Morderse las uñas es un problema de salud, de estética y psicológico, y que advierte sobre la importancia que tiene el cuidado de la cutícula. Estas recomendaciones ayudan a controlar la llamada onicofagia.
La psicóloga Vanessa Fernández enfatiza que las persona se muerden las uñas porque es una combinación de factores emocionales, como la preocupación, la tristeza, la ira o incluso el aburrimiento o la excitación.
“Podemos hacerlo tanto al estar ansiosos o miedosos por algo que nos preocupa, como por algo que nos da vergüenza. Asimismo, otra de las razones puede ser que lo hagamos por algo positivo, como cuando nos acaban de dar una buena noticia o algo similar”, dijo la especialista.
A su vez, se trata de un gesto que responde a la interacción entre emoción y comportamiento.
DÉJELO
En primer lugar, se le enseña al paciente a detectar cuáles son los momentos en los que más se muerde las uñas. Para ello, el que lo sufre tiene que elaborar un autorregistro en el que anota cuál es la situación en la que se está comiendo las uñas.
Luego, el afectado lleva a cabo una serie de conductas que le ayudan a realizar algo diferente en ese tipo de situaciones. Por ejemplo, si se las come cuando está ansioso, se le enseña a poner en práctica alguna técnica de relajación.
En cambio, si se trata de un caso en el que se las muerde cuando le está dando vueltas a la cabeza, se le enseña a controlar el pensamiento y algunas técnicas de manejo conductual incompatible.