SECUESTRO
Antes de cualquier análisis sobre las conversaciones entre el gobierno y la OEA, les dejo esta imagen por si les sirve: Daniel Ortega tiene a la democracia nicaragüense agarrada por el cuello y con una pistola en la sien. Esto es un secuestro. Hasta hace poco, con los ojos vidriosos, parecía dispuesto a ejecutarla sin miramientos y es recién, cuando se sintió asediado, que sorpresivamente aceptó hablar con un experto. Sin bajar la pistola de la sien, sin soltar la rehén. El acercamiento debe ser cauteloso. Puede ser una trampa. Pone condiciones. ¿En secreto? Aceptado. Será en secreto mientras se converse. Ahora le toca a Ortega dar una prueba de buena voluntad. El tiempo corre a su favor y en contra de la rehén.
¿PERAS AL OLMO?
Lo primero sobre lo que debe estar claro la OEA es que estas no son elecciones y por lo tanto no puede salir un gobierno legítimo de ellas. Es como esperar que salga una vaca del parto de una cerda. ¿Qué representatividad puede tener la futura Asamblea Nacional cuando se le ha negado el derecho a participar a la segunda fuerza política del país? ¿Qué parlamento será este cuando un partido decide por sí y ante si cuántos diputados quiere tener y si no los tendrá todos es porque regalará algunas curules a todos aquellos que aceptaron simular que compiten? Y no solo eso, sino que una vez electos estos diputados, el mismo partido que les regaló la curul puede quitársela cuando se le antoje, como ya lo ha hecho con otros. La primera demostración de buena voluntad del secuestrador debe ser, por tanto, liberar las elecciones que tiene como rehén, para luego negociar sobre la democracia.
DIPUTADOS
Fíjese nomás como se ha charruleado la figura del diputado. Ya no opinan ni debaten ni se oponen a nada. Son solo unos “aprieta botón y cobre”. Hasta por una mala mirada los pueden destituir. Y como si esto fuera poco, han llenado las boletas con gente de la peor calaña, parientes y hasta recomendados de partidos rivales en un esfuerzo descarado de pulverizar la representatividad popular. Si la gente se convence que para nada sirve elegir diputados, tampoco estará muy interesada en reclamar por su derecho a votar por ellos, calcularán.
AL RIDE
El comentarista del televisión, Jaime Arellano, ha insistido en que el defenestrado político Pedro Reyes reconoció en su programa dos cosas gravísimas: uno, que el Frente Sandinista se comprometió a quitarle la representatividad legal del PLI a Eduardo Montealegre y entregársela a Reyes si este a su vez se comprometía a renunciar al tendido electoral que le correspondía como segunda fuerza al PLI; y dos, que el mismo Frente Sandinista le pidió que incluyera en la lista de sus diputados cuatro nombres que le interesaban. Yo no vi el programa pero si he oído a Arellano quien asegura tener el video con la confesión. A quien sí vi y oí decir que incluyó al tristemente célebre Byron Jerez por recomendación de “alguien” (no dijo quién) es a Carlos Canales, el presidente y candidato presidencial del APRE. ¡¿Cómo pueden llamar elecciones a esto, por Dios?!
SPOTS
¿Han visto los spots electorales? Dan pena y risa al mismo tiempo. Todos parecen haber sido hechos por una misma mano o, al menos, todos se pusieron de acuerdo en el mensaje: no confrontar a Ortega y pedir que la gente vote. Y así vemos cosas tan risibles como el reverendo Saturnino Cerrato que aparece con aires de genio de lámpara de Aladino y dice: “Aquí estoy. Daaame tu voto…” O a la esposa de Arnoldo Alemán insistiendo en que “para ganar hay que votar”. ¿Ganar qué? O, peor aún, Byron Jerez, pidiendo que voten por él porque “vos sabes quién soy” en la más contraproducente campaña que alguien haya hecho alguna vez. ¿Quién en su sano juicio votaría por Jerez sabiendo quién es?
CIRCO CARO
La verdad es que la propaganda no está diseñada para convencer a nadie. Así como pocos de esos nombres quedarían si estas fueran elecciones de verdad. Todo es parte del circo. Simulación. Y esto podría ser gracioso de no ser por un problema grave: todo lo pagamos nosotros. Las facturas de esos spots que dan risa por lo ridículo serán enviadas al Consejo Supremo Electoral para su reembolso, el Consejo sacará ese dinero del presupuesto y el presupuesto lo saca de nuestros bolsillos. Así de simple. Novecientos treinta millones de córdobas nos costará todo. Pagaremos como filete por un pedazo de hule que nos sirven como carne.
CRIMEN CONSUMADO
Yo puedo entender que las conversaciones con la OEA se mantengan en secreto por ahora. Estoy seguro que esa es una concesión de acercamiento, típica de un secuestro. Lo que sí sería trágico es que conversando en secreto se llegara al seis de noviembre en las mismas condiciones que estamos ahora. Las elecciones, transparentes y competitivas, no son el mejor camino para liberar la democracia en Nicaragua, ¡son el único camino! Si Ortega gana tiempo hasta el seis de noviembre, el crimen estará consumado, y a la OEA poco espacio le quedará para negociar sobre un cadáver.
