La primera vez que el mundo se sorprendió con Nicolás Maduro fue cuando dijo que, ya fallecido, Hugo Chávez Frías se le había presentado en forma de pajarito. Fue durante la campaña electoral del 2013. “(…) Y de repente entró un pajarito y me dio tres vueltas aquí arriba (se señala la cabeza y trina como pájaro). Se paró en una viga de madera y empezó a silbar (silba). Un silbido bonito. Yo me le quedé viendo y también le silbé… yo sentí el espíritu de él (Chávez)”, contó Maduro.
El comentario generó bromas y burlas en la oposición y en las redes sociales, pero Maduro no se ha inmutado e incluso ha insistido en esa historia.
“Yo conté algo muy sencillo que me pasó ayer, sí, me sucedió, me sucedió. Y yo me siento feliz de que me haya sucedido, es mi espiritualidad y me dio la gana de compartirla con el pueblo”, sostuvo durante un acto electoral.
“(En el programa la Isla Presidencial) me ponen muy bruto y yo no soy tan bruto así”, dijo Maduro en una ocasión. “El lunes vamos a empezar la entrega de 35 millones de libros y libras”, dijo en otra ocasión, estableciendo que existe un femenino para la palabra libro. Y en otra oportunidad dijo: “Esos comerciantes que ustedes conocen son tan víctimas del capital, de los capitalistas que especulan y roban como nosotros”. La gente se escandalizó más cuando Maduro expresó “así como Cristo multiplicó los penes”.
Maduro también ha hecho alarde de su pasado como conductor en el metro de Venezuela y se autoproclama como “presidente obrero”. Sin embargo, los opositores consideran que eso solo se queda en discurso, porque vive con todas las comodidades. El diputado opositor Carlos Berrizbeitia pone de ejemplo que mientras muchos venezolanos solo hacen una comida al día u otros buscan comida entre la basura, Maduro gastó ocho millones de dólares en viajes solamente en su primer año de mandato.
La supuesta poca capacidad de Maduro la pone en entredicho el periodista de la sección política de El Universal, Juan Francisco Alonso, quien considera que el presidente venezolano se ha mantenido en el poder por tres años, lo cual es un mérito, porque cada día pierde votantes y la crisis económica que sufre Venezuela actualmente golpea fuertemente su administración.
“A diferencia de Chávez, que tenía carisma, Maduro sin carisma y perdiendo votos, se mantiene en el poder”, dice Alonso.
A Maduro lo mantiene en el poder el hecho de que, con excepción de la Asamblea, todas las demás instituciones del Estado están en manos de chavistas: de 32 magistrados judiciales 29 son de la línea oficialista, incluyendo siete en la Sala Constitucional, la más importante políticamente; cuatro de cinco en el tribunal electoral y el dominio completo en la Fiscalía, explica Alonso.
¿Quién es Maduro ?
El 4 de febrero de 1992 un grupo de militares intentó darle golpe de Estado al presidente venezolano Carlos Andrés Pérez. No pudieron. Los líderes de la revuelta quedaron presos inmediatamente, entre ellos el entonces teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías.
Dos años duró preso Chávez, pero en ese período se ganó muchos adeptos que lo llegaban a visitar a la prisión de Yare, adonde también se hacía presión al Gobierno para que liberara a los golpistas. Entre esos seguidores sobresalieron dos: la abogada penalista Cilia Flores y el líder sindical Nicolás Maduro Moros.
Antes de conocer a Chávez, Cilia Flores no creía en la democracia. Nunca había votado. Pero votó por él en las elecciones de 1998, en las que el fallecido líder ganó la Presidencia venezolana por vez primera. Poco antes ella misma había sido electa diputada. Es la menor de seis hermanos y fue criada en un barrio en el oeste de Caracas, en “un rancho con piso de tierra”, según ha explicado Maduro. Flores se graduó en Derecho a los 32 años, en la universidad Santa María.
En 1975, Flores se casó con su novio del bachillerato, el abogado Walter Gavidia, con quien procreó tres varones, pero ella se hartó de las infidelidades de él y se divorció. “(Gavidia) es una excelente persona, pero como esposo no funcionaba porque es mujeriego. Decepción tras decepción, el amor se va muriendo”, confesó Flores al periodista Eligio Rojas, en una entrevista publicada en el 2002 por Últimas Noticias, en una de las pocas veces que ella ha hablado abiertamente sobre sus sentimientos.
Cuando Chávez cayó preso en 1992 a ella le impactó la gesta del militar y decidió ofrecerse como voluntaria en la defensa legal. En esas andadas conoció y se enamoró de Maduro, quien es 10 años menor que ella.
“La conocí en esos años de lucha. Era la abogada del comandante y, bueno, ella me empezó a picar el ojo, a hacer ojitos”, explicó Maduro sobre su relación con Flores, con la que se casó en segundas nupcias en julio del 2013, poco después de haber asumido la Presidencia que le heredó Chávez.
Cuando se juntó con Flores, Maduro también ya había estado casado, en 1988, según indagó el periódico español ABC, con Adriana Guerra Angulo y tuvieron un hijo, que se llama Nicolás Ernesto Maduro Guerra. De ella se habla poco en los medios.
El periodista Vladimir Villegas conoció a Maduro cuando ambos estudiaron juntos en el instituto de secundaria José Ávalos, en la parroquia El Valle, a finales de los años setenta. “Nicolás Maduro es un caraqueño nacido el 23 de noviembre de 1962, que dejó en segundo plano su actividad como jugador de beisbol en sus años mozos al ser cautivado por la política, vocación heredada de su padre, un activista sindical de izquierda ya fallecido”, escribió Villegas en el 2013, en el periódico colombiano El Tiempo.
Maduro era militante de la Liga Socialista, una organización política autodenominada marxista-leninista de línea maoísta o “pro China”, como se le decía entonces.
Siendo aún joven, Maduro comenzó a trabajar como conductor en la compañía de transporte Metro de Caracas. Allí llegó a ser miembro de la Junta Directiva y se convirtió en dirigente sindical.
Siendo líder sindical fue que Maduro se unió a los comités que demandaban la libertad de Chávez y los demás militares que habían participado en el intento de golpe contra Carlos Andrés Pérez. Fue entonces cuando conoció a Cilia Flores y al hombre que lo iba a llevar de ser conductor de bus a presidente de Venezuela.
“El hijo de Chávez”
El líder de los abogados que defendían a Chávez y los demás militares golpistas entre 1992 y 1994, Javier Elechiguerra, no recuerda a Cilia Flores entre el grupo de juristas. Sin embargo, Nicolás Maduro ha contado que la Policía política de la época la persiguió hasta espantarle todos los clientes.
Lo que sí quedó claro es que Hugo Chávez le tenía mucha gratitud a Flores y no dudó en apoyarla como diputada en 1998. De la mano de Flores, Maduro se fue acercando cada vez más a Chávez.
“Maduro siempre estuvo al lado de Hugo Chávez. Chávez lo arropó como uno de sus delfines”, explica el diputado opositor venezolano Carlos Berrizbeitia, en entrevista con la Revista Domingo.
De la mano de Chávez, Maduro fue primero diputado en el Congreso en 1999 y luego fue constituyente cuando Chávez cambió la Constitución Política venezolana para que fuera a la medida de sus intereses. Curiosamente, opinan los opositores, esa Constitución es de la que Maduro se ha estado sirviendo para mantenerse en el poder en los últimos tres años (2013-2016), a pesar de que actualmente el 80 por ciento de los venezolanos lo quiere fuera del poder.
Además de parlamentario, cargo que ocupó hasta el año 2006, Maduro también fue primero canciller y luego vicepresidente de la República. Como canciller recorrió el mundo acompañando a Chávez. En esos viajes conoció al presidente nicaragüense Daniel Ortega, con quien estrechó más la amistad tras la muerte de Chávez, ocurrida en marzo del 2013.
El diputado opositor venezolano Winston Flores considera que Maduro, durante varios años, realizó un trabajo político alrededor de Chávez, metiéndolo dentro de un círculo privado, casi como un secuestro, para ejercer alguna influencia sobre el mandatario, de tal manera que Chávez terminó eligiéndolo como su sucesor.
Otros consideran que Chávez eligió a Maduro porque lo vio como alguien afable, una persona sencilla, con orígenes de dirigente sindical, no duro como los militares, sino más dispuesto al diálogo, que podía llegar a los diferentes sectores de la sociedad. Al menos así lo piensa el periodista Juan Francisco Alonso, de la sección política del diario El Universal.
De hecho, Alonso dijo a Domingo que él hablaba con Maduro cuando este último era canciller. “Era afable”, reitera Alonso. Pero todo cambió cuando Maduro llegó a la Presidencia. Ya no es el mismo. No habla con la prensa. Se dedica solamente a hablar al pueblo en un monólogo desde los medios de comunicación oficialistas. Igual como lo hacía Chávez.
El diputado Carlos Berrizbeitia también conoció a Maduro cuando coincidieron en la Asamblea Nacional venezolana. “Era una persona sencilla, un venezolano, pero desde que es presidente se volvió arrogante. No escucha. Aun a nivel internacional se dice que es autoritario. No cumple con las leyes y se ha aferrado al Tribunal Supremo de Justicia para gobernar. No quiere elecciones, le tiene miedo a enfrentarse a la voluntad popular porque sabe del rechazo del 80 por ciento de los venezolanos”, dice Berrizbeitia.
Una herencia dilapidada
Cualquiera de los distintos posibles sucesores de Chávez, como Elías Jaua o Diosdado Cabello, entre otros, habría tenido problemas con las políticas económicas del chavismo. Cambiar lo que Chávez venía haciendo en temas económicos equivale a decir que el comandante estaba equivocado, explica el diputado Winston Flores.
La herencia del poder de Chávez recayó sobre Maduro. El 8 de diciembre de 2012, en la recta final de su batalla contra el cáncer, Hugo Chávez apareció por última vez ante las cámaras de la televisión venezolana para nombrar como sucesor político a Maduro.
Chávez murió el 5 de marzo de 2013, dejando la Presidencia en manos de Maduro. El 14 de abril se realizan elecciones y Maduro sale triunfante sacando uno por ciento más de votos que su principal contendiente, Henrique Capriles. Apenas seis meses antes, Chávez le había ganado a Capriles con 10 por ciento más de votos.
A Maduro le achacan haber encerrado hasta el momento a 143 personas por razones políticas. El más famoso de los detenidos es el opositor Leopoldo López.
En la actualidad, a tres años de la muerte de Chávez, los opositores dicen representar el 80 por ciento y el chavismo solo el 20. Están impulsando un referendo para sacar a Maduro del poder, pero el Tribunal Electoral venezolano acaba de decir que esa consulta se haría hasta en el 2017. Se trataría de una estrategia porque si se hace en 2016, de perder, Maduro tendría que salir del poder, mientras que si se hace en 2017 Maduro podría dejar a su vicepresidente en el timón de la nación.
Otras frases de Maduro
“Mira, mira… me está buscando el pajarito. Mira, pasó por aquí. Después dicen que yo invento”.
“Si alguien del pueblo vota contra Nicolás Maduro, está votando contra él mismo. Le está cayendo la maldición de Macarapana”.
“Cristo redentor se hizo carne, se hizo nervio, se hizo verdad en Chávez”.
“Decidí crear el despacho del viceministerio para la Suprema Felicidad Social y lo llamé así en honor a nuestro comandante Hugo Chávez y a Bolívar”.
“Tenemos una generación de oro brillando por el mundo. Hoy nuestro pueblo brilla en la política, en la cultura, en el deporte. Hoy tenemos millones y millonas de Bolívar”.
10 Cosas cobre Maduro
1. Músico: Era bajista de una banda de rock de adolescentes llamada Enigma.
2. Denuncia: Fue denunciado por enriquecimiento ilícito en el 2004, pero tres años después fue sobreseído.
3. Estudios: No pasó por la universidad.
4. Twitter: @NicolasMaduro.
5. Judío: Parte de la familia es de origen judío sefardí.
6. Beisbolista: Jugó tercera base.
7. Dirigente estudiantil: Fue presidente estudiantil en secundaria.
8. Creencia: Seguidor del gurú Sai Baba.
9. Nacionalidad: Lo señalan de ser colombiano y de haber falsificado su partida de nacimiento venezolana.
10. Formación: Recibió formación comunista en Cuba, en los años ochenta.
