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Salvador Ampié Calero

Conozcamos los beneficios de la risa

1. Elías Álvarez  Bueno es un consultor empresarial y docente de posgrados universitarios en Medellín, Colombia. De sus experiencias y pláticas elaboró una sencilla obra Dinámicas para hacer reír, como un recurso para provocar la risa, como un acto que se hace para recuperar o incrementar la salud cerebral, emocional y corporal.
Dinámicas que también usó para “quebrar el hielo” en un grupo heterogéneo; y para lograr la atención y conocer su necesidad en la vida cotidiana. La verdad es que siempre es un gran recurso, porque mucha gente desconoce los buenos efectos de la risa.

El papa Francisco en sus quince consejos para poner en práctica dice: 1. Sonreír, un cristiano siempre está alegre.   2. Saludar con alegría a las personas que ves a diario. 3. Levantarle el ánimo a alguien con una expresión, un saludo, un abrazo efusivo.
Veamos algunos buenos efectos  o beneficios de la risa:
– La risa disminuye la presencia del colesterol en la sangre pues equivale a un ejercicio aeróbico.
– La risa favorece la digestión al aumentar las contracciones de los músculos abdominales.
– La risa facilita la evaluación debido al “masaje” que produce sobre las vísceras.
– La risa contribuye a aplacar la ira.
– Las risa contribuye a un cambio o actitud mental que favorece la disminución de enfermedades.
– Aumenta el ritmo cardiaco y el pulso; y al estimular la liberación de las hormonas “endorfinas” permitir mantener la elasticidad de las arterias coronarias.
– La risa también ayuda a reducir la glucosa en la sangre.
– La risa nos libera del temor y de la angustia.
En determinados niveles, reuniones y trabajo la gente se ríe poco. Entre los motivos que la gente no muestra su sentido del buen humor están las siguientes razones:
– El miedo a parecer ridículo o falta de seriedad.
– La creencia que una actitud festiva no puede ser acompañada de responsabilidad.
– El temor de ser considerado poco maduro a su edad.
– La creencia de que el estatus social  puede  verse en peligro.
– El desconocimiento  de los excelentes efectos de la risa, la alegría  y el buen humor.
– La creencia de que la risa solamente se logra con chistes vulgares e irrespetuosos.
Reír es demostrar alegría o regocijo; la alegría es un sentimiento de placer; tener buen humor es tener con buen estado de ánimo.

Apliquemos algunas dinámicas que causan risa. He seleccionado unas pocas y sencillas dinámicas que siempre producen mucha risa en toda ocasión:
Juegos de adivinación.  Se pide a dos personas que se identifican como A y B. La  persona A piensa en un objeto o animal conocido, o cosa que la mayoría de las personas conozcan,  usen  o tengan; y lo anota en un papel que guardara. La persona B intentará en adivinar lo que ha pensado A y se ayuda a través de preguntas  (¿es animal, es vegetal, es, duro, pequeño, frágil, se usa en el hogar, se usa a diario?). El resto del grupo le dice a B preguntas y sugerencias.

A constará a B; si la pregunta es SÍ, NO, si está muy frío, caliente, calientito; para animar la participación. Después de un tiempo prudente se resuelve leyendo el papelito escrito. Y se pide un aplauso animado.
Risa y seriedad.   Veamos si es posible. El facilitador pide “risa”  y  todos se ponen a reír a carcajada, y cuanto dice “serio”, todos tratarán de ponerse serios.  Se repite el ejercicio varias veces ¿será posible que pasen de carcajadas a la seriedad?
Besar al otro. Se escogen seis personas de ambos sexos  y a cada uno se le pregunta: ¿Qué parte del cuerpo humano le gusta más? Y cada uno contesta ahora se las dice: van a besar al compañero (a) de la derecha la parte que dijo. Entonces empiezan a surgir muchas reacciones graciosas y otras inesperadas. El resto del grupo grita, ordena, aplaude.
Completar ¿Cuál es el colmo?  El grupo va a contestar por sexo. Completando la pregunta: ¿Cuál es el colmo de un enano? ¿Cuál es el  colmo de electricista? ¿De un gordo? ¿De un  feo? ¿De un flaco? ¿De un ciego?  ¿De un cojo? ¿De un viejito? ¿De un calvo? ¿De un  comelón? ¿De un mentiroso? ¿De un miedoso? ¿De un picado o borracho?, y otros. Al final todos aplaudirán con alegría.
Cambiar sillas. Están en círculos sentados en sillas y uno estará en el centro sin silla y para conseguir una dirá: El jefe dice que cambien sillas los que tienen: zapatos negros, zapatos tenis, pantalones azules, cabellera larga, los que se bañaron en la mañana, los que se lavaron los dientes, etc. Este ejercicio obliga a moverse, a estar atento; relaja el espíritu y siempre causa mucha risa.
Existen otros también alegres, pero se necesita sistema de sonidos o materiales elaborados. Hay que notar que la risa se contagia, no importa la edad, el tipo de trabajo o si está inválido. Para los cristianos la alegría de vivir es un fruto del espíritu, junto con la paz interior  y el dominio de sí mismo.

El autor es ex Asesor Dir. Gral. Educación, Mined.
[email protected]

Opinión Papa Francisco Risa archivo
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