Por si acaso parpadeó y no pudo ver a Usain Bolt en su vuelo hacia la medalla de oro en los 100 metros, hoy tiene una nueva oportunidad en la primera ronda de los 200.
De hecho, esta es su semana. Luego vendrán las semifinales y finales de los 200 y después el relevo 4×100. Pero debe estar atento. Bolt se desplaza como una bala.
En realidad, da la impresión que Bolt corre como él desea. Es cierto, su enorme estructura física le obliga a tomarse un tiempo para entrar en calor, pero cuando acelera, no se le ve ni pasar.
Quizá sin proponérselo, Bolt dramatiza sus carreras. Inicia con explosividad moderada, pero cuando alcanza la velocidad de crucero, es electrizante e inalcanzable para sus rivales.
Ver a Justin Gatlin al frente por los primeros sesenta metros, sirvió únicamente para que Bolt apurara el paso y pusiera todo en orden. A él le toma 41 zancadas lo que otros hacen en 44 o 46.
Aún así, Bolt ha hecho un tercio de la meta que puso en sus hombros: ser triple-triple. Le faltan los 200 metros y el relevo 4×100. Y aunque la lucha no será fácil, no se crea que tenga obstáculos.
No obstante, hay cuatro corredores que han hecho mejores tiempos en los 200 metros que Bolt este año. El más veloz ha sido LaShawn Merritt con 19.74 segundos. El mismo Galtin hizo 19.75.
Bolt en tanto, tuvo como mejor registro este año 19.89 obtenido en Londres el mes pasado. Sin embargo, dada su habilidad para conseguir lo improbable, quizá no sea prudente apostar en contra.
Después de verlo pulverizar la ilusión de un Gatlin desbocado, Bolt parece listo para desplegar de nuevo esa exuberancia atlética que ya lo instaló en la inmortalidad.