La embajadora de Estados Unidos en Managua, Laura Dogu, confirmó la preocupación de Washington por el estado de la democracia en el país y afirmó que “la imagen de Nicaragua ha cambiado y no de una manera buena”.
Estas declaraciones fueron parte de su discurso en una conferencia de prensa que ofreció este lunes en la sede de la embajada, sobre su primer año de gestión diplomática en el país. Según datos del Departamento de Estado, el gobierno de EE.UU. brindó a Nicaragua más de 40 millones de dólares “en una amplia gama de programas de ayuda a sus ciudadanos”.
“La cámara de representantes de Estados Unidos tenía tanta preocupación que aprobó de forma unánime el Nica Act, el cual daría instrucciones al presidente (Barack) Obama y sus agencias del Gobierno, para oponerse a cualquier préstamo que las instituciones internacionales brinden en beneficio del Gobierno de Nicaragua, a menos que el Gobierno tome medidas efectivas para fortalecer la democracia”, expresó Dogu.
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La diplomática explicó que “muchos de los fondos disponibles de las instituciones financieras internacionales provienen de los impuestos que pagan los estadounidenses y los miembros del Congreso expresaron que no creen que estos fondos deberían de beneficiar a un gobierno que no escucha a sus ciudadanos“.
Dogu manifestó que la embajada ha expresado en repetidas ocasiones su preocupación sobre el “estado de la democracia en Nicaragua”, pero debido a la “separación de poderes, entre el Congreso y el Presidente, el departamento de estado no puede comentar sobre legislaciones que aún no han sido aprobadas. Hemos escuchado la posición de muchos nicaragüenses sobre este proyecto de ley”.
“No es embargo”
“El Nica Act, de convertirse en ley, le pediría al departamento de Estados que informe sobre la corrupción y las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua y que el Departamento del Tesoro informe sobre efectividad del uso de los fondos en el país”, agregó Dogu.
La embajadora aclaró que el proyecto de Ley Nica Act no implicaría un embargo comercial ni la cancelación de Tratado de Libre Comercio (Cafta por sus siglas en inglés).
“El Nica Act, en su forma actual, no incluye disposiciones relacionadas con el Cafta. Aunque durante una reciente audiencia sobre Nicaragua en el Congreso, muchos congresistas cuestionaron si Nicaragua debería seguir beneficiándose. El Nica Act, como inicialmente está redactado, se refiere a préstamos financieros internacionales y no se trata, como se ha reportado en varias ciudades, de un embargo económico”, explicó Dogu en su discurso.
En su discurso Dogu confirmó que habló sobre Nicaragua con los congresistas estadounidenses. La iniciativa Nica Act fue impulsada por los congresistas Ileana Ros-Lehtinen y Albio Sires, y persigue que todos los préstamos que realice Nicaragua ante los organismos financieros internacionales sean votados por Estados Unidos, a menos que el gobierno de Ortega tome medidas para el restablecimiento de la democracia y la realización de elecciones libres, justas y transparentes.
Gracias por hablar conmigo sobre #Nicaragua. Y fue un gusto conocer a sus pasantes! https://t.co/naNyo1H0T1
— Laura Dogu (@USEmbDogu) 21 de septiembre de 2016
Me reuní c embajadora #EEUU en #Nicaragua @USEmbDogu sobre elecciones libres y transparentes y como luchar x #DDHH pic.twitter.com/fjkWy6FTP5
— Ileana Ros-Lehtinen (@RosLehtinen) 20 de septiembre de 2016
Clima de inversión
Sobre el clima de inversión en el país, Dogu expresó que si bien “muchas empresas estadounidenses han decido crecer su inversión en Nicaragua” y reconoce que “ellos han decidido que hay un ambiente muy bueno para inversión”, sin embargo, explicó que la preocupación no es en el corto tiempo, sino a medio o largo plazo.
“Con las excursiones las personas ya no sienten muy cómodo viajar a Nicaragua. Todas las actividades que hemos visto como parte del proceso electoral pueden tener un impacto. La imagen de Nicaragua ha cambiado bastante en el exterior por desgracia. Ustedes tienen un país increíble, con mucha gente, muy trabajadora, pero la imagen de Nicaragua a cambiado, pero no de una manera buena y eso va a tener un impacto”, contestó Dogu a los periodistas.
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La diplomática también explicó que aún está pendiente la certificación de los funcionarios estadounidenses que fueron expulsados de Nicaragua el pasado junio, porque no ha habido acuerdo sobre traerlos de nuevo, luego de la manera “dura” que fueron expulsados.
“Las personas que están trabajando en la oficina que hace inspecciones no están completamente de acuerdo con esto (mandarlos a Nicaragua), porque ellos se fueron de una manera un poco duro y tienen que decidir si quieren venir o no”, dijo Dogu, agregando que están haciendo esfuerzos entre los dos gobiernos, para traerlos otra vez.
En junio pasado, el gobierno del presidente inconstitucional Daniel Ortega, no solo expulsó del país al académico Evan Ellis, sino que también obligó a salir a otros dos funcionarios estadounidenses del Departamento de Aduanas.