Lisbeth Vílchez Castellón, de 23 años, denunció ayer la pésima atención que recibió en el hospital Juan Antonio Brenes Palacios de Somoto, cabecera departamental de Madriz. Presume que el personal de salud pensaba que ella procedía de alguna zona fronteriza de Honduras, desde donde acostumbran asistir a este centro asistencial somoteño.
Vílchez Castellón, quien vive en el costado suroeste de la escuela de primaria Rubén Darío en Somoto, tiene pocas semanas de haber regresado de Costa Rica, donde estuvo trabajando por dos años, y al ver que su hija de once meses estaba enferma decidió acudir al hospital somoteño.
“Llevé a la niña con una fuerte diarrea, con vómito y sin apetito y me la dejaron ingresada por la noche, pero lo único que hicieron fue mandarle a hacer exámenes al día siguiente, a pesar de que les suplicaba que le dieran suero oral u otro tratamiento”, aseguró la denunciante.
LA PRENSA buscó la versión de las autoridades del hospital pero en su lugar desautorizaron la entrada del periodista.
Según Vílchez, durante la noche y el día siguiente en que mantuvo ingresada a la niña en ese hospital, el personal jamás le puso atención, “lo único que hacían las enfermeras era llegar a tomarle los signos vitales …y por eso decidí sacarla del hospital y llevarla a un médico privado”, explicó Lisbeth Vílchez, quien dijo “me decían que no me podían atender porque era hondureña”.
Recordó que cuando al fin llegó un médico a ver a su hija lo que le dijo era que la niña tenía un caso viral.
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