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En Letra Pequeña

El peor escenario para Ortega es que la OEA declare más bien que no hubo elecciones este noviembre en Nicaragua y que haya países que en función de ese informe no reconozcan como legítimas las autoridades que de esta farsa salgan.

Viveza de ratón

Se le llama “viveza de ratón” a la jugada en la que alguien toma una opción que a lo inmediato le da ventajas pero a la postre le pesará caro. Es la viveza de comerse el queso sin percatarse de la trampa que se le viene encima. Antes alabar la viveza del comandante y condenar la torpeza de la OEA, dejemos que se vean, en el corto plazo, los resultados del acercamiento entre el régimen de Ortega  y la organización regional. Por ahora, consideremos estas premisas que nos pueden hacer pensar que esa viveza del comandante que le alaban sus aduladores puede ser solamente la “viveza de ratón” de la que hablamos antes.

Tragar sus palabras

En primer lugar, recordemos que Daniel Ortega se está comiendo, literalmente, sus propias palabras. ¿No fue acaso Ortega quien el sábado 4 de junio pasado dijo que los de la OEA eran, entre otros,  “observadores sinvergüenzas” y que aquí se había acabado la observación electoral? ¿No fue el representante de Nicaragua en la OEA, por encargo de Daniel Ortega, quien ese mismo mes pidió en República Dominicana la “renuncia irrevocable” de Luis Almagro, secretario general de la OEA, porque con su “comportamiento ilegal, irrespetuoso y prepotente se ha auto descalificado y expulsado del cargo ocupado en la organización de Estados Americanos”.  ¿Entonces comandante? ¿A que le saben sus propias diatribas?

Almagro no es insulza

Otro error de cálculo puede estar en no percatarse de los cambios en la secretaría de la OEA. Luis Almagro no es Miguel Insulza, aquel pobre diablo al que ponían a temblar con solo enseñarles los dientes. Insulza se mantuvo durante diez años al frente de la OEA con más pena que gloria. En el 2007, cuando Insulza quiso terciar a favor de una televisora a la que acosaba el régimen de Venezuela, Hugo Chávez dijo del él que era “un verdadero pendejo, desde la P hasta la O”. Fue suficiente. Desde entonces se le vio dócil y buscando como congraciarse con los chavistas para ganar su reelección en el cargo y haciéndoles los mandados para mantenerse después. Almagro en cambio, desde su llegada se ha convertido en una piedra en los zapatos de los chavistas que ya no pueden seguir descalificando como “injerencia” toda denuncia a sus desmanes.

Aislados

También hay que reconocer que Insulza poco podía hacer con un pandilla chavista que se paseaba envalentonada con aires de matones del barrio por todo el continente. Precisamente, la llegada de Luis Almagro a la secretaría de la OEA es el indicador de los tiempos que están cambiando y mientras el régimen chavista se cae a pedazos, Ortega esta casi aislado con su retórica jurasica.

Espejo venezolano

Tampoco olvidemos que Venezuela y Nicaragua son un solo paquete. Lo que pase allá tiene sus repercusiones aquí. Es el espejo en el que nos tenemos que ver. Para entender que comportamiento tendrá la OEA en Nicaragua frente al régimen de Ortega bastaría ver que comportamiento ha tenido frente al régimen chavista. No veo a la OEA avalando en Nicaragua lo que tan duramente ha condenado en Venezuela.

Cerdos y vacas

En la columna pasada decía que esperar que de esta farsa electoral salga un gobierno legítimo es como esperar que del parto de una cerda salga una vaca. Bueno, ahora el gobierno ha invitado a la OEA al parto de la cerda, y a la OEA solo le quedan dos opciones: o dice lo que quiere el gobierno, que en Nicaragua nació una vaca que parece cerdo y se comporta como cerdo, o dice lo que todos estamos viendo, que del parto de la cerda nacieron (¡lógico!) cerditos y solo eso.

Tiros por la culata

Así las cosas, antes de que los orteguistas comiencen a celebrar la venida de la OEA como viveza del comandante, recuerden que a veces los tiros salen por la culata. Uno, el gobierno está legitimando a la OEA como interlocutor en asuntos de democracia y orden institucional en los países miembros.  Ya no puede decir otra vez que son “observadores sinvergüenzas” y si lo dicen nadie los va a tomar en serio. Dos, al invitarla a conversar y presenciar las votaciones, lo único que cabe para la OEA es que confirme como testigo de primera fila lo que todo sabemos: que esto es una farsa. Y, tres, que de esta forma puede que se termine propiciando el peor escenario para Ortega: que se declare que no hubo elecciones este noviembre en Nicaragua y que haya países que en función de ese informe no reconozcan como legítimas las autoridades que de esta farsa salgan.

Columna del día En Letra Pequeña Fabián Medina archivo

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COMENTARIOS

  1. IGH
    Hace 7 años

    Excelente artículo

  2. Pedro Curtis
    Hace 7 años

    Un buen analisis. Pero yo no creo que fue Daniel quien busco el dialogo, no creo que el dialogo sea un triunfo para Daniel. Creo que el dialogo se lo impusieron.

  3. Ricardo Barreto
    Hace 7 años

    Hya que invitar a Almagro que visite una, cualquier Delegación Policial del país, para que vea con sus propios ojos la propaganda prohibida y excesiva electoral de la pareja dictadora que existe y ha existido por años y el veneramiento que proyectan a extranjeros como Fidel, Chavez, Che, y Tomas.

    1. Alejandro Fernandez
      Hace 7 años

      Hombre Barreto, y quien crees vos que es Almagro ?

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