajadores sobre las bases de los nuevos sindicatos y los sindicatos históricos de la CGT.

El FSLN impuso entonces como dirigentes a cuadros obreros carentes de experiencia sindical.
“Los líderes impuestos marginaron a los dirigentes experimentados, adaptaron la agenda del FSLN al sindicalismo y abandonaron la lucha por las reivindicaciones inmediatas de los trabajadores”, añade Guevara.

No se trata de evadir, cada quien asume su responsabilidad. No se trata de lanzar a los trabajadores al despeñadero solo por darle gusto a alguna persona.

LUIS BARBOSA, Secretario general del CST-JBE

 

LA MISIÓN DE PORRAS

En 2006, a las puertas de los comicios presidenciales en los cuales Ortega regresó al poder, en una reunión entre el candidato del FSLN y Porras se delineó la estrategia con los sindicatos. El objetivo debería ser neutralizar a los sindicatos rivales, pero también a los propios. Guevara cita una carta enviada por Porras a Iris Montenegro, actual diputada y dirigente de Fetsalud-Managua, en la cual Porras le transmitió la orden de Ortega. “Más claro que eso, imposible”, comenta el escritor.

“Debemos continuar la tarea de lograr —dice la comunicación citada por Guevara— que Fetsalud disminuya su beligerancia para que al estar en el Gobierno contemos con una fuerza sindical adormecida y que apoye los planes y estrategias del Minsa que será administrado por nuestro partido en el poder y sirva de barrera a las otras organizaciones sindicales que tratarán de levantar protestas y reclamar sus derechos”.

El 29 de abril, de 2016, Porras al apoyar la candidatura de Ortega, enfatizó en público durante su discurso, “así lo vamos a hacer porque es el candidato histórico nuestro, profético, porque nos sacó del foso de los leones, por algo se llama nuestro candidato Daniel” .

CANDIDATOS

Según la lista oficial del FSLN, hay al menos 18 candidatos a diputados que son sindicalistas, una docena de ellos van en las candidaturas nacionales. La lista la encabeza Gustavo Porras, quien va de candidato número cinco. Su suplente Evile Umaña también proviene del Frente Nacional de los Trabajadores.

Pero además está la segunda de Porras a nivel nacional, Justa Pérez, que fue suplente de José Figueroa en la legislatura saliente, y ahora es suplente del diputado Wilfredo Navarro.
Busca la reelección también el diputado José Antonio Zepeda, de la Asociación Nicaragüense de Educadores (Anden). Su candidata a suplente proviene de las filas sindicales, Martha Jamileth Velásquez.

LA PRENSA confirmó otros nombres: Luis Barbosa, quien ya era suplente; Juana de los Ángeles Molina, ya es diputada; Andrés Esteban Zamora, de Fetsalud; el profesor Freddy Franco, de la FNT; Melciades Adrián Martínez, de los trabajadores por cuenta propia. Son de la misma organización de Porras. Otro es José Ángel Bermúdez Lazo. En la lista por Managua se añaden Maritza del Socorro Espinales, Domingo Pérez (de la Unión Nacional de Empleados), Róger Cajina, Sergio Mercado y Enrique Javier Beteta, este último secretario general del Minsa y miembro de Fetsalud. Siete de los miembros de la lista total van como candidatos titulares y 11 como suplentes.

MILITANCIA SANDINISTA

En la defensa pública que en el pasado hizo el diputado sandinista Gustavo Porras sobre la actuación de sus sindicatos, siempre ha reconocido que son de militancia sandinista. A lo largo de estos años, además de su cercanía con Daniel Ortega, han sido señalados públicamente de perseguir a otros sindicatos. En abril pasado, Roberto González, dirigente de otros sindicatos sandinistas, mostró preocupación por irregularidades que afectaban a los trabajadores afiliados a su organización. Sin embargo, no responsabilizó a Ortega. Fue una crítica tímida.

Puede interesarte

COMENTARIOS

  1. Trabajadores al poder
    Hace 8 años

    Sindicalismo basura y corruptos, todos son iguales, ninguno de esos lideres trabajan, y entonces de donde tienen el dinero para comer? Seguro que vendiendo sus principios y traincionando a los suyos!!!

  2. Corrupción sindical.
    Hace 8 años

    José Benito Escobar. Presente, presente, presente!!! Pobre José Benito Escobar se debe estar revolcando en su tumba, al ver la avaricia y corrupción de los actuales “lideres” borregos.

  3. CST
    Hace 8 años

    Están tan mal, que ahora hasta los antimontines les hechan y se quedan como si nada, ni en los perores momentos del NEOLIBERALISMO salvaje la policía entró a un centro de trabajo a reprimir a la clase trabajadora, eso sólo SOMOZA lo hacia. Que coincidencia!!!

  4. Sandino vive
    Hace 8 años

    Pobre dirigencia sindical, ahora arrodillada al PATRON estado, y consecuentemente a los PATRONES PRIVADOS por la “alianza” que el gobierno y los empresarios tienen.

  5. Jaime Gomez
    Hace 8 años

    Eso se llama Inversion. En aquellos tiempos trabajaba para desestabilizar los gobiernos, desde abajo, ahora esta recibiendo sus dividendos desde arriba. Todo lo que tiene q hacer es callar y tapar los hoyos q hace la corrupcion Orteguista, donde el es tambien protagonista. Asi se sangran a los pueblos, donde unos cuantos viven bonito y las mayorias luchando el dia a dia. Lo lamentable es q muchos siguen a estos falsos como el burro a la zanahoria.

    1. Bon4013Leon.
      Hace 8 años

      buena

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí