En una tarde fresca, y en el Salón Bartolomé de las casas del Museo Convento San Francisco, ante un salón repleto de niños, se presentaron los grupos de Teatro infantil TABANCO de Granada y Teatro de Títeres Sonrisa de Managua. Ambas obras de teatro plantearon como temática central el amor hacia la naturaleza y una reflexión al cuido del medio ambiente y protección a los ecosistemas.
En las dos puestas en escenas la naturaleza fue el personaje central, podemos afirmar que fue un teatro ecológico, un teatro verde.
El grupo TABANCO es uno de los grupos representativos de Granada, fundado y dirigido por el maestro Pepe Prego, que llevaron su obra de teatro La selva es nuestra. Participaron en el Festival de las Artes Banbú en el 2012, presentaciones en festivales en nuestro país, y en diferentes municipios de granada. Esta puesta en escena la dirige Karla Acevedo.
La puesta en escena de La selva es nuestra es una propuesta interesante y valiosa para el teatro infantil nicaragüense. Con una escenografía llena de color que hace un juego visual con los trajes de los personajes, sobre todos con los que representan a los personajes.
Con una acertada musicalización la obra, con una trama sencilla a como es defender la selva nos presenta el conflicto con el personaje que ve en la naturaleza un medio de hacer dinero s costa de su destrucción. Cuando construye una fábrica y el despale la selva, el efecto de esta actitud negativa afecta a los animales que comienzan a morir.
Lo más valioso de este montaje es que es actuado por niños, que han sabido dominar el espacio escénico para invitarnos a promover el amor por la naturaleza.
El Teatro de Títeres Sonrisa fue una agradable sorpresa, que muestra un dominio sobre las técnicas de los títeres, por tanto años de experiencias. Con su obra Margarita naturaleza, lograron el deleite de adultos y niños con los personajes de Margarita, Luis, el anciano del bosque y el conejo Nicolás.
Con situaciones cómicas nos llevaron al gusto por el teatro y cumplir con la propuesta de educar divirtiendo. Margarita tiene una planta que cuida, pero que el conejo Nicolás se la ha llevado para que nadie la destruya a como han destruido el campo.
Al final tanto los títeres como los niños deciden cuidar el medio ambiente. Lo más relevantes es que este grupo utiliza la pedagogía del teatro, que ve en su puesta en escena la posibilidad de educar en valores ambientales, donde los títeres, en este montaje logran la magia del teatro, ambos grupos, con técnicas y estilos diferentes nos dieron una muestra de buen teatro, que merece el aplauso de todos.