El presidente de México, Enrique Peña Nieto, negó categóricamente haber plagiado su tesis de licenciatura, si bien reconoció que pudo haber cometido “algún error metodológico”, durante un diálogo con jóvenes sobre su cuarto informe de gobierno, presentado este primero de septiembre.
“Tengo muy presentes los estudios que realicé, cómo investigué y lo que formulé en mi tesis. Nadie me puede decir que plagié mi tesis. Que pude haber mal citado o no bien citado a alguno de los autores que consulté, es probable que sí”, dijo.
En este sentido, habló del “error metodológico” en la escritura de la tesis de licenciatura para la carrera de Derecho en la Universidad Panamericana, si bien no con el “ánimo de hacer mías las ideas de alguien”.
Cuestionado por un ciudadano a través de Facebook, Peña Nieto evocó el proceso que siguió para elaborar el documento. “Recuerdo cómo la realicé. Entonces no había computadores como ahora, había que hacerla en máquina de escribir, había que escribirla a mano y pasarla a máquina”.
Además, aprovechó para relacionar su tesis, que habla del sistema presidencial mexicano y el mandatario lvaro Obregón, para sacar pecho sobre las reformas estructurales impulsadas durante su mandato, que arrancó en 2012.
El pasado domingo 21 de agosto, el portal de internet Aristegui Noticias, de la periodista Carmen Aristegui, señaló en una investigación que 29 por ciento de la tesis de Peña Nieto, de 1991, proviene de textos de al menos una decena de autores a los que no cita correctamente o ni siquiera menciona en la bibliografía del trabajo.
En total, 197 de sus 682 párrafos provienen de textos de tales autores, añadió.
La Universidad Panamericana, afín al Opus Dei, informó posteriormente en un comunicado que en una revisión se encontró que “el procedimiento de titulación cumplió con los requisitos de tiempo y de forma vigentes” aquel año.
Reconoció, sin embargo, que “la tesis presenta ideas propias, ideas ajenas citadas e ideas ajenas no citadas” como “reproducciones textuales de fragmentos sin cita a pie de página ni en el apartado de la bibliografía”.
Dijo que “se trata de un caso sin precedentes en el que no existen disposiciones en los cuerpos regulatorios aplicables a ese procedimiento de titulación”, y subrayó que es “un acto consumado sobre el que es imposible proceder en ningún sentido”.
