En uno de los cierres de juego más electrizantes de los últimos tiempos, en el que euforia y desconcierto se mezclaron sin límites, los Dantos sacaron una victoria de los bolsillos del Bóer y han escalado la cima del beisbol nacional, a base de fuerza y fuego.
El Bóer vivió el pico de su máxima excitación cuando Javier Robles tumbó la cerca y lo puso arriba en el marcador 6-5 en el noveno episodio, pero al instante contempló el fin de su efímera felicidad, al ver cómo los Dantos hacían girar la pizarra 7-6 y ya no hubo para más.
Los Dantos están de vuelta a la cúspide veinticinco años después de su última coronación y lo hacen siendo exigidos al máximo por unos Indios, que no volvieron a ser combativos como en la campaña, pero que con raptos de inspiración, le agregaron emoción a la Final.
OFILIO RESULTÓ CLAVE
Cuando el séptimo juego asomó en el horizonte, después del trancazo de Robles, que sacudió los cimientos del envejecido Estadio Nacional Denis Martínez, apareció en escena Ofilio Castro, quien a pesar de aportar, no había jugado un rol decisivo en este partido.
Sin embargo, disparó un doblete hacia la brecha del right-centerfield y remolcó la carrera del empate 6-6, pero además, forzó un tiro a tercera de la desarreglada defensa del Bóer. La bola se fue a territorio muerto y Ofilio anotó la carrera de la victoria, mientras el Bóer moría.
El comité de recepción para Ofilio en el homeplate fue masivo. El destacado jugador pisó el plato y ahí quedó establecida la sentencia de muerte para el Bóer, mientras su esfuerzo final, pasará a la posteridad con un toque de justicia divina. Castró recordó a su madre.
“Todos los muchachos jugaron con todas sus fuerzas para que ganáramos este campeonato que yo se lo dedico a mi madre (fallecida hace unos pocos días)”, señaló Castro entre lágrimas.
Los Dantos tomaron ventaja 2-0 en el arranque ante Elvin García, por remolques de Henry Burton y el propio Ofilio. Ronald Rivera con jonrón amplió a 3-0 en el segundo, modificado a 3-1 por el Bóer en el tercero.
El Bóer sufrió cinco ceros en línea, tres de ellos del abridor Jason Laguna, quien hizo gran trabajo. Y mientras eso ocurría, Rivera le volvió a jonronear a Darrel Leiva y el 5-1 pareció lápida para el Bóer.
No obstante, la mayor emoción estaba reservada para el cierre. Danilo Sotelo con elevado y Mario Pasos con sencillo, apretaron la pizarra 5-3, mientras Robles la hacía girar 6-5, solo para ver a los Dantos retomar el control en el cierre de un estremecedor partido y convertirse en campeones nacionales.
LOS DATOS
Hilario Urbina fue el ganador del partido por los Dantos, tras sacar dos outs. La mejor faena fue la de Jason Laguna (6in, 4h, 1cs, 1b, 4k).
Wilson Flores, refuerzo que no se hizo notar en el Bóer, perdió. Abrió Elvin García, quien mantuvo a su equipo en la pelea hasta el sexto.
Ronald Rivera, el Más Valioso de la Final, disparó dos jonrones ayer y remolcó tres carreras, para terminar con siete en la Final.
Los Dantos se coronaron campeones en 1985 ante los Tiburones de Granada. César Jarquín era su timonel.
Volvieron a la cima en 1987, cuando se impusieron al Bóer en seis duelos, como ahora. El mánager era Omar Cisneros.
Al año siguiente (1988) le ganaron a la Costa Atlántica y cerraron en 1991 con victoria ante Chinandega. en ambos casos dirigidos por Cisneros.