La gente pregunta: ¿Por qué el partido liberal, siendo mayoritario según lo ha demostrado estadísticamente en elecciones, gobernando 74 años, ha perdido el poder? Porque nuestros líderes celebraron pactos imprudentes, regalando espacios de poder. Cometieron fatales errores, funcionarios que representaban al partido fallaron. Para cerrar la rosca, se pusieron a pelear dividiendo al partido, dedicándose a destruirlo, cuando estaba en la cumbre del poder. Es insólito ver al PLC, buscando candidatos prestados de otros partidos: Vidaurre, Maximino. ¿Acaso no tiene el PLC talentos y valores de prestigio? Olvidemos el pasado, miremos al futuro.
En el artículo publicado en el Diario LA PRENSA el 11 de julio recién pasado, mí número 65, titulado Zelaya y el liberalismo, hice un llamado a mis correligionarios liberales para que depusieran sus diferencias, por el futuro de nuestro glorioso partido liberal. El liberalismo nicaragüense no es un partido nacional, es rama del liberalismo universal, que existe en todo el mundo. En muchos países ha gobernado, como Australia, Inglaterra, Japón, Eslovenia (patria de Melania, esposa de Donald Trump), Taiwán, Honduras, Colombia, etc. Escribo esto para demostrar la supremacía del liberalismo que impera en el mundo por ser esencia de democracia y libertades, bella doctrina política filosófica creada por inspiración de los ingleses John Locke, David Hume, Adam Ferguson y Adam Smith. Existiendo organización mundial, de todos los partidos liberales.
Hago un nuevo llamado a los hermanos liberales, para que olvidando los agravios, como gente civilizada, convoquen a una mesa de diálogo, teniendo como garante a la Iglesia para poner fin a la lucha de destrucción que tienen, saliendo unidos por el bien de nuestro pueblo liberal, que sufre las consecuencias de nuestras luchas internas y división sin fundamentos lógicos, favoreciendo a nuestros enemigos, formando un solo gran partido, llamado partido liberal. El liberalismo en el poder sacó a Nicaragua del atraso político, social y económico en que estaba. Cambió leyes obsoletas por códigos modernos, varios vigentes. Recuperó la Costa Caribe. Promulgó el Código del Trabajo para garantizar los derechos de los trabajadores, el Seguro Social. Fundó centros educativos para elevar el nivel cultural. Así el liberalismo hará que florezca de nuevo la primavera para el pueblo nicaragüense.
Tengo la esperanza que de este caos político que vivimos va a surgir un líder que unirá al liberalismo, en el cual la inmensa mayoría liberal se va afiliar. Este nuevo partido liberal es el que va a dar la batalla cívica para reconquistar el poder, pensando en una patria grande, de bienestar para todos.
En relación a las actuales elecciones los participantes saben muy bien que no tienen ni la más mínima oportunidad de ganarle a un candidato y partido poderoso, que tiene súper organización, principalmente dinero en abundancia para movilizarse y hacer propaganda. Los perdedores saben que solo obtendrán mínimas diputaciones, sin ningún beneficio político, solo beneficio personal.
Es notorio ver que los candidatos participantes no proponen creación de fuentes de trabajo para bajar el súper índice de desempleo que agobia al país, provocando la emigración. No prometen aumentar salario a maestros, enfermeras, campesinos que ganan sueldos miserables; no hablan de subir el salario mínimo conforme a la canasta básica y aumentar a los adultos mayores la pensión reducida. Debemos ser solidarios con los que sufren injusticias.
El autor es periodista, abogado, ideólogo liberal y exconvencional del PLC.
[email protected]