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Tres drenajes están abiertos en esquinas céntricas de la ciudad, por lo que personas vecinas pidieron que sean sellados para mayor seguridad. LA PRENSA/S. RUIZ

Manjoles abiertos en calle central

Desde hace más de un año, tres manjoles ubicados en esquinas de calles céntricas de Jinotega están abiertos, por lo que pobladores piden a las autoridades que sean sellados.

Desde hace más de un año, tres manjoles ubicados en esquinas de calles céntricas de Jinotega están abiertos, por lo que pobladores piden a las autoridades que sean sellados para prevenir más caídas.

La calle de la gasolinera Puma es una de las más concurridas, tanto por vehículos como por peatones, y ya se han reportado varias caídas en los manjoles abiertos en ambas esquinas.

Un vecino de la zona explicó que normalmente personas en estado de ebriedad se han caído en estos manjoles, que en la noche casi no se distinguen. Pobladores del sector están preocupados porque niños y ancianos podrían caer, sobre todo en el manjol que se encuentra ubicado a los pies del rótulo de la gasolinera.

“Si uno no se fija casi se malmata, para estos desfiles los chavalos pasaban con los padres jalándolos porque por la esquina casi se caían”, expresó Jacqueline Rivera, quien agregó que no sabe por qué la municipalidad ni Enacal han hecho un sondeo para ver dónde hay más drenajes sin protección.

Los drenajes sin rejas ya han dejado varios heridos en zonas aledañas al mercado, al igual que en la calle central. En invierno, al estar abiertos y sin ninguna protección, acarrean la basura de la ciudad hasta el lago de Apanás, además de saturarse y obstruir el paso del agua cuando las lluvias son fuertes.

“Es alarmante que la Alcaldía no se esté fijando en estos detalles que llevan más de un año abiertos, es cierto que han arreglado las calles, pero también deben preocuparse por la seguridad de los peatones, con aceras y manjoles”, dijo Ernesto José Zeledón, poblador que ha denunciado que ha costado que se reparen las planchetas de cemento que sirven para tapar cauces y aceras en barrios como el Centroamérica.

Además de estos drenajes, la población se encuentra preocupada por las planchas de cemento destruidas en sectores escolares como el colegio La Salle y en el campo de este colegio, que colinda con otros centros educativos.

Para Nicolasa Fernández, comerciante ambulante, este tipo de manjoles esquineros son un peligro para niños y ancianos, pues en caso de los de la tercera edad, la visión y habilidades locomotoras ya fallan y corren serios riesgos de caer.

Fernández comentó también que esta misma situación se vive en el barrio Camilo Ortega de Jinotega, donde varias losetas que cubren un cauce se han quebrado.

Departamentales calles Jinotega archivo

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