Es normal que las personas sientan atracción por las historias de personajes de moralidad cuestionable y Verne explica el porqué. Uno de los motivos es porque “nos atraen las incógnitas”, apunta el doctor en Psicología Guillermo Fouce. “Un cierto grado de misterio siempre llama, y mucho, la atención”. Los villanos presentan una mayor complejidad psicológica. El héroe es bueno por naturaleza, mientras que el villano tiene una visión del mundo a la que ha llegado a través de decepciones y traiciones. “Además, el héroe es una figura a la que aspiramos, pero suele ser tan perfecto que nos resulta más fácil identificarnos con las dudas y con los errores del villano, que a fin de cuentas no está a la altura de lo que se esperaba de él”, asegura Verne.
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