Los campesinos seguidores del presidente boliviano, Evo Morales, lo proclamaron este 23 de agosto como candidato en los comicios del 2019, pese a que la mayoría de los bolivianos vetó esa posibilidad en el referendo constitucional de febrero pasado.
Un congreso de los campesinos del trópico de Cochabamba (centro), donde está la zona cocalera del Chapare, resolvió que Morales es el “único candidato revolucionario a la reelección en las próximas elecciones nacionales a la Presidencia”, según la comunicación leída por uno de los dirigentes de los agricultores, Feliciano Mamani.
La resolución argumenta que Morales debe ser el candidato “por su trabajo honesto y lucha permanente”, tras destacar que el mandatario es “un líder indiscutible a nivel nacional y referente internacional por la lucha por una patria grande con dignidad y soberanía”.
El gobernante clausuró el congreso campesino con un discurso en el que no se pronunció sobre esa resolución que pasa por alto el resultado del referendo del 21 de febrero pasado, en el que un 51.3 por ciento rechazó la aspiración de Morales de un cuarto mandato consecutivo.
Lea también: OEA detecta irregularidades en referendo boliviano pero descarta fraude
Los sindicatos campesinos, entre los que destacan los cocaleros que son la base política de Morales, también apoyaron las políticas de la llamada Agenda 2025, un programa con políticas de desarrollo para celebrar ese año los 200 años de la independencia de Bolivia.
Morales inició su primer mandato en 2006, el segundo en 2010 y el tercero en 2015, y pretendía un cuarto para el período 2020-2025, pero esa opción fue rechazada por el referendo.
Lea también: Capriles considera que victoria del No en referendo es “sano para Bolivia”
En su discurso, el gobernante destacó que este lunes es el mandatario con más años consecutivos en el poder y aseguró que “si no hay atentados” contra su vida, en 2018 también batirá el récord de Víctor Paz, que gobernó 12 años y tres meses de forma discontinua.
Además, el congreso campesino decidió ratificar por vigésima octava vez a Morales como su máximo dirigente, pese a que ejerce la Presidencia de Bolivia desde hace una década.
El mandatario recordó que la primera vez fue elegido como líder sindical de los campesinos del trópico de Cochabamba en 1988 y destacó que si sigue en 2018, cumplirá 30 años en el mismo puesto.
En ese sentido, destacó que la “estabilidad sindical” entre los campesinos del trópico de Cochabamba le permitió llegar de forma inédita a la Presidencia de Bolivia el 22 de enero de 2006.
Desde el referendo de febrero pasado, Morales, sus ministros y los dirigentes del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) han argumentado que el 21 de febrero la población votó engañada cuando rechazó la posibilidad de su nueva postulación en 2019.
“GUERRA SUCIA”
Según el oficialismo, la oposición y Estados Unidos promovieron una “guerra sucia” usando unas denuncias de supuesto tráfico de influencias a favor de la empresa china Camce, en la que trabajó hasta hace unos meses Gabriela Zapata, expareja del mandatario.
El Poder Legislativo, controlado por el MAS, exculpó a Morales de esas denuncias de tráfico de influencias, mientras que Zapata se retractó de sus primeras afirmaciones de que el mandatario era un mal padre y que no veía al hijo que tuvieron en 2007.
La mujer, que está presa desde febrero pasado acusada de varios delitos que le pueden costar 12 años de prisión, también admitió que el hijo que tuvo con Morales murió en 2009, pese a que durante meses insistió en que estaba con vida ante las autoridades.
Desde febrero, los sindicatos de campesinos afines al oficialismo han planteado varias veces la posibilidad de repetir el referendo.
La Constitución solo permite dos mandatos consecutivos, pero un fallo del Tribunal Constitucional permitió al mandatario ganar un tercer periodo, con el argumento de que el primero (2006-2010) no cuenta porque el país fue refundado en 2009.
