Un peleador en evolución como Carlos “Chocorroncito” Buitrago no debería conformarse solamente con ganar y nada más. La noche del sábado se esperaba ver la continuidad de un Buitrago explosivo, como sucedió en su última presentación frente a Róger Collado.
Sin embargo el tres veces retador a una corona mundial, se excedió de cautela ante Noé Medina, un mexicano inferior, y le dio vida al oponente que lucía zombi desde el segundo asalto y al final, con el público descontento ganó una decisión unánime.
Éxito claro
La victoria fue inobjetable, el único asalto discutido fue el quinto, pero ¿Qué pasó con ese tren de pelea ofensivo de los dos primeros rounds? Fue como si Buitrago se desconectara de la pelea luego del primer capítulo brillante cuando inició con un cruzado de izquierda haciendo retroceder al rival, golpear repetidamente con el jab y cerrar con la misma mano que movió la quijada de Medina.
Además le dio continuidad a ese boxeo en el segundo asalto con un cruzado de zurda de película que hizo viajar por la galaxia a ver estrellas al azteca y bailar la danza del vientre, inconsciente se apagó el muchacho.
Lo que todos esperaban en el tercero era la culminación de un trabajo magistral de Buitrago ¿pero qué ocurrió? Le regaló la vida al mexicano. Medina era un peleador sin iniciativa, hasta ese momento no tiraba golpes por iniciativa propia, sino por reacción al ataque del nicaragüense. Hubo algo en la mentalidad del peleador pinolero que se excedió de cautela, apareció la sombra que ha perseguido a “Chocorroncito” en sus peleas de título mundial, la falta de explosividad.
Del cuarto al octavo y último round fue el mismo patrón de bostezo, Carlos empacaba para casa sus combinaciones y el mexicano tiraba uno que otro golpe, pero lo más sorprendente es que el mismo púgil azteca incitaba al intercambio a Buitrago.
Se detenía, bajaba las manos y le decía: “Dale, vení, vení, pelea”, y “Chocorroncito” se hacía el sordo, se conformaba con ganar los asaltos y estar lejos del pequeño bombardeo que pudiera hacer el azteca.
Mas combates
En el combate semiestelar, Eliezer Quezada venció por decisión unánime a José Cordero en el combate más emocionante de la noche en el Puerto Salvador Allende.
En otras peleas, Alexander Espinoza derrotó por decisión unánime a Ismael Fernández. Espinoza terminó cortado por un cabezazo en el segundo asalto, pero no se desesperó y triunfó.