Si al momento de leer esta noticia usted no se ha levantado de su lugar o solo ha ingerido comida chatarra, pare un poco. Camine, estire sus brazos y sus piernas, pues aunque no lo crea un ejercicio, de por lo menos 15 o 20 minutos al día, le puede salvar la vida.
El doctor Joel Narváez, especialista en Ortopedia, explica que el sedentarismo puede ocasionar problemas metabólicos, articulares y cardiovasculares, de este último recuerda que los infartos agudos al miocardio han aumentado en los últimos años y constituyen una de las principales causas de muerte en el país.
El médico explica que por lo menos el 20 por ciento de las consultas que atienden por día en los hospitales de referencia nacional corresponden a pacientes sedentarios, es decir, “pacientes que no practican ningún ejercicio y comen de forma desbalanceada”.
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Este “mal hábito”, explica Narváez, puede ser causante de varias enfermedades serias, como la diabetes e incluso el cáncer en el páncreas o el hígado, pues el sedentarismo también provoca afectaciones metabólicas.
“Si no te movés, si no te ejercitás aumentás de peso y todas las consecuencias del sobrepeso. Vienen problemas articulares, sobre todo de la cintura hacia abajo, esto también te produce aumento de la presión arterial, la obesidad también está muy relacionada con la diabetes y problemas cardiovasculares”, explicó Narváez.
El médico recuerda que “una de las principales causas de muerte en Nicaragua está siendo el infarto agudo al miocardio y todo eso es consecuencia del sedentarismo”.
Pero además, el sedentarismo ha reducido la edad promedio para padecer enfermedades que antes eran consideradas para pacientes mayores de 50 años, como la diabetes y los problemas coronarios, pues ahora a las consultas médicas asisten pacientes menores, incluso de 20, años con problemas de obesidad, apunta el médico.
En las escuelas, según los planes del Ministerio de Educación, los estudiantes realizan ejercicios físicos durante 45 minutos dos veces a la semana.
Además se promueve la ingesta de comidas nutritivas y en los kioskos escolares se prohíbe la venta de alimentos chatarra, como bebidas gaseosas y meneítos.