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Yerald Salvador Pozo Pichardo, último pastor del rapto divino, fue acusado de tráfico de migrantes, construcción en lugares prohibidos y exposicíón y abandono de personas.LA PRENSA/ A. FLORES

Último pastor del “rapto divino” tendrá que pagar por sus pecados

Yerald Salvador Pozo Pichardo, junto con los ocho que fueron declarados culpables, con engaños hicieron acampar a 596 personas, de ellas, 311 niños, en un lugar ubicado en la comarca Venecia, El Viejo, Chinandega.

Yerald Salvador Pozo Pichardo, último pastor del “rapto divino”, fue acusado de tráfico de migrantes, construcción en lugares prohibidos y exposición y abandono de personas. Pozo (nicaragüense) era el único que estaba prófugo de la Justicia.

Otros ocho acusados, incluido Francisco Javier Sánchez, el máximo líder de la secta que se denominaba El Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, ya fueron condenados a seis años de cárcel por los mismos delitos, por lo que ahora está siendo acusado Pozo.

Los sentenciados ya apelaron la sentencia y están a la espera de la resolución de los magistrados de la Sala Penal Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM).

Lea: A la espera del “rapto” en Venecia

Según la fiscal Inés Miranda, el acusado Pozo, junto con los ocho que fueron declarados culpables, con engaños hicieron acampar a 596 personas, de ellas, 311 niños, en un lugar ubicado en la comarca Venecia, El Viejo, Chinandega, y les prometieron que iban a ser parte del “rapto divino”.

Los líderes de la secta hicieron que sus seguidores vendieran sus propiedades y que se trasladaran al campamento y les quitaron todo el dinero, le manifestó la fiscal Miranda al juez Arias.

Les prometían que se aproximaba un rapto apocalíptico, en el cual únicamente serían tomados en cuenta los miembros que se encontraran acampados.

Tras varios meses de estar acampados, a los seguidores nunca les llegó el supuesto “rapto”; lo que sí estaban viviendo eran penurias; los niños y adultos habitaban en champas de plástico, chozas de paja y a la intemperie y en condiciones infrahumanas e insalubres.

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