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¿Me reconoces? Soy tu patria

“Es comprensible que hoy, apenas me reconozcas, aunque no es la primera vez que me pisotean, que manchan mi vestido azul y blanco.

“Es comprensible que hoy, apenas me reconozcas, aunque no es la primera vez que me pisotean, que manchan mi vestido azul y blanco. No es la primera vez que me ultrajan y señalan diferencias en la sociedad, eligiendo como favoritos a quienes están de acuerdo con ese nuevo atuendo y castigando a aquellos que me quieren limpia, digna, sin arrugas, sin rotos, sin lágrimas. ¿Qué han hecho de mí?

Mi alma, la Constitución. Tampoco es la primera vez que la burlan con el fin de alimentar ambiciones. Violentada hoy a favor de intereses personales, y profundamente lastimada por juegos de interpretación y abusos autocráticos, me está llevando a un caos político, moral y social, cuyo resultado es una forma de gobierno todavía sin nombre; irrespetuosa, viciada, impuesta por la desmedida codicia de un extenso grupo familiar. Algo que nunca hubiera querido volver a sufrir.

Soy aquella que ve arcas llenas de fortuna, indebidamente obtenida. Supongo que debo de ser muy rica, ya que de mí, repetidamente se enriquecen unos pocos con demasiado, pero muchos con muy poco. ¿Acaso no es la riqueza de mi tierra para todos y cada uno de los nicaragüenses?

Soy aquella que se entristece al ver las injusticias de los poderosos hacia aquellos líderes que han querido y quieren paz y bienestar para todos, que defienden y respetan la gama de valores como es el derecho de libertad, que desean llevar prosperidad a cada hogar, mejorar la educación, la salud, combatir los abusos.

Soy aquella que ha albergado la democracia. Juntos, la hemos celebrado y ahora, de un solo plumazo, la estamos viendo partir. Y me pregunto ¿por qué? y respondo: por lo mismo, por la ambición desmedida de una pizca de poder para unos, y la ambición de poder absoluto para otros.

¿Y mi rostro, lo reconoces? Mis sufridos bosques están ralos, mientras que en la ciudad, árboles recién plantados de colores chillones pretenden sustituir el verde esperanza. Y entre más árboles ruidosos aparecen, menos comprendo el porqué de esa extraña siembra. Mi tierra es fértil y mis campos vastos ¿por qué tal capricho? Me están sofocando.

Mis playas, aún acariciadas por el mágico vaivén de las olas, han sido invadidas de desperdicios. Mis ríos se están secando a falta de cuido. Y para colmos, se ha dicho que un canal vendrá a destruir lo que queda de mi fauna. ¿O será que lo dicen solamente para martirizarme? ¿Para el bien de unos cuántos?

Mis lagunas, algunas ya contaminadas, hacen que la nostalgia me lleve a recordar mejores tiempos. Fuentes inagotables de energía, de vida, de recreación, son ahora depósito de deshechos.

Mi lago, el de la capital, igual, contaminado. Sus cercanías han sido decoradas con símbolos extranjeros, monumentos y carteles luminosos, intercalados de esa inverosímil e incomprensible “vegetación” multicolor. Y de vez en cuando, año con año, en las celebraciones de una bandera rojinegro o para diciembre, el derroche es inaudito, ¡habiendo tanta necesidad!

Mis volcanes, llenos de vida, hechos de fuego, de arena, de ardiente lava, intocables por su propia naturaleza, ¿será que guardan secretos de sacrificios humanos desde tiempos antiguos? Ah, si el Santiago hablar pudiera, nos lo contaría.

Mas mi cielo, ese inalterable enjambre de luz y nubes, de sol y luna, de infinito azul y blanco prístino es aún mi manto inmaculado, es mi rebozo, mi refugio. Las estrellas jamás serán sustituidas por otras más brillantes o menos bellas, ni la luna ni el sol.

Entonces me consuelo pensando que quizás por ese trozo de cielo que se nos ha dado, y que es lo único que no ha sido mancillado, pudieras reconocerme. Es como si al contemplarlo, encontraras en él mis ojos, y aunque todo lo demás te pareciera desconocido, identificarías los genuinos colores de mi vestido y entonces, sabrías al mirarme, que soy yo, tu patria; aquella que alberga la esperanza de recobrar lo perdido.

La autora es escritora.

Columna del día Lourdes Chamorro César patria archivo

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COMENTARIOS

  1. maria de los angles
    Hace 8 años

    Felicito a la senora Chamorro Cesar por su columna que considero un estilete ante de bella prosa, yo anado.
    Ese trapo rojinegro en las fiestas patrias, es un insulto a nuestros verdaderos heroes nacionales de la Batalla San Jacito como los que impulsaron la independencia del Espanol, un insulto a la soberania nacional por que ese emblema es el simbolo de un grupo de aventureros en el poder, vendieron nuestro sagrado suelo al imperio de la china comunista. Que barbarie antipatriotica la los Ortega- murillo y sus secuaces que se creen duenos de nuestro pais..

  2. Ramiro
    Hace 8 años

    Escribe muy bonito, real y puntual. No se que pasa en este pais, sabemos lo malo pero en vez de remendarlo, lo aumentamos, en vez de unirnos nos separamos, en vez de educar, engañamos, en de progresar, retrocedemos, en vez de ser libres, nos someten. y lo peor es que lo permitimos todos, los inteligentes, los brutos, los adeptos a la politica, los que se creen opositores etc Pero la democracia es como la religion, se sobrepone a las dictaduras, a los engaños, a los sometimientos etc. Nicaragua volverá a ser libre pronto.

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