Cinco militares murieron y otros diez resultaron heridos en una emboscada a un convoy del Ejército mexicano presuntamente perpetrada por los hijos del capo Joaquín “Chapo” Guzmán para rescatar a un detenido que era trasladado a un hospital, en el noroeste del país, informaron este viernes fuentes oficiales.
El general Alfonso Duarte Mujica, responsable del ejército en la zona, explicó que todos los indicios apuntan a que gente que responde a los hijos de Guzmán pretendían rescatar a un detenido herido por el ejército en Badiraguato, una localidad de las montañas y cuna del líder del cártel de Sinaloa.
El espectacular ataque, en el que se usaron armas largas y granadas que alcanzaron a incendiar dos vehículos militares, se produjo en Culiacán, capital de Sinaloa.
El gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, indicó que los atacantes era unos 60 y consiguieron rescatar al presunto delincuente herido por el ejército en Badiraguato, una localidad de las montañas y cuna del líder del cártel de Sinaloa.
Peor ataque desde 2005
Sinaloa es la cuna del cártel más poderoso de México, que lleva el nombre del estado, pero este tipo de ataques contra efectivos del ejército no son habituales. De hecho es la peor agresión contra las fuerzas armadas desde 2015 cuando miembros del crimen organizado del vecino estado de Jalisco derribaron un helicóptero con un lanzacohetes y mataron a diez elementos.
El grupo criminal liderado por el “Chapo” ha sido todopoderoso en la región hasta que Guzmán fue detenido por última vez en enero de este año. Ahora el cártel lo lideran sus hijos que, aparentemente, operan de forma distinta.
La brutalidad del ataque indica que la persona que era trasladada en la ambulancia era alguien poderoso o una persona que interesaba mucho a los Guzmán.