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Clayton Kershaw es la gran esperanza de los Dodgers para extender la serie. LA PRENSA/ARCHIVO

Cachorros tras la victoria que borraría la maldición

Superstición, mala suerte o nervios, el caso es que los Cachorros de Chicago no han pisado más una Serie Mundial desde 1945, cuando fueron conjurados por la “maldición de la cabra”.

De nada valió que algunos aficionados de los Dodgers echaran mano a la superstición, e incluso pasearan sus cabras por el Dodger Stadium, porque igual la “maldición” no funcionó y ahora los Cachorros de Chicago están a una victoria para avanzar a su primera Serie Mundial de beisbol en 71 años.

Estos Cachorros de 2016, manejados por Joe Maddon, parecen burlarse del conjuro que les lanzó hace 71 años un inmigrante griego.

Superstición, mala suerte o nervios, el caso es que los Cachorros de Chicago no han pisado más una Serie Mundial desde 1945, cuando fueron conjurados por la “maldición de la cabra”.

Con un juego preciso en la defensa, picheo de puntería y bateo oportuno, los Cachorros lograron ganar dos de los tres partidos en Los Ángeles ante los Dodgers y ahora lideran 3-2 la serie por el Campeonato de la Liga Nacional, colocándose a un paso del banderín y del pase a la Serie Mundial.

Tras ser blanqueados 21 innings al hilo, y perder el tercer juego el martes (6×0) —lo que permitió a los Dodgers adelantarse 2-1 en la serie—, el equipo de Maddon se sacó la camisa de fuerza y con recia ofensiva niveló el tope al vencer 10×2 el miércoles, y tomar la delantera con victoria de 8×4 el jueves.

¡FUERA LA MALDICIÓN!

La “maldición del chivo” que le lanzara Williams Sianis a Chicago en 1945, podría evaporarse con estos Cachorros en los que abunda el talento latino.

“Este equipo no cree en esas cosas. Creemos en nuestro juego en el terreno, y en la fuerza que nos da la unión entre todos”, declaró a la AFP el lanzador cubano Aroldis Chapman, quien cerró el último inning de la victoria del jueves.

De igual forma se manifestaron el receptor panameño Carlos Ruiz, el puertorriqueño Javier Báez y el venezolano Wilson Contreras. “Este es un equipo muy unido, en el que cada uno confía en el trabajo del otro, con mucho profesionalismo”, aseguró Báez, el jugador de cuadro de magnífico desempeño al campo y al bate en los dos últimos partidos de la serie. “Esto se acaba en Chicago”, aseguró Contreras.

Pero los Dodgers no están vencidos. Para el importante sexto partido han designado a su astro zurdo Clayton Kershaw, quien ya pintó de blanco a los Cachorros en el segundo juego en Chicago.

“Ese es un juego que esperamos ganar”, afirmó el piloto de Los Ángeles, Dave Roberts. “Esta serie de ningún modo ha concluido”.

71 AÑOS DE AYUNO

La “maldición de la cabra” que persigue a los Cachorros desde hace 71 años, se ha mantenido hasta el día de hoy. Los Cachorros habían ganado dos Series Mundiales (1907 y 1908). Ningún equipo lleva tanto sin conseguir el título en las Ligas Profesionales Estadounidenses.

Para erradicar el conjuro, los aficionados han hecho de todo. En 1973, el sobrino del viejo William, Sam Sianis, compró una nueva chiva como mascota del bar y la bautizó como “Sócrates”. Luego de un primer intento fallido para ingresar al estadio, los Cachorros cayeron vencidos en esa postemporada.

En 1984 por fin dejaron entrar a “Sócrates” no solo al estadio, sino también al terreno de juego, pero aunque terminaron en primeros en su división, perdieron la Serie de Campeonato de la Liga Nacional con los Padres de San Diego.

Los aficionados llegaron incluso a ejecutar a una pelota de beisbol en una ceremonia que se transmitió por una cadena de televisión a todo el país, el 27 de febrero de 2004.

La pelota en cuestión, fue la que tocó el aficionado Steve Bartman. En el octavo inning del sexto juego de la Serie por el Campeonato de la Liga Nacional, los Cachorros iban ganando 3-0 a los Marlins. Estaban a cinco outs de avanzar por primera vez a una Serie Mundial, cuando Bartman desvió una bola de foul que pudo ser atrapada por el jardinero de Chicago Moisés Alou.

Chicago perdió el partido y también el séptimo juego, y con ello sus esperanzas de ir a una Serie Mundial. Bartman tuvo que ser escoltado por la Policía al salir del estadio, y más tarde se mudó de Chicago… a Florida. “Let the goat in (dejen entrar a la cabra)”, siguen diciendo los fans de los Cachorros.

LA “MALDICIÓN DE LA CABRA”

6 de octubre de 1945. Cuarto partido de la Serie Mundial en Chicago. Los Cachorros jugaban contra los Tigres de Detroit y ganaban 2-1 la serie. Williams Sianis, un inmigrante griego dueño de una taberna, intenta entrar al estadio de Chicago con “Murphy”, su cabra mascota, pero no lo dejan pasar. —¡Dejen entrar a Billy pero no a la cabra! —gritó P.K. Wrigley, dueño de los Cachorros de Chicago.

—¿Por qué no a la cabra? —preguntó William Sianis. —Porque la cabra apesta —respondió P.K. —¡Entonces los Cubs no volverán a ganar. Nunca más ganarán una Serie Mundial hasta que no se le permita la entrada a la cabra al Wrigley Field! —lanzó su maldición el tabernero. Como no podía ser de otra manera, los Cachorros perdieron el partido, y días más tarde, la Serie Mundial. Ahí comenzó la maldición.

 

Deportes Beisbol cachorros Clayron Kershaw Dodgers archivo

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COMENTARIOS

  1. Isaac
    Hace 7 años

    Hummm la maldicion es no ganar la Serie Mundial, los Cubs no la han ganado, entonces todavia la maldicion est vigente…

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