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Christian Santos, Diosa madre de las flores, poesía de Nicaragua,

Diosa madre de las flores

Diosa Madre Xipaltonalt por quien todas las flores son hechas Madre del atabal de mis ancestros que libaron con gozo amoroso licor de vida de cantos y flores.

DIOSA MADRE DE LAS FLORES

“La raíz misma que es la flor”.
Poesía Indígena anónima

Diosa Madre Xipaltonalt por quien todas las flores son hechas
Madre del atabal de mis ancestros que libaron con gozo amoroso
licor de  vida de cantos y flores.
Vengo a decirte madre: Yo que he amado y redondeado  dolor y gozo
he gustado del revuelo del trueno y la placidez de la brisa y
con leve cántico beso la profundidad del océano.

Diosa Madre yo que he cantado donde nace la aurora
traigo a tu regazo este mi rostro de tigra amanecida
para levantar la mirada a la altura de tu vuelo.
Recoger los recuerdos y regodearme con ellos
Madre de deleitosas flores de corazón embriagado
de blancas y olorosas flores está rodeado mi cuerpo.
Permite Madre que saboree de nuevo do empieza la sal de sus ojos

su sonrisa el penacho que corona el espesor de su sangre
y sus cánticos de amor y gala.
Sus cantos que son mi felicidad y gozo quedarán entre mis senos
conque vos Diosa Madre Xipaltonalt tuviste a bien adornarme
para quedar como collares ceñidos a su cuello y quedaran
entre mis senos de donde jamás podrá él ni deshacerse ni resarcirse
porque su alma caracol de luna se hundiría en la penumbra antes
de olvidarse de ellos.
¡Gocémonos pues dice nuestra Madre!

Gocémonos en la ternura de los cantos dadores de vida
gocémonos en los poemas florecidos de besos.
Cantemos y gocemos de paz y placer.
En paz y placer
dice nuestra Diosa Madre de la vida.
La Diosa Madre de los sueños!

TRILOGÍA DE VIDA EN EL AMOR

Diosa Madre Xipaltonalt
bendecí
los amaneceres de mi vida
con el movimiento
de las aguas en mis ojos
para que la fuerza de la pantera
esté conmigo
cuando bañe
su piel con la mirada.

Madre mía de mi vida
bendecí mi atardecer
para que mis pechos como dos luceros
enciendan el fuego
que ilumine el corazón del amado.

Diosa Madre abrí en mi seno
las compuertas del cielo
para que la pasión y la ternura
arrullen relámpagos  y truenos
cuando descubra sus alas la noche.

02

LA SANGRE QUE PULSE MIS SUEÑOS

Yo te invoco Diosa Madre
para que al llegar la madrugada
las suaves caricias del amado
puedan en mis labios en mi piel
desbocar libremente su juego.

Madre mía bendecí mi corazón
mis manos para que la sabiduría
del amor sea la sangre
que pulse el tejido de mis sueños.

SESENTAMIL PARES DE DEMONIOS SUELTOS

Sesentamil pares de demonios sueltos
sesentamil pares de sueños agitando mi pecho revolviéndolo.
Sueños desnudos, soltura de mar
bailando los demonios de la risa
del rojo iluminado al ritmo azul profundo.

Sesenta mil pares de demonios hambrientos
de vos amor a quien uno y otro día doy torrentes de luz.
Sesentamil pares de demonios
tus manos espoleando mis pezones encendidos.

Sesentamil pares de demonios fustigándome
dentro y fuera de mi pecho.
Sesentamil pares de soles
seduciendo el pulso rosachina de mi sexo.
Recurrentes manos a mis pechos
chorros de luz arando mis marañas.

Sesentamil pares de manos recorriendo
con soltura de olas, mi curva infinita de galaxia.
Tu mástil brasa, piedra angular de mi tormento.
Estallido de sol que agita mi imposible silencio.

Sesentamil pares de demonios
sembrando su puntal en mi tiempo
no poseyendo yo tu cuerpo
no poseyendo vos mi cuerpo
solo amando con sesentamil pares de demonios sueltos.

NO HOMBRE ESO NO BASTA

No  basta que tus ojos acaricien
mi piel con la mirada.

Ni  siquiera que tus palabras
endulcen mis sentidos.

No  basta
que en cada abrir
y cerrar la flor
aumenten los deseos.

No  hombre eso no basta
yo necesito amor tus manos.

Necesito el juego libre de tus manos
el pálpito de tus labios
en todas mis esferas.

Y después que hemos disfrutado
de todos los sentidos
eso no basta
no basta porque necesito
tu abrazo tibio.

Necesito
tus besos suaves
para volverme   la vida.

03

DECRETO PÚRPURA

Sobre mis pechos
sobre mi vientre de mujer
los clérigos
hacen política
los políticos religión.
Y todos deciden sobre mi cuerpo.
Yo
me niego
a ser ciega
sorda
muda
me niego
a doblegar mi cabeza
ante un decreto
que lleve a una mujer
a perder su vida.
¡Su decisión de ser!
Me niego
a doblegar mi cabeza
ante una decisión
que lleve a una mujer
a perder su vida.
¡Su decisión de mujer!

¡SI HOY ABRIMOS EL ALMA!

Recostada en mi hamaca me alimento
del maravilloso silencio.   Levanto mis ojos de las aguas del río
hasta las ramas más altas de la arboleda que me rodea
me cuelgo de su verdor y respiro profundo bendiciendo mi amanecer.
Mi bendición no tarda mucho: Los noticieros matutinos
me quitan la respiración:  ¡Miles de muertos!…
De heridos por las bombas disparadas por los imperios.
¡Hoy en ese continente! ¡Ayer  en el mío reventándonos la vida!
Yo busco la calma de mi alma y no puedo
mientras habito en estas selvas gobernadas
por orangutanes que desde sus butacas
destrozan el amanecer  de países enteros
y ríos de sangre nos ahogan en gritos.
¡Las criaturas y sus madres corriendo en alaridos!
Y al mismo tiempo: La venganza rasgándose las vestiduras
asesinando más inocentes y ¡más dolor!
Llorando yo te grito: ¿Dios por qué tanta sangre,  dolor y  muerte?
¿Dios por qué permitís la saturación del gas invernadero en el planeta?
Mira nuestros pulmones quemados.
Mis ríos, mis lagos, mis mares saturados de aceite negro
y los peces manchados saltando en la arena de las playas.

Dios decime ¿por qué hiciste  este batido de humanidad?:
Y ¿por qué nadie responde por las radiaciones
atómicas dispersas en el planeta? Ni por los vientres y cerebros  quemados…

¡Ay , cómo me duele el alma saber que estamos destrozando nuestro ser.
¡Ay,  cómo me duele el alma saber que estamos destrozando nuestro hábitat.
Si sin asco estamos destrozando nuestro planeta. Y
¿por qué nadie responde por las ciudades arrasadas?
¿Y los campos destrozados y los rebaños descuartizados?

¿Por qué nadie responde por el hoy de ayer y de mañana
que nos grita? ¡Mira lo que haces de mí cada noche cada día!
Mientras los  imperios sondean galaxias a cientos de años de luz  de su nariz.
Destrozan  la Madre Tierra y nosotros disecándonos en ella?

Desesperada nuestra Madre Tierra nos grita: Mira lo que haces de mí
cada segundo de cada día.
¡Mira Dios padre! Como después que los imperios se reúna deliberar…
Nadie asume nadie responde.
Nadie responde por esta bestial destrucción
y el dolor masivo se multiplica!
¿Decime Dios por qué tanta brutalidad?

Y ¿por qué entre todos los animales
el hombre… el más cruel el más violento?
Mira en su casa esta mujer amamantando a su bebé…
El hombre le grita… Ella responde: Esperame…

Y el comienza a patearle los pechos el trasero
porque ella no  se levanta a servirle la cena.
¡Ella grita y nadie la ayuda!
Y así miles y miles de mujeres en el planeta
somos golpeadas, asesinadas en la redondez  del hogar.

¿Qué pasa que  nadie resuelve? ¡Porque nadie ayuda!
Menos vos Dios padre… Que se supone que todo lo ves…
¿Decime Dios por qué tanta brutalidad?

Y ¿por qué entre todos los animales
el hombre… los hombres, los más crueles, los más violentos?

Antes de seguir alimentando la fiera que nos domina…
Hoy debemos abrir el alma que todavía palpita.
Hoy empecemos a respetar.

Antes de seguir destruyendo con guerras encubiertas y descubiertas.
Vamos a abrir las arterias del corazón
Hoy a vamos a cultivar nuestra tierra sin veneno
Para conservarla sin avaricia! Porque nada nos pertenece…

Hoy  vamos a abrir el alma que todavía palpita porque
nada nos llevamos menos el oxígeno… Menos la sangre menos la piel…
¡Antes de seguir buscando otros planetas!
¡Amamantemos este! ¡Cuidemos este con los cielos limpios
y las ardillas retozando en el verdor
mientras los peces saltan en las marejadas limpias!

¡Hoy vamos abrir el alma que todavía palpita:
Hoy formemos una niñez que sin hambre y educada
pueda vivir en ¡equidad! ¡ternura y paz!
¡Ay como quiero verlo y compartirlo con vos amor!
¡Ay como quiero compartirlo  con vos mi criatura!
Bajo el azul de los cielos en el temblor del amor…
¡En esta única Madre Tierra nuestra
¡Que nos llama a gritos!

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