El incremento de la temperatura media nacional, además de implicar que toda la población sienta más calor, trae consigo complicaciones para la salud de las personas, principalmente las hipertensas y diabéticas.
Según el especialista en Medicina Interna, Carlos Ampié, tener un ambiente con temperaturas que sobrepasen los 35 grados centígrados genera en el cuerpo humano una mayor demanda de energía y por consiguiente un mayor gasto de esta.
En Nicaragua, la temperatura ha aumentado 0.7 grados centígrados en los últimos cinco años, aunque en las zonas tradicionalmente calientes como Occidente, el aumento puede llegar hasta los dos grados centígrados.
Eso ha generado que la población paulatinamente esté expuesta a más calor, durante más horas del día y durante más meses en el año.
Ampié explicó que “al tener más gasto energético vas a sobrecargar el corazón, los riñones y va a aumentar la demanda de oxígeno y eso implica que el corazón va a tener un mayor gasto cardiaco y te va a aumentar la presión”.
En el caso de las personas con diábetes, cuando hay mucho calor el cuerpo no produce mucha insulina, entonces ellos necesitan una dosis mayor de medicamento para poder mantener balanceado sus niveles de azúcar en la sangre.
En las personas hipertensas, el aumento de la temperatura también significa que suden mucho más, “esto provoca que se deshidraten más rápido, y hace que ellos tengan un daño renal por deshidratación, también la presión va a subir más”, explicó el experto en Medicina Interna.
Insuficiencia renal
El aumento de sudoración en las personas y la consecuente deshidratación del cuerpo, a largo plazo puede llegar a generar insuficiencia renal crónica, afirmó Ampié.
Para evitar una afección como la insuficiencia renal, el experto en Medicina Interna recomienda aumentar el consumo de agua.
Personas en mayor riesgo
Las personas que trabajan durante todo el día expuestas al sol y por ende a las altas temperaturas, son las más propensas a sufrir enfermedades como insuficiencia renal o dermatitis. Entre las personas en mayor riesgo se encuentran: los vendedores ambulantes, los pescadores y los constructores, ya que pasan jornadas enteras bajo el sol, con altas temperaturas y sin consumir la suficiente hidratación. También existen otras enfermedades generadas por la exposición al sol como los problemas visuales a largo plazo.
1.5 litros de agua, es lo que debe consumir una persona cada día. Sin embargo, los médicos recomiendan a una persona expuesta a altas temperaturas, tomar tres litros de agua diario.