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educación

Douglas Reyes Mejia empresario de la casa del finquero. LAPRENSA/Maynor Valenzuela

“Nuestro principal problema es la educación”

Como un reconocimiento a su trabajo y aporte al sector empresarial, Reyes Mejía fue distinguido por la Cámara de Industrias de Nicaragua durante el Día del Empresario Nicaragüense.

Un hombre de gran experiencia, desde joven trabajó de cerca con su papá, quien es su mayor orgullo. El desarrollo de la industria lo compara con una carrera de equitación pues dice que a diario tiene que vencer obstáculos para mantenerse.

La historia de Douglas Reyes Mejía ha estado marcada por exilio, cárcel y añoranza por el país que lo vio nacer; regresó después de vivir durante 13 años en Guatemala y se declara como “loco nacionalista”. Durante su paso por el país del norte junto con su familia fundaron la empresa Manufacturera Química Guatemalteca SA, pero la vendieron en los noventa para regresar a Nicaragua y recuperar las empresas que habían sido confiscadas por el gobierno sandinista.

En su proceso de reestructuración de las empresas familiares fundó empresas de salud que cedió a su hermano y se desarrolló en el sector agroquímico con la empresa Quibor SA. En medio de esos procesos ha aprendido que muchas veces es “más fácil trabajar en algunos países que en mi propio país”.

Como un reconocimiento a su trabajo y aporte al sector empresarial, Reyes Mejía fue distinguido por la Cámara de Industrias de Nicaragua durante el Día del Empresario Nicaragüense.

viernes 30 de septiembre del 2016,Douglas Reyes Mejia empresario de la casa del finquero. Foto Maynor Valenzuela LA PRENSA

¿Qué puede comentar sobre el premio?
Para mí el premio del industrial sería si el premio sirve para que el Gobierno vuelva los ojos a la industria y diga que lo que necesitamos para salir de la pobreza es transformar nuestras materias primas a productos terminados que digan “made in Nicaragua”.

¿A quién se lo dedica?

En primer lugar a mi padre, que me enseñó el trabajo duro, el valor de la honradez y el amor a la patria; a mi familia y a los colaboradores que día a día trabajan duro para hacer grande a Nicaragua. Este premio me tomó por sorpresa, no pensé que me lo iban a dar pero para ganármelo he tenido que trabajar duro toda mi vida.

¿Cómo empezó su empresa cuando regresó al país?

Me metí a hacer productos para la agricultura, pero en este año (2016) prohibieron un insecticida que era mi principal producto de exportación entonces la comisión nacional de productos tóxicos la prohibió, el único país de Centroamérica que lo prohíbe, entonces yo les dije: “Yo tengo un montón de plata invertida en esto, déjenme producirlo y exportarlo(…)” y me dijeron que no.

¿Qué ha hecho para recuperar el permiso de fabricar?
He metido cartas con todas las instituciones, pero ¿qué pasa? aunque tenemos un buen ministro del Mific, Orlando (Solórzano) es una buena persona, pero no toma decisiones, entonces los ministros no toman decisiones, además de eso está tan segregado el control que nosotros estamos bajo Ministerio de Salud, Ministerio de Medio Ambiente, IPSA, Comisión Nacional de Registro de Productos Tóxicos, con todos tenemos que ver ¿cuál es el mayor problema? En la Comisión ahí siempre hay gente que no son agrónomos los que mandan, son políticos, nunca han trabajado en la industria.

¿Cuál es el principal obstáculo que enfrentan?

El problema es que ponen gente que no ha sudado el día a día que suda el empresario para hacer grande a Nicaragua, son políticos, pero empresarios somos los que trabajamos todos los días aquí , somos los que damos trabajo, damos riquezas, no son los gobiernos, es la empresa.

¿Qué pasaría si Douglas Reyes no perteneciera a ninguna asociación o Cámara?

Simplemente no existo, pero aquí yo pertenezco (a varias cámaras): fui presidente de APEN, presidente de la Asociación de Industriales Exportadores, soy el más antiguo director de la Comisión Nacional de Promoción de Exportaciones, están todos los de las exportaciones, la Ley de perfeccionamiento activo yo la hice con el que ahora es el ministro Solórzano, soy miembro de Amcham, uno tiene que estar metido en todo para que se escuche su voz (…), pero lo lindo sería que todo desde el chiquito, el grande, el mediano tenga la voz, eso sería maravilloso, el país sería mejor.

¿Por qué no se termina de desarrollar la industria en el país?

Porque no hay un plan de nación (…) el Gobierno ha ayudado que se pongan aquí zona francas, pero para desarrollar la industria nacional con un capital nacional no hay un verdadero soporte gubernamental ni ha habido nunca, esa es nuestra historia.

¿Cómo describe al sector en la actualidad?

Está extremadamente débil (…), antes la Cámara de la Industria tenía directamente contacto con los entes gubernamentales ahora todo esto se volvió un sistema político y político empresarial vertical, quien decide los problemas de todo mundo está allá arriba en el Gobierno, la Cámara no puede ir directamente donde el ministro, no puede ir a la Presidencia, le cuesta, tiene que ser todo por medio del Cosep , y yo creo que el industrial es el único que va a pelear por el industrial, así como la Cámara de la Construcción va a pelear por ellos y el agro por el agro (…)

¿Qué le falta a la industria nacional?

Nuestro principal problema es la educación en todo sentido; las empresas necesitan educación técnica, aquí no hay una cultura para contratar gente que te llegue a ordenar tu empresa, aquí no hay eso o sea Quibor es Quibor porque contraté a un señor norteamericano para que me diera tecnología y eso me ha ayudado muchísimo.

¿Cuáles son las ventajas y desventajas que tiene la industria?

Aquí tenemos la ventaja sustancial que es la seguridad personal, yo acá puedo entrar y salir, ir a la finca a las 12:00 de la noche y no ando armado, pero la desventaja más grande acá es el valor de la energía, aquí no somos competitivos con la energía, tenemos una mano de obra poco certificada, o sea tenemos una educación pésima para nuestro pueblo.

¿Qué piensa de las exoneraciones?

Me da hasta un poco de miedo, pero Bayardo (Arce) tiene razón, por primera vez se oye una voz razonable. Yo he peleado eso, una vez se habló de eso, quienes la tienen (exoneraciones) son los comerciantes, no los industriales; esas exoneraciones deberían de ser para la gente que produce en Nicaragua, que industrializa el agro, pero aquí la exoneración se dio en listas taxativas que se daban a todos. El que importa productos agrícolas la plata le queda al comerciante, con eso lo que están haciendo es quitarle el trabajo al nicaragüense, con eso se hubieran dado a la industria que produjera agroquímicos.

“El trabajo duro es el camino para que cualquier sueño se vuelva realidad y el buen nombre es el mayor capital que una persona puede tener”.
Douglas Reyes Mejía, Empresario Distinguido 2016 de la Cámara de Industrias de Nicaragua.

Economía educación industria Sector empresarial archivo

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COMENTARIOS

  1. Erika Lopez
    Hace 7 años

    Excelente entrevista, coincido completamente con el criterio del Sr. Reyes Mejia. Necesitamos educarnos, desde el pequeñito en el preescolar hasta el profesional, la educación nos dará la pauta para hacer riqueza, no podemos estar esperando que el Gobierno (del partido que sea) nos resuelva con un empleito.

  2. Pedro
    Hace 7 años

    El principal problema no es la falta de educacion, el principal problema es el empleo. Se puede tener a una poblacion bien entrenada y si no hay empleo se les vera como taxistas. Entonces si creo que el gobierno hace bien en abrir centros de trabajo, proyectos, el gran Canal etc…. el entrenamiento y educacion vendran mas tarde cuando se entrene para los empleos disponoibles.

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