Panamá y Colombia instalarán dos nuevos puntos de seguridad e incrementarán su fuerza naval con el fin de contrarrestar el narcotráfico y el ingreso de migrantes no autorizados, según anunciaron sus presidentes el martes tras sostener un encuentro bilateral.
La reunión entre el mandatario panameño Juan Carlos Varela y su homólogo colombiano Juan Manuel Santos se llevó a cabo en la localidad de Nicanor, donde suscribieron un acuerdo de cooperación y anunciaron la instalación de dos bases binacionales para incrementar la seguridad en la frontera común.
Las nuevas instalaciones militares —las cuales tendrán presencia de la fuerza pública panameña y de la armada colombiana— serán adicionales a otro par de centros de seguridad que ya operan en las localidades de Alto Limón y La Unión, en Panamá.
Dichas instalaciones estarán localizadas en “dos puntos de alto valor estratégico para la realización de operaciones de seguridad en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado”, afirmaron los mandatarios en un comunicado conjunto.
Lea también: 11 mil migrantes irregulares han ingresado a Costa Rica desde abril
Estrategia para 2017
Varela también anunció que Panamá comprará dos buques para aumentar su fuerza logística. Según informó, las embarcaciones y las dos bases binacionales se integrarán a la estrategia de seguridad que entrará en vigor en 2017 y cuyos detalles de operación afinarán ambos países en los próximos meses.
“Podemos colaborar más y hemos puesto en vigencia planes concretos para el año que entra”, dijo por su parte Santos en una conferencia de prensa tras el encuentro bilateral.
Panamá ha tenido que lidiar con una frontera vulnerable a organizaciones criminales, narcotraficantes y redes de trata de personas.
Además, en los últimos años ha recibido oleadas de migrantes, pero Varela afirma que el número ha disminuido gracias a la comunicación que ambos países han establecido para detectar redes dedicadas a diversos delitos.
De acuerdo a estadísticas oficiales en lo que va de 2016, más de 15,000 migrantes han entrado a territorio panameño por su frontera con Colombia. Hace tres semanas, el presidente se reunió con su homólogo costarricense Luis Guillermo Solís para analizar el tema, y anunciaron que buscarían a otros países que puedan recibir a los migrantes que por razones humanitarias queden varados y no puedan seguir el viaje.