El joven Otoniel Zúñiga Vargas, quien está postrado en una cama desde el pasado mes de diciembre del 2015 cuando fue atropellado por un motociclista en El Jícaro, municipio del departamento de Nueva Segovia, rechazó toda la ayuda que se le ofreció y, según declaraciones de su madre, pidió que lo lleven a su casa y lo dejen morir.
“Él dice que ya se siente dado y que ya muy pronto se va a morir”, repetía doña Ernestina Martínez Gutiérrez, madre del menor, al tiempo que reconoció la voluntad que tuvieron tanto los médicos como a las personas que de alguna manera le llevaron ayuda, alimentos y dinero. Dijo además que ya sólo esperan la muerte del niño.
“Aunque me duela en el corazón, él ya no quiere nada y sólo pide que lo regresen a su casa porque no quiere morir fuera de ella”, expresó la madre. Otoniel, su madre, su padre y un hermano se movilizaron hacia la cabecera municipal de El Jícaro para recibir ayuda que le ofreció un grupo de personas que están conscientes de la condición del menor.
Otoniel Zúñiga presenta un cuadro de desnutrición severa según algunos médicos que lo ha atendido y que además pidieron a la familia que permitan el traslado del menor a un hospital de Managua para que pueda ser tratado y se le realice una cirugía en los intestinos, que desde diciembre del 2015 no funcionan correctamente tras el fuerte golpe que recibió al ser atropellado.
Otoniel se dirigía a su milpa (tierra donde se trabaja el maíz), en Murra cuando fue impactado por un motociclista que lo sacó del camino, lo dejó abandonado en un matorral y le metió 100 córdobas en la bolsa del pantalón. El niño fue trasladado a un centro de salud en El Jícaro, donde solo le daban medicamentos para el dolor y lo devolvían a su casa. La familia cuenta que eso ocurrió durante cinco ocasiones y los médicos solo expresaban que el golpe era superficial.
Fue hasta que trasladaron al niño a El Hospital La Mascota de Managua que conocieron la gravedad de su situación. Otoniel fue sometido a varias cirugías, pero el padre posteriormente decidió sacarlo del hospital para regresar a su finca a trabajar sus cultivos. Una comisión de ocotaleanos que se solidarizaron con la familia y les estuvieron ayudando, revelaron a LA PRENSA que el padre del menor decidió sacarlo del hospital para regresarse a El Jícaro a negociar con el hombre que lo atropelló. La madre del niño dijo que el hombre recibió cuatro mil córdobas como compensación por las lesiones que sufrió su hijo en el accidente.
Ahora, Otoniel solo pide que lo dejen morir. “Él se siente tan mal y dice que es mejor que le alisten en el cajón y que lo lleven a su posada para que ya nadie lo siga molestando”.