La Coalición Nacional por la Democracia (CND) dio a conocer ayer una proclama en la que, después de analizar las últimas agresiones de la dictadura orteguista contra la oposición democrática, califica las elecciones del próximo 6 de noviembre como una farsa y llama a no votar.
También los 27 prominentes ciudadanos que se han unido en memoria de los otros 27 nicaragüenses que, en 1974, proclamaron que no había por quién votar en la farsa electoral somocista que el dictador Anastasio Somoza Debayle realizó el 1 de septiembre de ese año, para imponer su reelección presidencial, han llamado a no votar en la farsa orteguista de noviembre próximo. Los nuevos 27, en una declaración que dieron a conocer la semana pasada denunciaron que “Estamos ante una burda maniobra que pretende falsear la voluntad popular y no ante un proceso electoral auténtico. En estas circunstancias consideramos como un deber moral y una obligación patriótica repudiar la mascarada electoral que ensaya la dictadura y afirmar, como aquel Grupo de los 27 en 1974: ¡No hay por quién votar!”
La Coalición Nacional por la Democracia —integrada por ocho movimientos políticos reconocidos como auténticos opositores a la dictadura de Daniel Ortega— ya estaba lista para participar en los comicios de noviembre, llevando como candidatos presidencial y vicepresidencial a Luis Callejas y Violeta Granera Padilla, respectivamente. Sin embargo, el régimen orteguista la excluyó del proceso electoral a principios de junio pasado, mediante una espuria resolución judicial y después sacó de la Asamblea Nacional a los diputados opositores que formaban parte de ella.
Ortega no quiere que participe en las elecciones la auténtica o principal fuerza de oposición, ni que vuelva a haber elecciones competitivas en Nicaragua. De allí que, como señala la CND, “las llamadas elecciones a realizarse el 6 de noviembre del presente año, serán una FARSA ELECTORAL, carente de todas las calidades que implica el sufragio electoral libre y secreto, que permite a la mayoría de los pueblos del mundo escoger a sus gobernantes en paz, libertad y tranquilidad. El régimen pretende que los nicaragüenses vayamos a votar pero que no elijamos con nuestro voto”. Y concluye la proclama de la coalición opositora que “en tales circunstancias las organizaciones que integramos la Coalición Nacional por la Democracia y la mayoría de los ciudadanos tenemos la firme convicción de no prestarnos a esa farsa, que solo contribuiría a fortalecer la dictadura dinástica que está tratando de instaurarse en Nicaragua”.
Es importante dejar claro que repudiar la farsa electoral de noviembre y llamar a la abstención, no significa renunciar a las elecciones como el medio civilizado y democrático por excelencia para cambiar gobierno y formar el consenso nacional que es indispensable para la gobernabilidad y procurar el progreso económico y social con equidad.
Pero las elecciones tienen que ser verdaderas, limpias y competitivas. Este es de nuevo el gran objetivo político a conquistar para, como dice justamente la declaración de la CND, “tener un gobierno legítimo y restaurar la democracia a que todos los nicaragüenses aspiramos”.