En la semana del 26 al 30 de este mes de septiembre de 2016, está sesionando en Managua el Parlamento Centroamericano (Parlacen), órgano político por excelencia del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). Normalmente sus sesiones ordinarias y extraordinarias las realiza en la ciudad de Guatemala, capital del país del mismo nombre, en el cual tiene su sede permanente desde su creación en octubre de 1987, luego de la histórica Declaración de Esquipulas 1, emitida por los presidentes de cinco países de Centroamérica el 25 de mayo de 1986. El Parlacen quedó oficialmente instalado el 28 de octubre de 1991. Posteriormente se integrarían Panamá y República Dominicana. Costa Rica no forma parte del mismo.
Una vez al año el Parlacen en pleno sale de su sede para realizar el Foro de Partidos Políticos, el Foro de Mujeres y el Foro de Turismo. Le corresponde a cada país integrante en orden alfabético la organización de los mismos; el último en hacerlo fue Panamá en agosto recién pasado. Entonces ¿a qué se debe la presencia de este órgano en Managua? Tratemos de adivinarlo.
En el programa preliminar enviado por el presidente del Parlacen, HD José Antonio Alvarado, no aparece ningún tema —por lo menos desde el lunes 26 hasta el miércoles 28— que pueda justificar tal traslado a Managua; todo es protocolario entre la Asamblea Nacional y el órgano regional: fanfarrias, himnos, banderas, discursos, brindis y reuniones conjuntas entre comisiones de ambas instancias, para saludos y —tengo que decirlo— llenar el tiempo. El jueves 29 es la sesión plenaria; se supone que ese día se hará entrega al presidente inconstitucional Daniel Ortega, en su carácter de presidente pro témpore del SICA, del proyecto de reformas al Estatuto Fundamental del Parlacen, para que aquel lo presente al resto de presidentes de los países de CA en su próxima reunión.
Se hará tal gesto ante un presidente que no le dio la menor importancia a la asunción de la presidencia pro témpore del SICA, realizada en Roatán, Honduras, hace pocas semanas y que ni siquiera envió para recibirla a su vicepresidente o canciller, sino a un funcionario de cuarta categoría, significando una descortesía y agravio para su anfitrión y resto de presidentes participantes.
Daniel Ortega y su gobierno se encuentran en su peor momento desde el 10 de enero de 2007; disminuida hasta su mínima expresión la multimillonaria cooperación venezolana y sin los montos de la cooperación tradicional, a causa de su recurrente animadversión contra los países donantes y cooperantes; con caídas de los precios de nuestros rubros de exportación y aislado nacional e internacionalmente debido a sus abusos de poder y atropellos al Estado de Derecho y a los Derechos Humanos. Sin dudas, Ortega y su gobierno están más aislados que nunca.
Partidos políticos de todos los colores, organizaciones de expresidentes de AL y España, diputados y grupos parlamentarios, organizaciones de Derechos Humanos; editorialistas de los más importantes medios de comunicación del mundo, etc., han hecho sentir su preocupación por las señales autoritarias y de clara vocación dictatorial de Daniel Ortega y su gobierno.
Siendo tan evidente la violación sistemática de la Carta Democrática Interamericana de la OEA, de la Convención sobre Derechos Humanos de Naciones Unidas y de los contenidos de los Acuerdos de Paz Centroamericanos, entre otros tratados de los cuales Nicaragua es signataria, y constituyendo todo esto un comportamiento que niega la democracia, la presencia del Parlacen en Nicaragua se podría interpretar como un tente en pie o pie de amigo que el presidente Alvarado y la bancada del partido de gobierno y sus aliados le dan al presidente Ortega y su régimen dictatorial; poniendo en riesgo la credibilidad e imparcialidad de los ciudadanos centroamericanos hacia nuestro órgano regional. Son muchos los diputados que me han expresado su preocupación y disgusto por lo que consideran un abuso de funciones del presidente Alvarado. Por cierto, hay que apuntar que este correrá como candidato a diputado del Parlacen en la lista del partido de gobierno, en la próxima farsa electoral de noviembre. Juzgue usted amiga y amigo lector.
El autor es general retirado, diputado al Parlacen.