Los jóvenes del Movimiento Renovador Sandinista (MRS) mantienen su denuncia de la “farsa electoral” y este miércoles hicieron una sátira del proceso electoral, comparándolo las elecciones de Nicaragua con un “circo” y con una “payasada”.
Excelente denuncia del circo electoral en este #MiercolesDeProtesta #YoNoBotoMiVoto https://t.co/3an5N2iB4m
— Ana Margarita Vijil (@anavijil) 29 de septiembre de 2016
Los jóvenes se manifestaron en la avenida universitaria de Managua, donde llamaron la atención disfrazados de payasos y gritando “no hay por quien votar”. También llegaron con autoparlantes, donde sonaron la melodía característica de los circos, mientras gritaban “vengan todos este seis de noviembre a la farsa electoral”.
Luis Blandón, de la Juventud Renovadora, explicó que el objetivo es trasmitir el mensaje de que las elecciones no tienen credibilidad y motivar a más ciudadanos a denunciarla. “No vamos a avalar un proceso donde antes de las elecciones todo ya está consumado”, expresó Blandón.
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El partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) es el único con probabilidades de ganar estas elecciones, debido a que el Consejo Supremo Electoral (CSE) permite el control total de los militantes sandinistas en la estructura electoral.
Ademas, el poder judicial —controlado por el FSLN— le quitó la representación legal del Partido Liberal Independiente (PLI) a Eduardo Montealegre, quien representaba a la organización que se posicionó en 2011 como la principal fuerza política opositora, lo que dejó al FSLN sin rival en las elecciones.
Los otros partidos participantes—Partido Liberal Constitucionalista (PLC); Partido Conservador (PC); Alianza Por la República (Apre); Alianza Liberal Nicaragüense (ALN)— no han logrado alcanzar ni el uno por ciento de los votos la mayoría de ellos.
También en estas elecciones no se permitió la observación electoral nacional e internacional, que —tradicionalmente— participaba en anteriores procesos electorales.
Organismos de observación electoral nacionales e internacionales, han demostrado que las elecciones en Nicaragua han experimentado una retroceso democrático desde las elecciones municipales de 2008, señaladas del “fraude mejor documentado”.