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Daniel Ortega

El período de gobierno del presidente inconstitucional Daniel Ortega, se ha caracterizado por el retroceso en el proceso de profesionalización del Ejército. LAPRENSA/ Archivo.

Daniel Ortega, retrato de un régimen autoritario

Intelectuales, economistas, politologos y especialistas en comunicación analizar la verdadera dimensión del gobierno de Daniel Ortega para Nicaragua

Casi diez años después de la vuelta del sandinismo al ejecutivo, a los políticos y académicos nicaragüenses les resulta más sencillo conceptualizar al gobierno de Daniel Ortega como un régimen autoritario, pero en algunos casos como el economista Edmundo Jarquín, un reconocido opositor, advierten que el país vive bajo una dictadura.

Ortega, quien busca una segunda reelección desde 2007 con la primera dama Rosario Murillo como su candidata a vicepresidenta en los comicios de noviembre de 2016, ha tenido una larga vida política como tomador de decisiones desde el triunfo de la revolución sandinista en 1979, en su papel primero como coordinador de la junta de gobierno, luego como presidente entre 1984 y 1990, sumado a 16 años en la oposición en que su partido presionó a los gobiernos de turno con protestas en las calles, o pactó para lograr cuotas de poder institucionales como hizo con el expresidente Arnoldo Alemán (1997-2001) en el 2000.

“A mí personalmente me recuerda al régimen de Somoza”, dice Jarquín, excandidato a vicepresidente de la oposición en 2011 y el autor de la idea de hacer un libro de ensayos de diferentes autores explicando lo que pasa en Nicaragua.

Esa premisa luego se enriqueció en conversaciones entre amigos. El reto era plantearlo desde el punto de vista técnico, a la luz de la teoría política.

Serviría además porque poco se conoce el tema en el extranjero. Siete intelectuales se impusieron la tarea de retratar el sistema, lo que originó después de meses de trabajo el libro El régimen de Ortega, que será presentado el 3 de octubre en Managua, y que tiene una portada provocadora con los colores rosado, blanco y celeste, tres de los preferidos de la primera dama Rosario Murillo.

El papel del Ejército y la Policía fue analizado por la socióloga Elvira Cuadra. El exdiputado Enrique Sáenz disertó sobre la situación económica del país bajo el régimen.

El politólogo José Peraza versó sobre los fraudes electorales denunciados desde 2008 a favor del partido de gobierno.

Julio Icaza ahondó en el andamiaje jurídico, Guillermo Rothschuh en la situación de los medios de comunicación y Uriel Pineda, en derechos humanos.

“Es un régimen autoritario por la centralización de la toma de decisiones. Está concentrado el poder en dos personas principales. En este caso Daniel Ortega como presidente y su esposa Rosario Murillo. Por la subordinación de los demás poderes del Estado a esas dos figuras de poder. Por la alianza fuerte que se ha generado entre los poderes económicos. Por la subordinación de las Fuerzas Armadas a estas dos figuras. Por el deterioro significativo que están sufriendo los derechos ciudadanos y las libertades durante los últimos años”, dice Cuadra.

 

En Nicaragua se suele decir que cuando (Ortega) volvió al poder, Fidel Castro le aconsejó entenderse con los empresarios, los gringos y no dar elecciones libres”. Edmundo Jarquín, editor de El régimen de Ortega.

La consolidación

Además de coautor, Jarquín es el editor del proyecto. En la presentación que hace del mismo, señala que “desde 2007 en que Daniel Ortega retornó a la Presidencia de Nicaragua, y mientras su propaganda tilda de ‘derecha’ a todo lo que políticamente se le opone, desde las posiciones más conservadoras ha consolidado un proyecto personal de poder por el poder, de poder por el dinero y de dinero por el poder”.

Jarquín aduce además que ya no existe el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) como proyecto político-ideológico, sino que es una maquinaria enquistada en el Estado, privatizada por Ortega y su familia.
¿Cuáles son las claves de tanto poder? Él señala varios factores: el pacto con Alemán en el 2000, que le permitió el retorno en 2007 al poder ejecutivo, y el posterior control institucional. Además está el flujo de la cooperación venezolana, que sumó más de 3,500 millones de dólares en nueve años.

“La cooperación venezolana le ha permitido cierta autonomía en relación a la cláusula democrática de la condicionalidad de la cooperación bilateral, lo mismo que cuando no le importó que se fuera la cooperación norteamericana y europea; le ha permitido expandir el gasto público y a la vez conservar los equilibrios macroeconómicos y por esta vía conservar el financiamiento de los organismos multilaterales. Le ha permitido programas sociales que no son sostenibles fiscalmente y finalmente construir una red de intereses que le ha articulado como grupo económico con los intereses de otros grupos económicos”, añadió Jarquín.

Sostiene además que el caudillo aprendió de los años ochenta, de la hiperinflación, desabastecimiento y los desequilibrios macroeconómicos para administrar con prudencia y disciplina la gestión económica. “Lo más importante (en su objetivo) ha sido el control total de todos los poderes del Estado”, insistió Jarquín.

Estamos en un momento en que se está configurando un nuevo grupo de poder económico y político, y ese grupo requiere recursos de poder: poder económico, político y de fuerza”. Elvira Cuadra, socióloga.

El poder de la fuerza

Elvira Cuadra, de 50 años, ha dedicado veinte de su vida al estudio de la democracia, cultura política y seguridad en Nicaragua y Centroamérica. En diciembre de 2014 se sorprendió cuando vio a los soldados en la zona de El Tule, Río San Juan, donde el Estado reprimió a campesinos que protestaban contra el proyecto del Canal Interoceánico. El motivo de su alarma fue ver una fotografía de los militares con cascos. Inmediatamente le significó una vuelta al pasado.

“Los miré en un camión a los soldados. Esa imagen me golpeó, porque aquí el Ejército no usa cascos, a menos que sean soldados que están en tanques o están en un desfile. Hay una razón política, porque desde 1979 el ícono del Ejército es el sombrerito del cachorro. Nunca ha sido el casco ni la boina. La imagen de un soldado con un casco no se veía desde finales de los setenta para serte franca. Pero si me preguntás, como investigadora y académica, que si este Ejército o Policía es otra Guardia como la de Somoza, yo te digo que no”, aseguró Cuadra.

Según la socióloga, no es posible repetir la historia aunque públicamente se señale que existe una alianza con el ejecutivo. En estos años del mandato sandinista, los jefes del Ejército y la Policía han sido reelegidos por voluntad de Ortega, que mantiene una relación directa con ambas estructuras. Ellos en cambio respaldaron la reforma de la Constitución en 2014 que permitió la instauración de la reelección presidencial consecutiva, prohibida desde 1995, y además en el caso de los militares se les ha visto acompañando proyectos empresariales, empujados por el ejecutivo, como la construcción del Canal Interoceánico entregado en concesión al empresario chino Wang Jing.

“La Guardia de Somoza se desarrolló en condiciones diferentes. Hay ahora una alianza. Para mí el Ejército actual es un actor por sí mismo, para mí la Guardia no lo era. Era un grupo de élite, alrededor de Somoza, y la prueba está que Somoza se fue y la Guardia se desarmó. En este caso, no lo veo de esa manera”, explicó Cuadra quien considera, sin embargo, que las Fuerzas Armadas y Policía viven una situación de estancamiento y reversión en su desarrollo institucional.

La presentación de El régimen de Ortega será el 3 de octubre de 2016, a las 6:30 p.m., en el Centro Cultural Pablo Antonio Cuadra de la Librería Hispamer en Managua.

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COMENTARIOS

  1. Josefa Castrillo Bojorge
    Hace 8 años

    Pobres resentidos de mente y espiritu, las y los nicaraguenses nos sentimos felices con el comandante Ortega que mas que cualquier otro gobierno de los vende patrias que han estado en el poder existe libertad absoluta en todos los ambitos sociales. Bendito gobierno autoritario, ojalas y dure para muchjisisisimos años. Amen.

  2. dictador
    Hace 8 años

    “Autoritario” es una palabra demasiado suave para lo que daniel ortega es: un dictador. Que se codea con somoza, pinochet y otros.

  3. ogue
    Hace 8 años

    Me da risa que hablan que el psicologo, el escritor, el economista etc. hablan de las barabries que esta haciendo la familia presidencial. ya todos sabemos que vamos mal y todos se señalan, otros solo proponen cosas que deberiamos de hacer pero al final nadie hace.
    Oposicion no existe, de eso estemos claro, nadie tiene el valor de enfrentarse a los Ortegas y secuaces, asi que yo diria dejen de escribir, analizar y hablar tanto de lo que va mal y hagamos algo con acciones.
    esta oposicion me acuerda de la Pelicula Braveheart o Corazon Salvaje de Mel Gibson, en donde William Wallace creyo en la libertad e independencia de Escocia y recibio el apoyo del pueblo a como toda Revolucion y cuando pidio el apoyo de los Ricos, los “Nobles” le dieron la espalda porque tenian mucho de que perder y se vendieron a los Ingleses. asi estamos nosotros. estamos dependiendo que los EEUU nos apoye porque nosotros no podemos resolver nuestros problemas.

  4. Eliseo Ríos
    Hace 8 años

    Es un gobierno corrupto y totalitario. Como los Somoza, Ortega quiere tener una dinastía.y hacer de Nicaragua una finca donde nadie tiene autoridad de hacer decisiones, solo él, como terrateniente. Desgraciadamente el pueblo nicaragüense ha estado subyugado por tiranos de una forma y otra desde su independencia en 1821. Los gobernantes que han tenido son corruptos una vez que llegan al poder, no entienden cómo es que trabaja una democracia en el buen sentido de la palabra. Demo=pueblo Cracia=gobierno. En otras palabras, un gobierno elegido por el pueblo para servir a ese mismo pueblo. En el caso de Nicaragua, la gente de Nicaragua debe elegir su propio gobierno para servir a la gente de su propio pais. Un gobierno del pueblo para el pueblo. Lo que pasa con Daniel Ortega es que se le subieron los humos de grandeza a la cabeza, [inspirados por Fidel Castro y otros izquierdistas radicales], y quiere usar el pais como una finca y él y Rosario como los mandamases.. Eso no trabaja así.

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