Chinandega vivió ayer un día de regocijo en la celebración del 177 aniversario de haber sido elevada a ciudad, con desfile escolar, acto central, entrega de medallas y placas de reconocimiento a cuatro hijos dilectos. En el Parque de Ferias se realizó el Festival del Pan.
Los hijos dilectos de esta ciudad son: tres maestros de generaciones y un agricultor y músico que por tres meses recorrió Alemania, Inglaterra e Irlanda a partir de marzo de 1986 con el grupo “Héroes y Mártires de San Francisco del Norte”, además que acompañó con los viejanos “Guaracheros del Ritmo” al cantautor Jorge Paladino en 1975, en la grabación de la “Cumbia Chinandegana”.
El grupo de danza “Los Maribios” y el mariachi “Titanes de Occidente” animaron el ambiente en el auditorio de la antigua estación del ferrocarril. El “Corrido de Chinandega” no dejó de sonar como fondo del acto.
Los cuatro distinguidos ciudadanos: Delia Trinidad Fajardo, María Leticia Tijerino Martínez, “Niña Leti”, Miriam Leonor Aguirre Arcia y Oswaldo Meza Armas, agradecieron el reconocimiento.
Profesora aboga por una ciudad limpia
La profesora Aguirre Arcia, además de agradecer el reconocimiento que le fue otorgado, abogó por la unidad “para hacer de Chinandega una ciudad limpia”.
Al comparar a esta ciudad con otros municipios del norte del país, Aguirre Arcia dijo que la suciedad es “lo que tanto nos avergüenza (a los chinandeganos)”. Agregó “que hasta el pueblito más chiquito tiene un parque precioso y limpio sin caramancheles, ni ventas”.
“Nosotros tenemos la iglesia (El Calvario) que estamos luchando por embellecer nuestro templo, pero, ¿qué pasa? Alrededor es horrible. La plaza es el inodoro de todos los comerciantes y hasta duermen ahí, y según los vecinos, se ven cosas inmorales”, manifestó, y luego se escucharon sonoros aplausos.
Otras personas que intervinieron en el acto de celebración del 177 aniversario de la ciudad de Chinandega, fueron el profesor Dionisio Moya, quien habló acerca de la historia de la ciudad. La alcaldesa sandinista Aura Lila Padilla reseñó el trabajo y lucha de cada uno de los hijos dilectos. “Entregadas por amor y pasión al magisterio, orgullo de esta ciudad y Nicaragua”, dijo la alcaldesa al referirse a las profesoras.
47 panaderías de varios municipios
El Festival del Pan se desarrolló con 47 panaderías, provenientes de Somotillo, El Viejo, Chichigalpa y Chinandega.
Bryan Ruiz ofrecía solo “rines” (un tipo de pan) de distintos sabores, único de la Panadería Díaz-Oconor, propio para refresquerías y el desayuno.
Luis Arnoldo Calderwood, de la Panadería “Laurita”, del barrio El Calvario de Somotillo, llevó a la Feria del Pan una presentación novedosa de pan integral. “Somos los primeros con este pan moringa y lo consumen mucho”, dijo Calderwood.
Panes con vistosos diseños de la fauna chinandegana, como peces y lagartos, fue la novedosa presentación de la Panadería “Filadelfia”, un negocio familiar ubicado en el sector sureste de la ciudad.
Época de esplendor
Para el profesor e historiador Julio Zavala Rostrán, la ciudad tuvo su momento de esplendor con calles limpias y mercado ordenado. Recordó que fue la época después del algodón, pero cuando llegaron los sandinistas empezó el desorden en el mercado, pues la gente quería ubicarse donde les daba la gana.
