Los migrantes nicaragüenses que utilizan la ruta terrestre hacia el norte en busca de llegar a Estados Unidos deben conocer los peligros que deben enfrentar, manifestó Lea Montes, directora del Servicio Jesuita para Migrantes Nicaragua (SJM).
Montes refiere que si bien es cierto las grandes cifras de migrantes en Centroamérica proceden del norte, sin embargo, considera que actualmente “es bastante”, la cantidad de nacionales que abandonan el país con intenciones de llegar a Estados Unidos.
Ante los peligros que los migrantes enfrentan en su tránsito por México, considera que las organizaciones defensoras de migrantes deben advertir a la población los riesgos por los que deben atravesar, igual los derechos que tienen como población migrante. Montes dijo que por su parte el SJM, ya lo está haciendo a través de talleres, por ejemplo, o por los medios de comunicación, para que puedan los nacionales que deciden migrar logren “un viaje seguro”.
Un reciente estudio efectuado por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) junto al Colegio de la Frontera Norte en México, revela que los migrantes centroamericanos que intentan avanzar hacia el norte se exponen en territorio mexicano a todo tipo de riesgos que van desde agresiones físicas, robos, extorsiones y tráfico de personas.
El mismo señala que con el control migratorio y la vigilancia fronteriza no sólo cambiaron las rutas, sino que éstas se volvieron más largas y peligrosas.
Y la directora del SJM considera que hablar de “la ruta México” es un tema bastante complejo pues han conocido que cada vez surgen nuevos brotes de organizaciones criminales que muchas veces si los migrantes no les dan todo lo que llevan “los desaparecen”.
Nunca viajar solos
Es por ello que dice el SJM aconseja a los migrantes nacionales que “tienen que informarse, tienen que viajar en equipos con gente conocida”.
Y en la ruta que utilicen vayan a lugares donde puedan encontrar apoyo sobre todo en defensa de sus derechos humanos, como las congregaciones religiosas, centros pastorales y las iglesias que brindan protección a los migrantes en México, donde conoce existe mucha participación “porque es un problema serio; es el corredor migratorio que pasa la gente”
La migración no se va a parar, dice Montes, pues la gente lo decide en libertad, pero por lo menos a las organizaciones les queda informarles a los nacionales de los riesgos que deben afrontar.