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Nicaragua maní

Años de inversión en el maní en Nicaragua amenazados por subsidios agrícolas de EE. UU.

Maní subsidiado de EE. UU. en mercados donde exporta Nicaragua dejaría pérdidas millonarias al maní local. No se avizora una solución.

Década y media de inversión y generación de empleo en la industria del maní en Nicaragua están en riesgo por pérdidas estimadas de hasta 25 millones de dólares anuales, producto del maní subsidiado de Estados Unidos que está llegando a los mercados donde los productores locales exportan el ciento por ciento de su producción.

Y es que desde el 2014 los productores y exportadores de este cultivo en Nicaragua no solo batallan para sobrevivir a la recurrente incidencia del cambio climático sino también con lo que consideran como competencia desleal por parte de Estados Unidos, que desde hace dos años ha destinado más de mil millones de dólares para subsidiar a sus productores de maní, una política que va en contra de las regulaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC), a cuya entidad no descarta Nicaragua recurrir.

La producción de maní en Chinandega la desarrollan unos 150 productores. LAPRENSA/ R. FONSECA.

Joaquín Zavala Kalthoff, gerente general de Comasa —principal exportadoras de maní del país— estima que solo en el 2014 debido a la política de subsidio de Estados Unidos que ha botado los precios a nivel mundial por una sobreoferta, Nicaragua dejó de facturar en sus exportaciones cerca de diez millones de dólares y para el periodo 2015-2018 se prevé que las pérdidas ronden los 25 millones de dólares cada año.

“Esto (la política de subsidio) ha provocado una sobreproducción en Estados Unidos, donde tienen unos inventarios altísimos”, explicó Zavala a LA PRENSA, al tiempo que señaló que el problema es que el consumo mundial de este grano no se corresponde al repunte en los inventarios globales de maní.

Zavala sostiene que un buen año de crecimiento en el consumo de maní en los países desarrollados —donde generalmente Nicaragua vende el ciento por ciento su cosecha— es cuando se expande entre tres y cuatro por ciento, pero aún así es insuficiente para absorber el aumento de hasta un veinte por ciento que han experimentado los inventarios de maní en Estados Unidos por la rápida expansión de su producción desde 2014.

El abarrotamiento de los inventarios en la primera economía mundial ha ocasionado que ese país (en un intento por deshacerse de ese grano almacenado) introduzca su excedente a los mercados donde Nicaragua tradicionalmente vende su cosecha, compitiendo con el maní producido en una de las tres economías más pobres de América Latina, y de cuya actividad agrícola dependen unos 20,000 puestos de trabajo.

Joaquín Zavala, gerente general de Comasa. LAPRENSA/R.FONSECA

Es cierto, afirma Zavala, que el ochenta por ciento de la producción de maní se continúa quedando en Estados Unidos (donde el consumo sigue siendo igual que antes del 2014), pero el tamaño del volumen del veinte por ciento que generalmente ese país destina a la exportación se ha ensanchado de sobremanera.

LUCHA CONTRA EL TIEMPO

Desde que Estados Unidos implementó dicho subsidio en el marco de la Ley de seguridad agrícola y de inversión rural de los Estados Unidos (Farm Bill, en inglés) en Nicaragua se han creado comitivas que han viajado a Washington para abogar por encontrar un mecanismo de compensación a Nicaragua por el daño que se está ocasionando a las exportaciones de su maní.

Cuando se aprobó y se puso en vigencia el Farm Bill en Estados Unidos, se acordó que dicha política de subsidio se revisaría cada cinco años, es decir que correspondería en 2018.

A raíz de eso, el Gobierno de Nicaragua junto con representantes del sector maní local propusieron a Estados Unidos que se buscara algún tipo de compensación a los maniceros nicaragüenses por los daños provocados por esa política subsidiaria estadounidense.

¿Qué pedía Nicaragua? Zavala explica que en las primeras reuniones que sostuvieron con autoridades de EE. UU. se les propuso la entrega casi en forma de donativo de contingentes de maní estadounidenses, para que Nicaragua lo procesara y exportara.

Los productores de maní han hecho fuertes inversiones en Occidente. LAPRENSDA/R. FONSECA.

El ingreso que se obtuviera de la venta de maní con valor agregado se redistribuiría entre los productores nicaragüenses en compensación por los daños de dicho programa estadounidense.
Esta política de compensación estadounidense se mantendría vigente hasta el 2018, cuando en EE. UU. se revisará dicho subsidio. A cambio, Nicaragua no recurriría a la OMC, un planteamiento que en un principio abrió una luz de esperanza a los maniceros nicaragüenses.

¿REPRESALIA ANTE IMPRUDENCIA DEL GOBIERNO ?

Sin explicación clara, a mediados de este año a la comitiva local se le canceló una reunión en Washington para avanzar en dicho diálogo. Y tras conseguirla de nuevo en julio pasado, Estados Unidos mostró menos interés de apoyar al país. “Creíamos que había una esperanza de que sugiera algo positivo en lo que veníamos hablando, pero en el último viaje a Washington pues estuvieron más cerrados en cuanto a tratar de ayudarnos de alguna manera”, afirma Zavala.

El presidente de la Unión de Productores Agropecuario de Nicaragua (Upanic), Michael Healy, teme que la decisión de Estados Unidos de retroceder en su iniciativa de apoyar a Nicaragua se originó luego que el Gobierno sandinista de manera repentina decidiera expulsar a mediados de junio a funcionarios de ese país que se encontraban inspeccionando varias plantas exportadoras locales.

“Creo que las actitudes que tomó este Gobierno en los últimos tres meses son las que nos afectaron y ellos están claros… Hoy por hoy la Embajada ya lo ratificó que la política de Estados Unidos hacia Nicaragua ha cambiado en los últimos tres meses”, afirmó Healy por lo que demandó al Gobierno a buscar un diálogo con ese país.

Michael Healy, presidente de Upanic. LAPRENSA/R.FONSECA.

La embajadora de Estados Unidos en Managua, Laura F. Dogu, se ha reunido con representantes del sector manicero y según entiende dicha política estadounidense amenaza “la prosperidad” de Nicaragua, pero señaló que en este momento resultaba difícil revertir varias medidas comerciales estadounidenses que afectan a varios productos nicaragüenses porque muchas de estas están consignadas en leyes, y en este momento en su país hay un proceso electoral.

El 14 de agosto, Dogu dijo en Managua durante una graduación de un diplomado financiado por EE. UU. que la sede diplomática continúa buscando reuniones para que la delegación de Nicaragua pueda sostener reuniones con autoridades del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

“Varias decisiones están basadas en leyes de Estados Unidos y para cambiar eso tenemos que cambiar la ley y estamos en las elecciones en los Estados Unidos ahora y es difícil cambiar la ley. Otras son decisiones que podemos posiblemente buscar espacios para Nicaragua y vamos a trabajar en ese asunto en el corto plazo, nosotros entendemos muy bien el impacto que pueden tener aquí (estas políticas) y queremos mejorar la prosperidad de Nicaragua”, afirmó Dogu al ser consultada por LA PRENSA.

Desde la semana pasada este Diario solicitó a la embajada estadounidense una entrevista con su consejero económico, para ahondar en las dificultades que enfrentarán en el corto plazo el sector manicero, el tabacalero y el cárnico para entrar a ese mercado, pero hasta el cierre de esta edición la delegación diplomática no había contestado.

Los productores de maní han sido afectados por sequías y ahora por los bajos precios. LAPRENSA/R. FONSECA.

SE REDUCEN ÁREAS DE SIEMBRA

Además de mermar los ingresos a Nicaragua, otro efecto inmediato que ha tenido dicha política de EE. UU. en el sector maní nicaragüense, aunado a la sequía, es la reducción en las áreas de siembra.

Salvador Baca Zelaya, presidente de la Asociación de Agricultores de Chinandega, explica que desde 2013 (cuando se llegó a cultivar más de 70,000 manzanas de maní, el nivel más alto desde que en 1991 la producción de maní comenzó a crecer) esta ha venido en reducción hasta caer a 60 mil manzanas.

Baca admite que la sequía ha incidido, pero señala que debido a los bajos precios a nivel internacional la paga no ayuda a hacer frente a los costos de producción.

Tal ha sido el bajón que antes de 2014, los precios pagados al productor local superaban los 25 dólares por quintal, pero el año pasado cayó a menos de 23 dólares. Solo en el 2012 recibieron casi 40 dólares el quintal. “El Farm Bill se va a revisar en un par de años más y esperamos que esa política cambie, porque tampoco les conviene a ellos”, afirma Baca al tiempo que confía en que la demanda de maní en China e India continúe aumentando para que los altos inventarios de maní en el mundo bajen “por lo que estamos esperando que los precios reaccionen y tengamos mejores precios este año que el año pasado”, afirma.

Salvador Baca, presidente de la Asociación de Agricultores de Chinandega. LAPRENSA/R. FONSECA

Y mientras llega esa revisión, el representante del sector manicero afirma que otra esperanza es que Argentina, el primer exportador de maní en el mundo, tenga algún tipo de problema climatológico que puedan dar impulso al precio.

AÑOS DE TRABAJO EN RIESGO

Y es que detrás del sector manicero nicaragüense hay grandes inversiones que han permitido que la producción pase de 80,000 quintales en 1991 a 4.35 millones de quintales en 2014. Este crecimiento ha posicionado a Nicaragua como el octavo exportador de maní en el mundo. Actualmente 1,200 dólares es lo que cuesta producir una manzana de maní, ochenta por ciento de la cual se financia con crédito bancario.

“En este transitar hemos pasado por momentos difíciles, fenómenos naturales extremos, sequías e inundaciones, fenómenos económicos adversos, caídas de precio y contracciones en los mercados… Nunca hemos solicitado ni recibido ningún tipo de ayuda de parte de los gobiernos de turno. Nunca hemos solicitado ni recibido ningún tipo de subsidio”, sostuvo presidente de Comasa, Miguel Zavala Navarro, en su discurso de inauguración de un edificio de la asociación en Chinandega.

Por esto y ante tal situación con Estados Unidos, Zavala Navarro pidió al Gobierno que “no le dé la espalda a occidente, que apoye públicamente al sector manicero. Hemos expresado que preferimos un arreglo que irnos a un arbitraje en la OMC. El Gobierno de nuevo debe apoyar públicamente este camino, que tendría que tomarse si no se llega a un arreglo amistoso”.

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Además dijo que se debe ejercer presión para denunciar la ilegalidad “con que está actuando los Estados Unidos y el daño que le está causando a Nicaragua”.

¿En qué consiste el subsidio de EE. UU.?

La política de subsidio a la producción de maní en Estados Unidos nació en 2012, pero se materializó en 2014, la Ley de seguridad agrícola y de inversión rural de los Estados Unidos (Farm Bill, en inglés), donde se decidió, entre otras cosas, que el Gobierno garantizaría a los productores de maní un pago por 26.75 dólares por quintal.

Entonces, esto permitió, por ejemplo, que los exportadores de maní en Estados Unidos compraran a los productores de ese país el quintal a 19 dólares en el 2015 y venderlo a menor precio en los mercados internacionales.

Los otros 6.75 dólares fueron reembolsados por Estados Unidos a sus productores para completar la paga por 26.75 dólares. Esta política ocasionó, según Salvador Baca Zelaya, presidente de la Asociación de Agricultores de Chinandega (donde están agremiados todos los maniceros del país) que las áreas de siembra de maní en Estados Unidos crecieran un 30 por ciento debido a que productores de algodón emigraron hacia ese cultivo.

IR A LA OMC ES CARO

El presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), Michael Healy, sostiene que se tiene que continuar buscando el diálogo con Estados Unidos para hallar una solución al problema del maní antes de recurrir a la Organización Mundial de Comercio, pues recuerda que llevar un proceso internacional es costoso y tardado.

 

“La demanda o reclamo ante la OMC creo que es el último recurso que nos vamos a jugar… Es mejor invertir en los siguientes tres años entre 90 y 100 millones de dólares (que es lo que costaría el programa de apoyo de EE. UU. a Nicaragua) que perder una demanda ante la OMC que le costaría millones… Es cierto que la demanda no la vamos a ganar de un día para otro porque pasaríamos seis a siete años peleándola”, dijo Michael Healy, presidente de Upanic.

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COMENTARIOS

  1. Ricardo Barreto
    Hace 8 años

    Cambien de producir mani a otro rubro. En cambio ustedes insisten a la fuerza en sembrar el rubro que más ricos los hace, y no se adaptan a los cambio económicos actuales. Dejen de llorar, y cambien a un rubro, como cebolla, ya que importamos de Holanda 50 millones de toneladas, igual maiz, y otras hortalizas anualmente.

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